Pedro Sánchez ha dado “la bienvenida” al plan para Gaza presentado por Donald Trump, subrayando la necesidad de poner “punto final fin a tanto sufrimiento” en la región y destacando la importancia de avanzar hacia una solución de dos Estados como, a su parecer, la única vía posible para la paz y la seguridad de israelíes y palestinos. El presidente del Gobierno español expresó su apoyo a la iniciativa a través de un mensaje en la red social X, en el que insistió en la urgencia de que cese la violencia, se liberen de inmediato todos los rehenes y se garantice el acceso de ayuda humanitaria a la población civil.
El plan de Donald Trump para la franja de Gaza
El plan, anunciado este lunes desde la Casa Blanca en Washington D.C. por el presidente estadounidense junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contempla la creación de una Junta de la Paz presidida por Trump. Este órgano de gobierno provisional estaría compuesto por jefes de Estado, entre ellos el ex primer ministro británico Tony Blair, y tendría la responsabilidad de supervisar la transición política y la reconstrucción de Gaza. Trump explicó que la presidencia de la Junta le fue solicitada por líderes árabes e israelíes y afirmó: “Estoy muy ocupado, pero teníamos que asegurarnos de que esto funcione. Los líderes del mundo árabe e Israel y todos me han pedido que lo haga, así que estará presidida por un caballero conocido como presidente Donald Trump de Estados Unidos. Eso es lo que quiero. Algo más de trabajo extra”.
La propuesta, estructurada en 21 puntos según la Casa Blanca, establece que la administración de Gaza quedaría en manos de tecnócratas y figuras no políticas palestinas y extranjeras, excluyendo expresamente al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Este gobierno de transición operaría bajo la supervisión de la Junta de la Paz hasta que la Autoridad Palestina complete un programa de reformas y pueda asumir el control efectivo del territorio. Trump recalcó que “Israel no ocupará ni se anexionará Gaza”, en un intento de despejar dudas sobre el futuro político de la Franja.
Entre las medidas concretas del plan figuran la liberación, en menos de 72 horas, de los rehenes que permanecen en poder de Hamás; el desarme y desmovilización de este grupo militante; la eliminación de túneles e infraestructuras de combate en el enclave y el cese de la operación militar israelí en territorio palestino. Además, se prevé la liberación de cientos de palestinos detenidos por Israel y la entrada inmediata de ayuda humanitaria a Gaza.
En una fase posterior, la propuesta contempla que los palestinos elijan mediante votación una autoridad de transición, en la que no podrán participar políticos ni líderes vinculados a Hamás. El objetivo es facilitar una transición política que desemboque en una administración palestina reformada y capaz de asumir la gestión de Gaza bajo estándares internacionales.
La iniciativa cuenta con el respaldo de Israel y de varios países de Medio Oriente y Europa, y la implicación de actores internacionales como Tony Blair refuerza la dimensión global del plan y la supervisión del proceso. El horizonte final de la propuesta es que, una vez cumplidas las condiciones establecidas, se abra una vía realista para que el pueblo palestino ejerza su derecho a la autodeterminación y constituya su propio Estado, en línea con las aspiraciones históricas de la población palestina.