El mercado mostró su primera respuesta al reperfilamiento de la deuda pero con algunas paradojas

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Una paradoja. Los bonos en dólares con legislación argentina, perdieron hasta 14% pero el riesgo país bajó 260 unidades (-2,5%) a 3.617 puntos básicos. La explicación está en los otros bonos en dólares, los que están bajo legislación de Nueva York, cuyo pago no fue postergado y van a entrar en la próxima negociación de la deuda. Por caso, el Discount que se rige por la jurisdicción neoyorquina, subió algo más de 2% y fue el que empujó a la baja al índice que confecciona J.P. Morgan.

“El Gobierno cambia de postura porque los escenarios cambian rápidamente. Por eso en una semana decidió dar marcha atrás con la idea de tratar a la deuda con ley local igual que a la extranjera. Sabía que era imposible porque debía cuidar las reservas. Para muchos más que priorizar la deuda externa, está poniendo en orden el default porque no se sabe de cuantas reservas dispondrá en el futuro. Hay que ver en qué condiciones queda la economía cuando termine la pandemia”, opinó Federico Sidi de Compass Group.

Lo cierto es que para casi todo el mercado era inevitable que se entrara en este default selectivo. El problema es que hace una semana dijeron que se pagaba la deuda en dólares en moneda local. Por eso el Bonar 2020 bajó 12% después de haber trepado la semana pasada 27%.

Los bonos locales están volviendo a paridades exageradamente bajas de entre 25 y 30%. Sus precios son de default. Por eso los acreedores quieren esperar seis meses antes de negociar.

Un ejemplo de la situación es el movimiento del Bonar 2020. El viernes su paridad había tocado 32% y hace un mes estaba en 40%, un valor ideal para negociar porque a esa paridad se consigue una excelente quita de 60% que los acreedores no hubieran rechazado. El lunes la paridad bajó a 27,75% y sigue en caída.

El Bonar 2024 tiene una paridad de 25% que lo hace presa de la especulación de quienes los tendrán en cartera hasta el año próximo. Hace un mes la paridad del título estaba en 36% y a fines de diciembre tocó 44%.

Por supuesto, que este ahorro de casi USD 10 mil millones de reservas que hace el gobierno al postergar estos pagos, tiene un costo elevado.

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En este contexto, los dólares alternativos subieron casi 2%. El contado con liquidación aumentó $ 1,68 y llegó a $ 90,78, mientras el dólar Bolsa O MEP avanzó $ 1,15 a 89,57. Ambos dólares abrieron el día a la baja, pero enseguida se recuperaron y terminaron firmes.Al Banco Central no le va a quedar otro remedio que aumentar el ritmo de devaluación porque la brecha creció a 38%.

Contra lo que se pensaba, el lunes dejó casi inmóvil al dólar mayorista que subió apenas 8 centavos a $ 65. Devaluó 0,10% contra 0,30% diario habitual.

Por otra parte, tiene que luchar contra la fuerte devaluación del real brasileño que ayer llevó al dólar a 5,28 reales. Después de haber tocado el récord de 5,30. Hace un mes cotizaba a 4,80 reales. En otras palabras, en 30 días devaluó 10% contra 3% de la Argentina. Brasil tiene una inflación de 0,25% mensual.

Pero la pandemia, hace olvidar esos detalles y el Gobierno prioriza superar este problema sin mirar el más allá, con una fuerte emisión de dinero que todavía no se traslada a pleno a los dólares alternativos y a los precios, porque la mayoría de los pesos está en poder de los bancos. La gente tiene una baja proporción de la base monetaria porque no pide créditos, no asume nuevas deudas. Por el contrario, hay un aumento notorio de las moras en el pago de tarjetas y créditos personales.

Se está viviendo un fenómeno similar al 2001 cuando se emitía y no había casi inflación por la falta de monetización de la economía. Cuando no hay crédito, el multiplicador financiero se paraliza por la escasez de pesos en los bolsillos del público y trae una paz precaria.

Para Federico Furiase, economista de Eco Go y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella “la prueba de fuego será a fines de abril cuando vencen los bonos globales que tienen legislación de Nueva York. Seguro que se acogerán a la prórroga de treinta días para ganar tiempo en la negociación de la deuda con los tenedores de deuda de legislación internacional. Pero atención a cómo se muevan, porque la prioridad es que cierren un acuerdo con los acreedores privados para evitar un hard default de la deuda y así tener más munición para financiar el paquete fiscal mientras dure el shock de emisión que provoca la pandemia”.

El otro problema, es que los que se quedan sin cobrar este año los USD 10 mil millones de los bonos defaulteados son particulares y empresas que verán resentida su capacidad de hacer frente a las obligaciones y agravarán la crisis de la cadena de pago.

Con este escenario, en la madrugada de hoy las Bolsas de Oriente muestran optimismo en China donde los tres principales indicadores tenían alzas de hasta 2,71%. El Nikkei de Tokio acompañaba la tendencia con un aumento de 1,02% y el Hang Seng de Hong Kong con 0,50%.

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El mercado overnight, donde se apuesta al futuro de las Bolsas desde las 19.30 hasta la apertura, mostraba una toma inicial de ganancias que luego se fue apagando. Wall Street que tenía sus tres principales índices con caídas de 0,41% en el Dow Jones; de 0,36% en el S&P 500 y de 0,60% en el Nasdaq, estaba dando vuelta la tendencia y en la madrugada había una fuerte pulseada entre los jugadores que presagiaban que se podía dar vuelta la tendencia y lograr que hoy los tres índices operen con leves alzas.

Europa tenía mejor tendencia. Si bien el DAX alemán bajaba 0,45%, el FTSE de Londres, estaba equilibrado con una leve alza de 0,7% y el Euro Stoxx, que agrupa a las 50 acciones más importantes de la UE, sumaba 0,55%.

El petróleo, después de la caída del lunes, se recuperaba 3,40% en Estados Unidos. El WTI cotizaba a USD 27 por barril. El Brent de Europa que es referencia en la Argentina, subía 2,97% y estaba en casi USD 34.

Pero esto no influirá en los mercados locales donde la lucha es con los fantasmas internos. En una semana, la economía y la política cambiaron drásticamente. De la seguridad que transmitió el Gobierno al principio de la pandemia, se pasó a las dudas. El haber comprado alimentos por encima de los precios máximos, después de haber ordenado un control estricto con amenazas de cerrar comercios, debilitó su credibilidad. Lo mismo sucedió con el mal manejo del clearing bancario que dejó sin financiación a las empresas y el pago a jubilados que provocó críticas por la desorganización que alteró la disciplina de la cuarentena.

El mercado hoy seguirá hablando a través del precio de los dólares alternativos y de los bonos.

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