Joven de 22 años le pidió a un menor de edad que no vendiera droga: recibió un disparo y falleció en Bucaramanga

Juan Camilo Pabón Pinzón, un joven de 22 años, que desde el 4 de marzo se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Santander, perdió la vida por muerte cerebral luego de permanecer varios días en estado crítico. La víctima mortal había recibido un disparo en la cabeza por confrontar a un menor de edad que comercializaba drogas en su barrio, Villa Carmelo, en la ciudad de Bucaramanga.

El impacto de bala surgió en un enfrentamiento verbal entre Pabón Pinzón y un joven de 17 años, identificado solamente como ‘Carlos’, según publicó el medio local Vanguardia. De acuerdo con el testimonio de un amigo de la víctima, el fallecido había solicitado al menor que no vendiera sustancias estupefacientes. Entonces discutieron durante un par de minutos con ese menor, quien luego se fue del lugar, pero al poco tiempo volvió armado, según informó la familia del joven agredido.

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Pabón Pinzón, que se desempeñaba como ayudante de construcción y residía en el mismo vecindario en el cual se desencadenó este fatal evento, confrontó a Carlos sobre las 10 de la noche del lunes 4 de marzo con su reclamo, en línea con la versión que el CTI y la Fiscalía entregaron a los medios locales.

El asesinato se efectuó sin mediar más palabras por parte del agresor, que impactó directamente en la cabeza de la víctima. Tras el disparo, Pabón fue trasladado herido en estado de urgencia por sus allegados al Hospital Local del Norte, y debido a la gravedad de su estado, fue remitido al HUS. Las autoridades, actualmente lideradas por la Policía Metropolitana de Bucaramanga, están en la búsqueda activa del menor involucrado, quien se dio a la fuga inmediatamente después del ataque, como reportó el medio informativo.

Para el sábado 9 de marzo quedó programado el reclamo del cuerpo de Juan Camilo Pabón por parte de la familia Pabón Pinzón en el Instituto de Medicina Legal, ubicado en el barrio Campo Hermoso, para proceder con su sepelio. Así quedó marcado el final de la joven vida que se suma a la cifra de las muertes por el microtráfico en la capital Santandereana.

A su vez, las fuerzas del orden se encargaron de recopilar todo el material probatorio y testimonial para proceder con la investigación, con el fin de esclarecer si el expendio de drogas por parte del menor estaría asociado a una red delincuencial.

Mientras tanto, la manera peculiar en la que la vida de Juan Camilo Pabón se esfumó a raíz de un reclamo, del que no se conoce mayor detalle, ha consternado a los residentes de Bucaramanga. En luto por este acontecimiento, exigen justicia y medidas más eficaces para proteger a sus ciudadanos de los peligros que representa la venta y distribución de drogas ilícitas en sus barrios. Este hecho resalta la urgencia de abordar no solo las consecuencias sino también las causas raíz de la violencia y el tráfico de drogas en Colombia, un desafío que persiste en desafiar a la sociedad colombiana en su conjunto.

Una violenta confrontación entre tres personas habitantes de las calles de Piedecuesta marcó la noche del viernes 8 de marzo en el barrio La Feria, cerca de la plaza de mercado del municipio. La pelea campal fue captada en video por un residente local con su teléfono celular, muestra a los involucrados empleando armas cortopunzantes durante el altercado. A pesar de las evidentes heridas infligidas, especialmente múltiples lesiones con cuchillo en uno de los individuos, la situación actual de salud de los afectados permanece en incertidumbre.

En los disturbios, grabados y posteriormente difundidos, se visualiza a dos agresores —uno descalzo y sin camisa y el otro con una camiseta roja, pantalones cortos y zapatos deportivos— atacando a un hombre vestido con una camiseta negra, jeans y tenis, quien intentaba defenderse usando un saco que llevaba consigo. “Amárreme el brazo, vamos a matarlo”, fueron las palabras captadas en el video, mientras el hombre de camiseta negra lograba huir, quedando desconocido su estado de salud. De igual manera, se observó a uno de los atacantes con una herida en el brazo.

La Policía Metropolitana de Bucaramanga reconoció la ausencia de información concreta sobre los individuos involucrados en esta violenta escena. A su llegada al lugar de los hechos, no encontraron a ninguna de las partes y hasta la fecha no se han producido ingresos a centros asistenciales en Piedecuesta relacionados con el incidente. Tampoco se reportaron llamados de alerta por parte de la comunidad que indicaran la existencia de la riña. “Sabemos que fue a las 9:30 de la noche, no hay identidad y aparentemente son habitantes de calle y no llegaron a ningún hospital, no hay capturados. Seguimos las investigaciones y rechazamos estos hechos de intolerancia”, indicó un vocero de la institución, citado por Vanguardia.