Desde el Concejo de Bogotá señalan que 4 mil niños estarían sufriendo de desnutrición

En Noticias Caracol relataron el caso de Deyanira Garzón, una sobreviviente del conflicto armado, ha residido en la capital colombiana durante dos décadas y conoce de primera mano la realidad del hambre en Bogotá.

Inspirada por su propia experiencia, inició una labor social en el barrio El Triunfo, ubicado en la localidad de Kennedy, donde prepara a diario un reconfortante sancocho de leña para sus vecinos, como Cenobia Ortiz, quien enfatiza en la entrevista a ese medio de comunicación que “si no fuera por ella, ¿qué sería de nosotros? No podríamos comer”.

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La motivación de Deyanira surge de su pasado de sufrimiento, marcado por la pérdida de su hijo y la devastación causada por el conflicto armado. En su barrio, identifica una necesidad apremiante: la falta de empleo que lleva a muchas madres de familia a luchar diariamente por alimentar a sus hijos. Conmovida por esta realidad, se ha propuesto brindar un sustento básico a quienes lo necesitan.

Por su parte, el concejal David Saavedra denuncia la inacción gubernamental frente al creciente problema del hambre en Bogotá, calificándolo como inaceptable.

Revela un alarmante panorama del hambre en la ciudad, con un aumento significativo en áreas como Usme, Tunjuelito, Ciudad Bolívar, Bosa y Los Mártires, así como una preocupante aparición en localidades antes no afectadas, como Chapinero, Suba y Engativá.

Destaca que alrededor de 4 mil niños en Bogotá sufren de desnutrición aguda, mientras que se desperdician aproximadamente 9,7 millones de toneladas de comida al año en el país, gran parte de la cual se pierde en la producción y la logística.

Ante esta situación, propone la implementación de rutas de microgestión para redistribuir los alimentos hacia las zonas más necesitadas y la asignación de recursos financieros por parte de la administración distrital para garantizar el acceso diario a la comida para todos los ciudadanos.

En Colombia han muerto 237 niños por desnutrición en lo que va de 2023, según cifras del Instituto Nacional de Salud (INS), mientras el aumento de la pobreza extrema asciende a 6,9 millones de personas, alertó este viernes la red de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco).

“Hay 130.000 personas nuevas que viven con un promedio mensual de 198.000 pesos (unos 46 dólares) y no les alcanza para acceder a una canasta básica de alimentos”, señaló Abaco en vísperas de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el próximo lunes.

La desnutrición en Colombia en los menores de cinco años causó la muerte de 377 niños, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), “más de uno al día”, siendo la cifra más alta de la última década.

Además, más de medio millón de menores de cinco años se encuentran actualmente con desnutrición, lo que provoca que “su cuerpo no crece, su cerebro no crece y esto es irreversible”, señaló el director de Abaco, Juan Carlos Buitrago.

“Está demostrado que estos niños tendrán 14 % menos de coeficiente intelectual y 54 % menos de ingresos en la vida adulta porque serán personas menos inteligentes a causa de los problemas alimentarios”, señaló Buitrago.

La Guajira, uno de los lugares más desiguales de América Latina, es el departamento colombiano donde los niños han sufrido más las consecuencias de la desnutrición con 54 muertes, seguido del Chocó con 36.

Los departamentos que sufren de inseguridad alimentaria moderada o grave la encabeza La Guajira, con el 59,7 % de la población en esa situación. Le siguen Sucre (47,9 %), Atlántico (46,1 %), Magdalena (45,3 %) y Chocó (43,2 %).

Con información de EFE.