Norma económica que no le gusta a Gustavo Petro está a punto de incumplirse por culpa de la Dian y los Ministerios

Son varias las entidades, las instituciones y los expertos que vienen advirtiendo sobre el retador inicio de año para Colombia en materia de recaudo tributario para el Gobierno en medio de un bajo ritmo de ejecución presupuestal al compararse con los estándares de la historia reciente y sus repercusiones sobre el nivel de actividad económica.

Al respecto, la información publicada recientemente muestra señales de mejora en ambos frentes, pero que en todo caso mantienen la alerta sobre el cumplimiento de la regla fiscal, la norma que establece un límite para el endeudamiento del Gobierno nacional (el límite de deuda es igual a 71% del Producto Interno Bruto -PIB- y el ancla de deuda es igual a 55% del PIB),.

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Por el lado de los ingresos, el desfase del primer bimestre llevó a que Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá haya revisado a la baja la proyección de recaudo tributario de para 2024, mientras que el aumento marginal en la ejecución presupuestal es insuficiente para considerarlo positivo sobre el crecimiento de corto plazo.

La entidad recordó que la Dian dio a conocer que en febrero el recaudo tributario fue de $15,5 billones, 2,4% superior en términos nominales al observado doce meses atrás. Esto, como resultado de un mayor recaudo de impuestos de renta y sus retenciones (9,4%), IVA (4,2%) y el gravamen a movimientos financieros (3,2%), principalmente, lo que en conjunto contrarrestó la caída del recaudo relacionado con el comercio exterior de -18%, a raíz del descenso de las importaciones.

Sin embargo, si se tiene en cuenta que para este mes la inflación al consumidor fue 7,7% y sus expectativas superiores al 5%, en términos reales el recaudo prolongó su senda de contracción en una clara señal negativa sobre la actividad.

“Frente a la meta del Gobierno trazada en el Plan Financiero 2024, el resultado volvió a sorprender a la baja, pero en una menor magnitud. En particular, el desfase pasó de ubicarse en $2,9 billones en enero (9% del total esperado en el mes) a $0,8 billones en febrero (5%), denotando una relativa mejora en materia de ingresos”, indicó el banco.

No obstante, el resultado también sorprendió negativamente las estimaciones del mismo al derivar en un ajuste en la proyección del recaudo total para 2024 de $302 billones proyectado en enero a $300 billones, recientemente, incorporando el desfase del primer bimestre de $3,7 billones.

“Con esto, el nuevo escenario difiere en $12 billones de las cuentas del Gobierno ($312 billones) haciendo que, desde el lado de los ingresos, se afiancen los temores de incumplimiento de la regla fiscal y se necesite de un ajuste en el gasto primario relevante”, puntualizó.

Desde el gasto público, si bien la historia no ha cambiado y 2024 sigue siendo el año con menor ritmo de ejecución presupuestal desde 2016 (año desde el que se tienen cifras mensuales), la brecha respecto a los estándares también se ha reducido, en especial del gasto en inversión. En efecto, las cifras con corte a marzo muestran que, al cierre del primer trimestre, el Ejecutivo logró comprometer el 38,6% del total del Presupuesto General de la Nación (PGN) excluyendo el componente de deuda, al reducir la brecha respecto al promedio de ejecución entre 2016 y 2022 de 9,7 puntos porcentuales (pp) en febrero a 8,3 pp en marzo.

El caso más relevante fue el gasto en inversión donde la brecha pasó de 21,6 pp hasta 14,8 pp entre marzo y febrero, donde los sectores con mayor avance en el gasto fueron los de transporte, comercio, industria y turismo. Lo anterior le restaría menos a la actividad en el corto plazo, teniendo en cuenta que la subejecución continúa.

En conclusión, “un desfase de $3,7 billones en los ingresos tributarios del Gobierno solo en el primer bimestre del año derivará en un faltante de $12 billones en 2024, según cálculos, que acompañado de una mejora en la ejecución del presupuesto conforme transcurre el año, en especial de inversión, afianzan los temores de incumplimiento de la regla fiscal”.

Así las cosas, el Banco de Bogotá estima que el riesgo se hará más palpable a lo largo del año, pues como mencionó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, solo hasta octubre se evaluaría la opción de recortar gasto, momento demasiado tarde para el próximo al cierre fiscal de 2024 y posterior a la tarea más juiciosa de planeación que implica el Marco Fiscal de Mediano Plazo (junio).

Ante esto, la entidad ratifica que en el corto plazo el Gobierno le seguirá restando a la misma conforme continúa sub ejecutando, mientras en la segunda mitad del año el aporte sería positivo, aunque con inquietudes sobre la calidad de los destinos conforme se acelera la ejecución por la premura de tiempo.