Estados Unidos incluyó al Tren de Aragua como pandilla que amenaza la seguridad: así es su operación en Colombia

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos ha catalogado al Tren de Aragua como una “pandilla”, según el más reciente informe de Aduanas y Fronteras.

Entre marzo de 2023 y mayo de 2024, las autoridades fronterizas han detenido a 47 presuntos miembros de esta banda al intentar ingresar al país. El Tren de Aragua se posiciona en el sexto lugar de detenciones entre 53 grupos de crimen organizado, junto a organizaciones como Los Paisas, la Mara Salvatrucha, Barrio 18 y Los Sureños.

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La banda criminal, originaria de Venezuela, ha extendido sus actividades delictivas por el continente americano en los últimos años. Fundada hacia 2005 en un sindicato de obreros del Ferrocarril de Venezuela en Aragua y Carabobo, evolucionó a una organización delictiva cuando la construcción del ferrocarril se paralizó en 2011. Para 2013, el grupo se consolidó bajo el liderazgo de Héctor Rusthenford Guerrero, alias Niño Guerrero, que estableció alianzas desde la cárcel de Tocorón.

En Estados Unidos, varios miembros del Tren de Aragua han sido capturados en ciudades como Miami, Chicago y Nueva York, enfrentando cargos como narcotráfico, secuestro y asesinato. Uno de los líderes de la banda fue detenido en Barcelona, España en marzo, evidenciando la expansión transcontinental del grupo.

Veintitrés congresistas republicanos han solicitado al presidente Joe Biden que designe al Tren de Aragua como organización criminal transnacional, al considerarlo un “ejército criminal invasor”. Esta designación permitiría frenar la expansión de la banda en territorio estadounidense.

Desde 2018, el Tren de Aragua ha intensificado su presencia en países como Colombia, Perú y Chile, además de su incursión reciente en Estados Unidos. “El rápido crecimiento de esta banda representa un grave peligro para la seguridad pública en todo el continente”, comentó un portavoz de Aduanas.

La inclusión del Tren de Aragua en la lista de pandillas que amenazan la seguridad de Estados Unidos tiene varias implicaciones para el país, ya que esta designación facilita la colaboración entre las agencias de seguridad de Estados Unidos y Colombia, permitiendo un intercambio más fluido de información y recursos para combatir al Tren de Aragua.

Además, Estados Unidos puede imponer sanciones financieras a los miembros del Tren de Aragua y a sus asociados, congelando activos y restringiendo transacciones económicas, lo cual debilita sus operaciones y capacidad de financiamiento en Colombia. La declaración podría llevar a un aumento de operativos conjuntos de seguridad y esfuerzos multinacionales para desarticular las redes delictivas del Tren de Aragua en Colombia y otros países de la región.

Por otra parte, Colombia podría recibir mayor presión diplomática para intensificar sus acciones contra el Tren de Aragua, alineándose con los intereses de seguridad de Estados Unidos. Las medidas robustas contra el Tren de Aragua podrían tener repercusiones en las comunidades colombianas afectadas por la violencia y la criminalidad de la pandilla, con posibles incrementos en operativos policiales y esfuerzos de resocialización.

Se debe tener presente que los registros de la CBP también reflejan que el Tren de Aragua es el sexto grupo más detenido entre una lista de 53 organizaciones criminales. “La capacidad del Tren de Aragua para infiltrar nuestras fronteras es una preocupación constante”, agregó otro funcionario.

El origen del Tren de Aragua se remonta al sindicado de obreros del ferrocarril en Aragua y Carabobo. La parálisis de la construcción en 2011 dejó a muchos obreros sin empleo, situación que catalizó el surgimiento y fortalecimiento de la banda. La consolidación definitiva del grupo se produjo en 2013 bajo la dirección de ‘Niño Guerrero’ desde la prisión.

La influencia del Tren de Aragua no se limita a su país de origen. De hecho, en Colombia este grupo tiene presencia en ciudades principales como Bogotá, Medellín y Cúcuta. Se dedican a diversas actividades ilícitas, entre las que se destacan el tráfico de drogas, extorsión, secuestro, robo y sicariato.

El modus operandi del Tren de Aragua incluye la intimidación y el uso de la violencia para controlar territorios y expandir su influencia. Establecen redes de colaboradores locales para facilitar sus operaciones y utilizan tácticas coercitivas para mantener el control sobre sus miembros y las comunidades en las que operan.