Las medidas definidas por el BCRA para evitar giros anticipados de divisas tendrían un efecto mucho más duro que el anticipado para los importadores. Desde la cámara que agrupa al sector señalaron que las quejas de las empresas fueron generalizadas y que tendrá un fuerte impacto en la relación con los proveedores internacionales. “Lo que pedimos es que al menos las trabas no duren más allá de fin de mes, porque durante octubre será muy difícil realizar compras al exterior, ya sea productos finales o insumos para la producción”, aseguró Fernando Furci, gerente general de la Cámara de Importadores.
El Banco Central prohibió durante un mes los giros de divisas para importaciones en forma anticipada con el objetivo de frenar la pérdida de reservas. Ahora sólo se podrá girar al exterior contra “despacho de plaza”, o sea cuando la mercadería ya esté lista para salir con destino a la Argentina. Sin embargo, nadie tiene certeza sobre lo que sucederá al finalizar octubre. La sensación que existe entre los importadores y en general en las empresas es que básicamente el Central procuró ganar tiempo para llegar mejor a diciembre, que es cuando ingresan las divisas provenientes de la cosecha fina.
“No sólo es el problema de girar dólares adelantados. La mayoría de las importaciones requiere de un pago adelantado para que comience la fabricación del producto. Como ahora ya no se puede efectuar se presentarán grandes inconvenientes para realizar los encargos”, resume Furci. Pero a esto se le suman además los problemas logísticos que presenta la producción a nivel global, con serios problemas de oferta para enfrentar el aumento de la demanda tras el bajón de la pandemia. “No se trata sólo de enviar una seña, sino además de entrar en la fila en el turno de producción y no perder el lugar respecto a otros pedidos que pueden llegar desde distintos lugares del mundo”, agrega el ejecutivo.
Los importadores aseguran que el impacto de las trabas que impuso el Banco Central sobre el sector irá mucho más allá del 13% del volumen total durante octubre. Sucede que la mayoría de las compañías se verían afectadas al no poder realizar adelantos (o dejar una seña) a sus proveedores internacionales
Las nuevas restricciones dispuestas por el Central llegan en un momento en el que se agudizan los faltantes en distintos rubros, desde calzado deportivo hasta repuestos de autos, neumáticos y artículos electrónicos. Pero ahora también habría dificultades para conseguir insumos para la producción, ante las dificultades para enviar un adelanto. “Son pocas las empresas tienen relaciones tan estrechas con sus proveedores como para solicitar un determinado producto sin pagar un solo dólar por adelantado”, resumen en la cámara de importadores.
Fernando Furci reconoce que en los últimos meses hubo compañías que efectuaron giros por adelantado para asegurarse el actual tipo de cambio oficial, aún debajo de los $ 100. “Cuando hay mucha brecha cambiaria y expectativas de mayor devaluación –señala- es lógico que sucedan este tipo de comportamientos”.
El Banco Central aseguró que en los últimos meses se fue agrandando la diferencia entre el giro de dólares y la mercadería efectivamente embarcada. El peor mes fue agosto, cuando se transfirieron USD 6.200 millones en concepto de importaciones, pero sólo entró mercadería por USD 5.400 millones, es decir USD 800 millones que se habría girado en forma adelantada. En septiembre esa brecha fue de USD 400 millones. Previo a esto se había identificado un comportamiento similar: en junio la diferencia llegó a USD 300 millones y en julio un volumen similar.
La sensación que existe entre los importadores y en general en las empresas es que básicamente el BCRA procuró ganar tiempo para llegar mejor a diciembre, que es cuando ingresan las divisas provenientes de la cosecha fina
“La medida se toma para frenar avivadas de un grupo de empresas, que involucra al 13% de las importaciones. Se estaban pagando productos que tardaban en llegar al país. No es sobrefacturación ni desfalco, sólo avivada. Apostaron a una devaluación y anticiparon las importaciones, pero solo las pagaban y no las traían al país”, describen desde el BCRA.
“El grueso de las importaciones –agregaron- siempre se manejó con la relación de pagar un dólar por cada dólar de ingreso de mercadería”, aclarando al mismo tiempo que “no van a faltar insumos ni se afectará a ninguna pyme. Se está importando por valores superiores a los registrados antes de la pandemia”.
Los importadores advierten que “en muchos casos hay una oferta restringida, demorada, diferentes momentos de disponibilidad. El problema es que estos faltantes y las dudas respecto a la reposición generan más remarcaciones”.
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