El FMI y el Gobierno discutirán un mes antes de lo previsto las metas del acuerdo: evaluarán el impacto fiscal y la inflación

La primera revisión tendrá lugar a mediados de mayo. El organismo cree que la guerra en Ucrania y el cambio de escenario internacional implica “riesgos excepcionalmente altos” para el programa financiero

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Martin Guzmán, Sergio Chodos y los funcionarios de FMI, Julie Kozack y Luis Cubeddu
Martin Guzmán, Sergio Chodos y los funcionarios de FMI, Julie Kozack y Luis Cubeddu

El Gobierno y el FMI adelantarán un mes la primera revisión trimestral prevista para el nuevo acuerdo financiero aprobado este viernes por el directorio del organismo. Los directores del Fondo Monetario consideraron que el cambio de escenario internacional por la guerra en Ucrania implicará “riesgos excepcionalmente altos” para los supuestos del programa que deberán ser recalibrados.

Según anticiparon fuentes del organismo, la nueva fecha para la rediscusión de las variables que quedaron establecidas en el nuevo programa será a mediados de mayo, aunque la fecha precisa será negociada con el Gobierno argentino. Originalmente la primera evaluación tendría lugar a fines de junio.

Entre los riesgos centrales que el FMI buscará recalibrar por el nuevo escenario de precios de los commodities (principalmente alimentos y energía) están el impacto inflacionario, el fiscal -por la relación que tiene el salto en el costo de la energía en la cuenta de subsidios-, la balanza de pagos y el crecimiento económico.

Los directores del Fondo Monetario consideraron que el cambio de escenario internacional por la guerra en Ucrania implicará “riesgos excepcionalmente altos” para los supuestos del programa que deberán ser recalibrados

De acuerdo a funcionarios del FMI, el organismo utilizará esta ventana de tiempo hasta mediados de mayo para “continuar trabajando con las autoridades argentinas para recalibrar las políticas y llegar a cumplir los objetivos del programa”, mencionaron. En ese sentido, explicaron que buscarán “medir el impacto preliminar” del shock internacional por la guerra en el este europeo.

El FMI considera que hay cuatro aspectos que deberán ponerse en la mesa de discusión con el Gobierno. Por un lado, las nuevas condiciones presionarán sobre la proyección de inflación prevista en el programa, de un rango entre 38 y 48 por ciento para 2022. El propio Poder Ejecutivo ya reconoció que el alza de precios de los alimentos implicará una mayor aceleración inflacionaria, lo que se explicitó en el indicador de febrero, cuando ese rubro trepó un 7,5% mensual, aún sin el impacto pleno del conflicto bélico.

Por otro lado, habrá también un efecto en la cuenta de subsidios y en la balanza de pagos por el salto en el costo de la energía. Eso sucederá porque el Estado deberá gastar más divisas para conseguir el abastecimiento de gas para los meses de alta demanda en invierno. Y además, el mayor precio de la energía implicaría un gasto mayor en subsidios para sostener el precio y no habilitar incrementos más altos de lo que están estipulados en el propio programa. La segmentación acordada desde mitad de año incluye una actualización de acuerdo al coeficiente de variación salarial.

El staff del FMI busca recalibrar variables económicas del acuerdo. En la foto, Julie Kozack y Luis Cubeddu
El staff del FMI busca recalibrar variables económicas del acuerdo. En la foto, Julie Kozack y Luis Cubeddu

Pero Fondo Monetario además alertó que, como conjunción de todos esos impactos, también podría haber un efecto en las estimaciones de crecimiento económico consensuadas en el memorando. Para 2022 se esperaba una expansión del PBI de entre 3,5 y 4,5 por ciento.

“Los programas están diseñados para ser ajustables. La guerra en Ucrania tuvo un impacto significativo no solo en Argentina sino en todo el mundo. Es muy común en los programas del FMI llevar adelante las adaptaciones que sean necesarias”, comentaron desde el organismo.

La directora gerente del organismo Kristalina Georgieva alertó que el programa cuenta con “riesgos excepcionalmente altos” por la guerra en Ucrania, y anticipó que el acuerdo económico podría necesitar “recalibraciones tempranas”, para recalcular metas y objetivos. Además, habló de la necesidad de un “amplio consenso político y social”.

Según anticiparon fuentes del organismo, la nueva fecha para la rediscusión de las variables que quedaron establecidas en el nuevo programa será a mediados de mayo, aunque la fecha precisa será negociada con el Gobierno argentino

Los directores mostraron preocupación por el riesgo que implica el escenario internacional a los números plasmados en el programa. “Los directores acordaron que el programa está sujeto a riesgos excepcionalmente altos. Reconocieron la vulnerabilidad de Argentina a los shocks externos y las dificultades de implementación dada la compleja situación social y política”, dijeron.

“Al señalar que los efectos secundarios de la guerra en Ucrania se están materializando, los directores recibieron con beneplácito el acuerdo de las autoridades de adelantar la primera revisión del programa y las instaron a recalibrar las políticas, según sea necesario, para asegurar los objetivos fiscales y contener los efectos inflacionarios de segunda ronda de aumento de los precios de las materias primas “, continuó el comunicado del FMI.

A priori, el nuevo programa financiero estaba diseñado para tener revisiones de forma trimestral, que comenzarían el 10 de junio, tres meses después de la aprobación por parte del directorio. Cada evaluación -serán diez en total en los dos años y medio de acuerdo- será el paso previo a los desembolsos. El primer envío desde el FMI llegó este mismo viernes, por USD 9.650 millones. El Gobierno, de inmediato, realizó el pago de USD 2.700 millones que vencían la semana próxima.

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