La caída de la actividad económica contrasta con la mejora de las variables financieras

Las reservas ya superaron los USD 27.000 millones y hay tranquilidad en los dólares bursátiles. En enero volvieron los superávits gemelos, pero crece la preocupación por la baja de ventas y de los salarios

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Foto de archivo - Peatón en fachada del Banco Central de Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian
Foto de archivo - Peatón en fachada del Banco Central de Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian

La fuerte caída de la actividad económica y del consumo contrasta con la sostenida mejora de las variables financieras. A la estabilidad de los dólares financieros y la firmeza de los bonos se agrega la racha compradora de dólares por parte del BCRA. Ayer adquirió en el mercado otros USD 140 millones y las reservas superaron los USD 27.000 millones.

Desde que asumió el gobierno Javier Milei, el BCRA es continuo comprador de divisas y todavía no llegó la liquidación de la cosecha gruesa, que es cuando crece exponencialmente la llegada de dólares. El incremento de reservas desde entonces ya es de USD 5.885 millones y se acerca rápidamente a los USD 10.000 millones que el Central se comprometió ante el FMI a acumular a lo largo de 2024. Todo indica que esa cifra podría superarse con comodidad.

La mejora en el nivel de reservas está acompañada además de una disminución de la base monetaria en términos reales, que ya supera el 20% desde el 10 de diciembre pasado. Se trata de un rápido fortalecimiento del balance del Banco Central y un dato que siguen muy de cerca los inversores. Al incrementar el stock de dólares y al mismo tiempo disminuir la cantidad de pesos que circulan en la economía, se reduce la posibilidad de presionar sobre el tipo de cambio.

La tranquilidad de los dólares financieros refleja este proceso positivo. El tipo de cambio libre subió ayer marginalmente hasta $ 1.115, mientras que el dólar MEP cayó 2,5% para finalizar a $ 1.083. La brecha cambiaria en febrero cayó fuertemente tras el salto del primer mes del año y se acerca a niveles de 25%.

A su vez, la recuperación del nivel de reservas aleja lentamente las posibilidades de un nuevo default de la deuda en 2025. La significativa recuperación de los bonos refleja esa mayor confianza por parte del mercado sobre la mejora en la capacidad de pago de la Argentina.

Pero sobre todo empieza a valorarse la posibilidad de recuperar el acceso a los mercados financieros internacionales, al que la Argentina no puede acceder desde principios de 2018. En cambio, algunas empresas locales sí mantuvieron ese acceso, al igual que la ciudad de Buenos Aires.

A medida que avanza febrero se consolida la mejora de las condiciones financieras, con baja de la brecha cambiaria y fuerte recuperación de las reservas del Banco Central. Sin embargo, también se acelera el deterioro de la economía, con licuación de salarios y jubilaciones, mientras se definen nuevos aumentos de tarifas

En la medida que crezca entre los inversores la idea de que el gobierno podrá refinanciar sus vencimientos en el mercado, las cotizaciones podrían continuar en alza. Ayer, sin embargo, los bonos se vieron impactados por una jornada floja en Wall Street y en general para los activos de riesgo.

La mejora de los indicadores financieros contrasta con los problemas de “la calle”. Por lo pronto, las proyecciones de inflación de febrero muestran una desaceleración pero podría no cumplir el vaticinio de Luis Caputo, quien aseguró que se ubicaría “más cerca del 10% que del 20%”. La consultora EcoGo midió un incremento de 2,9% en alimentos para la tercera semana de febrero, algo por encima de lo esperado. Y para todo el mes proyecta un índice de 16,2%. Tendría impacto además la suba de tarifas de electricidad, que impactaría en 1,5 puntos.

Es evidente que la desaceleración inflacionaria presenta cierta resilencia en el caso de alimentos y que todavía está en marcha el traspaso de la devaluación de diciembre a los precios, sobre todo en bienes transables.

Al mismo tiempo, recrudece la caída de la actividad y sobre todo del consumo, ante la pérdida del poder adquisitivo, de los salarios, los ingresos en general y de los haberes jubilatorios.

La expectativa oficial es que los superávit gemelos, recuperación de reservas y estabilidad cambiaria ayuden a la recuperación económica, sobre todo a partir de los dólares de la cosecha y del levantamiento del cepo cambiario, aún sin fecha precisa.

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