La actividad política no se detuvo en Nochebuena. Mientras el Partido Popular formalizaba ante la justicia los mensajes de WhatsApp entre Alberto Núñez Feijóo y el expresidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, el ministro de Transportes, Óscar Puente, decidió intervenir en el debate público pasada la medianoche utilizando sus redes sociales para introducir una comparación tan contundente como polémica: la que vinculaba a ambos dirigentes populares con dos figuras centrales del franquismo, Francisco Franco y José Millán-Astray.
A las 00.54 horas, Puente reaccionó al contenido ya conocido de los mensajes, entre ellos el que firmaba Mazón y en el que admitía que “un puto desastre va a ser esto, presi”. El ministro acompañó su comentario con una fotografía tomada en el cuartel de Dar Riffien durante la Guerra del Rif, en la que aparecen Millán-Astray y Franco abrazados. Bajo la imagen escribió “same vibes” (“mismas vibraciones” o “misma energía”), estableciendo un paralelismo visual entre la escena histórica y la situación interna del principal partido de la oposición.
Lejos de quedarse en una única publicación, apenas dos minutos después elevó el tono. A las 00.56 difundió otra composición gráfica colocando, de un lado, una fotografía reciente de Feijóo y Mazón abrazados tras un mitin y, de otro, de nuevo la instantánea de Franco y Millán-Astray. “Ya decía yo que me sonaba”, añadió el ministro, reforzando la equiparación entre las escenas. La referencia no era inocente: las dos figuras militares retratadas protagonizarían, años más tarde, el golpe de Estado de 1936.
La elección del momento —en plena madrugada de Nochebuena— y el peso simbólico de las imágenes acentuaron la repercusión de las publicaciones. Puente introdujo así una carga de memoria histórica en un debate ya de por sí sensible tras el movimiento judicial del PP, en un contexto político marcado por la confrontación permanente incluso en periodos habitualmente calmados del calendario institucional.
Navidad con nuevas tensiones
Mientras las reacciones a los mensajes del ministro circulaban en redes sociales, el ámbito del que Puente es responsable desde el Gobierno afrontaba un nuevo episodio de presión. La jornada de Navidad comenzó con una incidencia relevante en la red ferroviaria que obligó a detener durante casi dos horas varios trenes de larga distancia y alta velocidad en la estación de Madrid-Chamartín, según confirmó Adif.
La entidad explicó que el origen del problema se encontraba en un tren de larga distancia que realizaba el recorrido entre Valencia-Sorolla y León y que quedó detenido entre Jardín Botánico y Chamartín. Ese bloqueo afectó directamente al tráfico de ancho estándar y obligó a paralizar trenes AVE y otros servicios de larga distancia, generando una interrupción significativa en una fecha marcada por los desplazamientos familiares.
Adif comunicó públicamente que, “debido a una incidencia que afecta a la estación de Madrid Chamartín (Ancho Estándar), trenes de larga distancia AVE están detenidos”, confirmando la dimensión del problema. Los retrasos medios se situaron en torno a los 25 minutos, aunque la paralización global se prolongó cerca de dos horas hasta que el fallo pudo ser subsanado. Una vez resuelta la incidencia, la circulación comenzó a normalizarse de manera gradual a lo largo de la mañana, aunque los efectos operativos se dejaron sentir durante parte del día.
Óscar Puente mantiene una presencia constante y muy activa en redes sociales, donde interviene con frecuencia y sin apenas filtros, con mensajes directos que a menudo elevan el tono del debate político. Sus publicaciones, cargadas de réplicas inmediatas, ironías y referencias simbólicas, han convertido su perfil en un actor habitual de la confrontación pública. Y, como en otras ocasiones, su hiperactividad digital coincidió esta vez con un episodio relevante en el ámbito de su responsabilidad, con la red ferroviaria sometida a presión en plena Navidad y miles de viajeros pendientes de la normalización del servicio.