Lluís Marimon tiene 97 años y es el atleta federado más longevo de Cataluña: “Sin prisa, sin quejarse y con cuatro ejercicios cada día”

Según el atleta, el secreto es moverse, comer de forma equilibrada y escuchar al propio cuerpo. El atleta considera que la obsesión moderna por los gimnasios es innecesaria

En vez de ir al estadio, los días que llueve prefiere estar en la biblioteca: le encantan los libros. (Composición fotográfica/Canva)

Lluís Marimon nació el 6 de enero de 1928. Es atleta y a lo largo de toda su vida, ha participado en varias categorías: desde junior hasta 95-100. En total, ha ganado alrededor de 225 medallas.

Ahora, con 97 años y nueve meses, está disfrutando de la vida, pero no se olvida de la importancia del deporte que le ha acompañado a lo largo de toda su vida. Es el más longevo federado en atletismo de Cataluña.

“El secreto es moverse,” afirma Lluís en una entrevista para La Vanguardia. Dice que a pesar de que le duele, no deja de moverse. Lluís explica que a su edad ya no hay entrenamiento como tal, sino que cuando se levanta, hace cuatro ejercicios, va andando, corre 20 metros y luego para.

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“Los huesos ya son viejos y entonces se carga el cuerpo”, explica Lluís.

El atleta afirma con entusiasmo que cuando cumpla 100 años, quiere celebrarlos corriendo.

Una vida sana y equilibrada

Hace décadas que Lluís come sin sal, no ha fumado nunca y ha aprendido la importancia de escuchar el propio cuerpo, y no imponerse. Para él, el movimiento es la mejor medicina: “Solo me jubilará la muerte.”

Lluís cuenta que empezó a practicar atletismo muy joven, y con 18 años le hicieron su primera prueba “seria”. Quedó segundo de la general y primero júnior, “¡y pensé que era el rey del mundo!“, comparte el atleta para La Vanguardia. ”Nunca me planteé hasta dónde llegaría, igual que ahora tampoco me pongo fecha para dejarlo.”

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Lluís cuenta, además, que va en el estadio por las tardes para tomar el sol, caminar, hacer sus cuatro ejercicios y sentarse en su banco de siempre. “A los chavales les sorprende que siga compitiendo y me preguntan cómo lo hago, les digo que, sin prisa, sin quejarse y con cuatro ejercicios cada día. A algunos les cuesta creerlo… hasta que me ven con el dorsal.”

Pero si llueve, el atleta prefiere quedarse en la biblioteca, ya que le gusta mucho leer.

El camino hacia el éxito

Lluís explica que para llegar donde está, hay una serie de factores que influyen.

“La disciplina es levantarte incluso el día que no apetece; la pasión es disfrutar del sol en la recta y del ambiente. La genética te toca, pero hay que cuidarla. Y la cabezonería es la que, a los 97, te hace volver al estadio y cumplir con tus cuatro ejercicios. Está claro que, sin cabezonería, esto no sale.”

El atleta considera que la obsesión moderna por los gimnasios es innecesaria: “No hace falta machacarse. El exceso pasa factura, sobre todo con los años. Lo importante es moverse cada día y disfrutar: caminar, algunos ejercicios bien hechos y a casa. Menos postureo y más constancia; en el máster he visto campeones del mundo con una humildad enorme. Ese es el ejemplo que vale.”

Lluís dice que no puede elegir un momento específico de su carrera en el que ha sido más feliz: “La felicidad no siempre es la foto del podio, a veces es mirar la marca y decir: hoy, bien.”

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