Aunque el Dane reveló descenso en inflación en enero 2024, aún continúa siendo de las más altas de la región

Luego de que 2023 cerrara con una cifra inflacionaria de casi el 9,3%, según entidades como el Departamento de Planeación Nacional, los colombianos comenzaron a sumar esperanzas por una desaceleración en el IPC, que, en consecuencia, se verá reflejada en una disminución de los precios de los artículos y alimentos de consumo diario.

Así sucedió. Cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística se destacaron un movimiento en dicho índice. Para el primer mes del 2024 Colombia se destacó con una tasa de inflación del 8.35%, lo cual fue celebrado, incluso, por el presidente Gustavo Petro. De hecho, realizó comparaciones con las cifras económicas que resultaron durante la gestión de Iván Duque. Sin embargo, esta cifra aún estaría alta si se analiza la inflación de otros países.

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“Volvió a bajar fuertemente la tasa de inflación. Está en 8,35 anual. El salario mínimo lo subimos en 12 %, así que si logramos mantener el descenso de la tasa inflacionaria, los trabajadores (a)s de Colombia tendrán un nuevo ascenso de su nivel de vida en términos reales igual o mayor que el año pasado”, aseguró el mandatario en su cuenta de X.

Y agregó: “El más importante dato es que bajamos la tasa de inflación de alimentos del 26% anual a 4,5% anual. Y que la participación de las personas asalariadas, las y los trabajadores, en la riqueza nacional pasó del 29,4% del PIB al 32,3% del PIB”

Pero pese a esta disminución, la inflación del país aún se posiciona entre las más altas de la región. Aunque la cifra actual representa el décimo mes consecutivo de descenso, contrasta significativamente con la deflación experimentada por Costa Rica, que registra una inflación de -1,87%. Pero sigue en la lista, luego de las extremadamente altas tasas de anuales de Argentina y Venezuela, con 211% y 193% respectivamente.

Pero la realidad inflacionaria en Colombia que muestra un descenso no siempre es motivo de alegría, pues refleja una compleja dinámica económica en donde, según Mauricio Jaramillo, profesor de la Universidad del Rosario “no siempre una reducción de la inflación es una buena noticia. En Colombia lo es porque había muchos temores, pero lo ideal es que no se haga a expensas del consumo”, como citó el diario económico La República.

Ahora bien, el mismo medio contrastó esta posición en complemento con la postura del analista económico Jhon Torres, quien subrayó la división en la región, en términos inflacionarios: “En América Latina tenemos dos grupos de países... por un lado, Argentina y Venezuela con una inflación muy elevada... y hay otro grupo con tasas de inflación cerca a 5%...”, en referencia a que Colombia superaría en gran manera ese porcentaje. Uruguay, por su parte, también lo superó, pero con muy pocos decimales porcentuales (5,09%).

Ahora bien, la situación de Colombia es una muestra de cómo los efectos de medidas macroeconómicas que intervienen en el comportamiento de la inflación. Por ejemplo, como citó La República a Diego Palencia, vicepresidente de investigaciones en Solidus Capital Banca de Inversión, “nuestra inflación es mayor porque venimos de ocho a 12 meses de altas tasas de interés que frenaron la demanda y el consumo de una manera muy agresiva”.

Por tanto, las acciones del Gobierno en materia económica hacia la disminución de la inflación ha provocado debates acerca de las estrategias económicas para garantizar un crecimiento sostenible. No obstante, los analistas apuntan a la necesidad sin sacrificar el consumo ni ahuyentar a los grandes inversionistas, particularmente en sectores como el petrolero y el minero.

Por otro lado, países como Chile y Ecuador presentaron inflaciones de 3,8% y 1,35% respectivamente, que mostraron en cierta medida un control más eficiente sobre este fenómeno económico.