La legisladora Marina Kienast presentó ‘Pupitres a medida’, un ensayo que defiende la autonomía de las escuelas en Argentina

El secretario nacional de Educación, Carlos Torrendell, participó del evento. Kienast estuvo acompañada por Agustín Porres y Luis Arocha. Además, la legisladora habló sobre su proyecto de mecenazgo educativo para fomentar la inversión privada en las escuelas

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La legisladora porteña Marina Kienast y el secretario nacional de Educación, Carlos Torrendell
La legisladora porteña Marina Kienast y el secretario nacional de Educación, Carlos Torrendell

Ayer, 11 de septiembre, en coincidencia con el Día del Maestro, se presentó Pupitres a medida. Hacia una educación personalizada, ensayo de la legisladora porteña Marina Kienast. El evento tuvo lugar en el piso 31 de la Globant Tower, en Catalinas. De un lado, el Río de la Plata, calmo y sereno, y más allá, el Uruguay; del otro, la ciudad en todo su esplendor al atardecer. Kienast compartió su visión acerca de los desafíos actuales del sistema educativo, acompañada por Agustín Porres, director regional para América Latina de Fundación Varkey, y Luis Arocha, director ejecutivo de la Fundación María de Guadalupe. Un invitado inesperado fue Carlos Torrendell, secretario nacional de Educación, quien también compartió sus opiniones.

Pupitres a medida propone repensar el modelo educativo argentino, impulsando un sistema más flexible que se adapte a las necesidades individuales de los estudiantes, en contraposición a la estructura rígida y estandarizada que, en palabras de la legisladora, es la que hoy impera. El ensayo busca que haya una mayor autonomía a las escuelas que le devuelva a la educación su rol como motor de oportunidades y ascenso social. En un contexto de crisis tanto en la equidad como en la calidad educativa, la autora plantea la urgencia de una reforma profunda que supere las soluciones superficiales y transitorias.

Como decíamos más arriba, el secretario nacional de Educación, Carlos Torrendell, no figuraba en la lista de oradores, pero, como asistió al evento, fue invitado a tomar la palabra. Torrendell compartió reflexiones que se alinearon con el diagnóstico crítico planteado por Kienast: habló de una “falsa dicotomía” entre justicia educativa e igualdad, y libertad de enseñanza. En su opinión, el sistema educativo estatal no garantiza la equidad; en muchos casos, dijo, la distribución de recursos favorece a escuelas en zonas más acomodadas en detrimento de aquellas en áreas vulnerables. “Un sistema estatal de educación, aunque se presente como igualitario, no lo es solo por ser estatal”, afirmó.

Torrendell también se refirió a la inversión en educación. La Ley Nacional de Educación establece que el gasto consolidado en educación debe alcanzar el 6% del PBI, pero los resultados de aprendizaje siguen siendo deficientes. La mayor parte del presupuesto, dijo, se destina al pago de salarios y a transferencias a escuelas privadas, quedando en segundo plano la inversión en infraestructura y recursos esenciales para mejorar la calidad educativa. “Dentro de la educación estatal, los chicos que tienen menos recursos reciben cuatro veces menos inversión educativa que los que tienen más”, afirmó, destacando que no se trata solo de aumentar la inversión, sino de asignarla de manera más justa y estratégica para impactar en el aprendizaje de todos los estudiantes, sin importar su contexto socioeconómico.

"Dentro de la educación estatal, los chicos que tienen menos recursos reciben cuatro veces menos inversión educativa que los que tienen más", señaló Carlos Torrendell
"Dentro de la educación estatal, los chicos que tienen menos recursos reciben cuatro veces menos inversión educativa que los que tienen más", señaló Carlos Torrendell

Escuelas que valgan la pena

Agustín Porres fue el siguiente en hablar y comenzó su intervención resaltando el compromiso de Marina Kienast con la educación. Porres destacó la importancia de la confianza como un elemento esencial para cualquier reforma educativa. “El libro de Marina propone descentralizar y dar autonomía a las escuelas, pero eso solo es posible si hay confianza entre los actores del sistema: ministerios, supervisores, directivos, docentes, padres y alumnos”, dijo. Porres señaló que esta falta de confianza es una de las mayores barreras para avanzar hacia un modelo de gestión escolar más autónomo y descentralizado.

El director regional para América Latina de la Fundación Varkey también se refirió al compromiso de Marina Kienast con la mejora del sistema educativo, destacando cómo el libro refleja su pasión y dedicación, y que tiene una mirada crítica y constructiva necesaria para abordar los desafíos actuales de la educación en Argentina.

Luego fue el turno de Luis Arocha, quien dió su visión desde la práctica en escuelas situadas en contextos vulnerables. Arocha contó cómo, desde sus inicios, su escuela apostó por la libertad para gestionar el talento humano, seleccionando a los docentes adecuados, formándolos y evaluándolos de manera continua. “En nuestra escuela, los chicos aprenden matemática y lengua al nivel de los sectores más privilegiados”, dijo, subrayando que la clave está en adaptar la enseñanza a las necesidades del contexto. Para Arocha, esta autonomía no solo mejora los resultados académicos, sino que también fortalece la relación con las familias y la comunidad, construyendo un entorno educativo más colaborativo y efectivo.

En línea con lo escrito por Kienast, el director ejecutivo de la Fundación María de Guadalupe, destacó la importancia de una gestión escolar que permita decidir lo que se enseña y cómo se enseña, acorde a las características de cada comunidad. Compartió que la flexibilidad ha llevado a su institución a ser reconocida a nivel internacional por su enfoque en la colaboración comunitaria, algo que él considera esencial para cualquier escuela que aspire a transformar la realidad de sus estudiantes. “Es clave que las escuelas tengan la libertad de pensar los contenidos y las metodologías”, señaló, indicando que se trata de no dar a ningún alumno por perdido y de reconocer el potencial único de cada uno.

"Pupitres a medida. Hacia una educación personalizada", ensayo de la legisladora porteña Marina Kienast
"Pupitres a medida. Hacia una educación personalizada", ensayo de la legisladora porteña Marina Kienast

La cocina de la política educativa

Pupitres a medida es una invitación a pensar la educación desde una perspectiva de autonomía y personalización del aprendizaje. Kienast propone un modelo que desafía la centralización actual, permitiendo que cada escuela adapte su currículum, gestión y recursos a las realidades locales.

La autora entrevista a diversos actores clave del ámbito educativo —Luis Arocha y Agustín Porres, entre otros— y destaca ejemplos de instituciones innovadoras, tanto en Argentina como en el exterior, que han implementado modelos de enseñanza personalizados y han logrado resultados significativos. Entre estas, menciona la Escuela Técnica Roberto Rocca en Campana, que se caracteriza por su enfoque en la formación técnica adaptada a las necesidades del mercado laboral, y experiencias en Estados Unidos como La Scuola International School y Making Waves Academy en San Francisco, que han sido reconocidas por su capacidad para responder a los contextos específicos de sus estudiantes.

El libro aborda puntos neurálgicos como la eficiencia del financiamiento educativo, cuestionando la distribución y priorización del gasto que, según Kienast, a menudo no impacta directamente en la calidad del aprendizaje. Plantea una reforma de la formación docente hacia un enfoque más flexible y continuo, y critica la interferencia política en las decisiones educativas, proponiendo un sistema basado en datos y con una visión a largo plazo. Kienast compara la educación con un proceso de jardinería, sugiriendo que “no se trata de forzar resultados, sino de crear las condiciones adecuadas para que cada estudiante florezca”. A través de estas propuestas y testimonios, Pupitres a medida ofrece una hoja de ruta para transformar el sistema educativo en un entorno más justo, inclusivo y relevante para los desafíos del siglo XXI.

El evento tuvo lugar en el piso 31 de la Globant Tower, en Catalinas. Kienast estuvo acompañada por Agustín Porres, director regional para América Latina de Fundación Varkey, y Luis Arocha, director ejecutivo de la Fundación María de Guadalupe.
El evento tuvo lugar en el piso 31 de la Globant Tower, en Catalinas. Kienast estuvo acompañada por Agustín Porres, director regional para América Latina de Fundación Varkey, y Luis Arocha, director ejecutivo de la Fundación María de Guadalupe.

Quién controla el futuro de la educación

Llegando al final del encuentro y tras un breve intercambio con el público, Marina Kienast profundizó en los temas centrales de su ensayo. Habló de la necesidad imperiosa de repensar la educación desde sus bases, destacando que no se trata sólo de modificar contenidos o agregar horas de clase, sino de cambiar la forma en que entendemos y gestionamos el sistema educativo. Kienast hizo hincapié en la importancia de otorgar más autonomía a las escuelas para que puedan tomar decisiones ajustadas a sus contextos y a las necesidades de sus estudiantes.

También se refirió a la politización del sistema educativo, criticando la injerencia de los intereses partidarios en las decisiones sobre educación. Propuso un enfoque basado en evidencia y datos, donde las políticas educativas se diseñen con una visión a largo plazo y no se vean afectadas por los ciclos políticos. “Necesitamos políticas que miren más allá de los próximos cuatro años”, dijo. La legisladora finalizó su intervención con un llamado a todos los sectores a involucrarse activamente en el debate educativo y a no conformarse con soluciones superficiales.

Kienast también dedicó parte de su intervención a la importancia de la formación y actualización docente, temas que considera pilares fundamentales para la transformación del sistema educativo. En su intervención, destacó que los docentes deben estar preparados para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio y que su capacitación no puede limitarse a los métodos tradicionales. “Los docentes no pueden ser formados bajo un esquema que ya no responde a las necesidades actuales”, sostuvo Kienast, subrayando la necesidad de que la formación docente sea continua, flexible y alineada con los contextos reales de enseñanza.

El público acompañó en buen número la presentación
El público acompañó en buen número la presentación

Enseñar distinto

Interrogada por Infobae, Kienast habló sobre la iniciativa del mecenazgo educativo que impulsa para la Ciudad de Buenos Aires, y que ha generado debate en diversos sectores. Kienast explicó que la propuesta busca fomentar la participación del sector privado en la mejora de las infraestructuras escolares a través de incentivos fiscales, permitiendo que las empresas puedan contribuir con fondos destinados a necesidades específicas como reformas edilicias, adquisición de tecnología y programas de capacitación docente. “El objetivo es crear un puente entre las necesidades de las escuelas y los recursos disponibles en la sociedad”, detalló Kienast, aclarando que no se trata de privatizar la educación, sino de fortalecerla mediante la colaboración entre el sector público y el privado.

Muchas veces el Estado, por sí solo, no logra cubrir todas las necesidades del sistema educativo, dijo, por lo que es fundamental abrir espacios para que otros actores puedan sumar su aporte de manera ordenada y transparente. “Hay escuelas que tienen necesidades urgentes que no pueden esperar los tiempos del presupuesto público”, señaló, y remarcó que la iniciativa está diseñada para complementar y no para reemplazar la responsabilidad del Estado en la provisión de una educación de calidad. La legisladora también subrayó la importancia de establecer controles y regulaciones claras para asegurar que las inversiones se realicen de manera equitativa y en beneficio directo de los estudiantes más necesitados.

Al cierre del encuentro, Kienast dejó una reflexión a modo de pregunta: “¿Vamos a seguir poniendo parches sobre parches o nos vamos a animar a transformar profundamente el sistema educativo?”. La transformación educativa en Argentina no puede postergarse más, dijo con firmeza: todos los actores, desde los políticos hasta los docentes y las familias, deben involucrarse para hacer realidad una educación a la medida de cada estudiante.

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