La salud mental es un tema que cada vez más deja de ser un tabú, dando lugar a la compasión y un espacio abierto en el que las personas se sienten seguras para compartir sus historias. Pero el estrés y el cansancio no solo afectan a la población general, sino también a personajes conocidos de la vida pública. Últimamente, muchos de ellos, han decidido dejar atrás la fama para dedicar tiempo y cuidado a su salud mental. Entre ellos están Rozalén, Manuel Carrasco, Valeria Castro y Andreu Buenafuente.
Este viernes, Buenafuente ha anunciado que no va a presentar las campanadas de 2025, junto con la actriz Silvia Abril, su esposa. La razón: su baja médica por estrés. “Hubo un momento en el que no pude y mi cuerpo me pidió parar”, ha explicado Andreu en un reciente vídeo.
Esta misma semana, el cantante Manuel Carrasco también ha anunciado que va a hacer una pausa de sus conciertos tras concluir su gira actual. “Tengo que parar, lo necesito”, declaró en El Hormiguero. “Tenemos familia y otra vida. Y para escribir canciones y seguir avanzando necesitas llenarte y no solo vaciarte”.
Otras voces que hablan de la salud mental
Otro ejemplo de declaraciones abiertas sobre el tema de la salud mental son las de la cantautora Rozalén, que el pasado 3 de diciembre reconoció que atraviesa un periodo de agotamiento emocional después de 15 años de actividad continua. Ha explicado que se tomará un “descanso de la guerrera” para tomarse un respiro del ritmo de trabajo que no considera sostenible.
Rozalén ha comentado que su decisión responde a la presión y velocidad a la que los artistas se ven empujados de forma constante por la industria, y a la necesidad de “descansar, reflexionar, masticar y digerir todo lo ocurrido en estos años”.
Este año, el cantante Antonio Orozco ha revelado que, tras sentirse sobrepasado por el trabajo y el ritmo de vida, ha decidido tomarse un descanso para cuidar su bienestar. Esa crisis ha hecho nacer su libro Inevitablemente yo y el documental El método Orozco.
La vuelta a la vida pública
El pasado mes de octubre, la cantante Valeria Castro también anunció en sus redes sociales que se iba “a tomar una pequeña pausa en este camino para recuperarme física y mentalmente”. Después de dos meses de descanso y tiempo lejos de la vida pública, regresó el 8 de diciembre a los escenarios, en Vigo.
Otro personaje que a finales de este año retomó su actividad profesional, es el músico Dani Martín. Después de anunciar su parón en 2022 para “mejorar como persona” y reconocer problemas de ansiedad y dificultad para concentrarse, Dani lanzó un cortometraje ambientado en un centro de salud mental, dedicado a quienes han pedido ayuda y a los profesionales que la ofrecen.
Mai Meneses, conocida como Nena Daconte, cuenta en su libro autobiográfico cómo el estrés y la presión del éxito tuvieron un impacto sobe su salud mental. Tras su debut por Operación Triunfo, la cantante vivió una etapa de gran exposición mediática y una intensa carga laboral que la llevaron al agotamiento, la inseguridad y un fuerte sentimiento de impostora. Cuando fue diagnosticada con una depresión psicótica, finalmente decidió alejarse de la música durante más de cinco años.
No faltan ejemplos en el ámbito deportivo
El deporte es otro ámbito muy exigente en el que no faltan ejemplos de nombres conocidos que han decidido tomarse un descanso. Un ejemplo es el jugador de baloncesto Ricky Rubio, que en 2023 decidió detener en agosto su actividad para cuidar su salud mental; meses después, en enero de 2024, anunció su retirada de la NBA, explicando que su mente había llegado a “un lugar oscuro”. Después de un año sabático, este julio el jugador fichó por el Joventut de Badalona, su club de origen. Aseguró que regresaba “con una ilusión que no había sentido nunca”.
Existen otros deportistas, como los futbolistas Álvaro Morata y Andrés Iniesta, que, a pesar de que no llegaron tomarse una pausa de su carrera, admitieron graves problemas de salud mental relacionados con la depresión y los ataques de pánico. Según explica Morata, él experimentó pensamientos autodestructivos y ansiedad, llegando a un punto en el que no podía abrocharse las botas, o simulaba lesiones para evitar jugar.
La presencia de personajes públicos que comunican sus luchas con la salud mental ayuda a normalizar un estado en el que muchas personas se encuentran. Gracias a ello, más personas se sienten acompañadas y comprendidas en sus propios desafíos.