Un empresario residenciado en Colombia recibiría parte de la millonaria herencia de Silvio Berlusconi

A cuatro meses de la muerte del magnate y político italiano, Silvio Berlusconi, siguen conociéndose posibles herederos de su fortuna, avaluada en 6.900 millones de euros.

Inicialmente, los herederos de Berlusconi fueron sus cinco hijos: Pier, Marina, Barbara, Eleonora y Luigi. Luego dejó 30 millones de euros a quien consideraba su mano derecha, Marcello Dell’Utri, que a pesar de haber estado en prisión por negociar con la mafia siciliana creó el partido Forza Italia, con el que Berlusconi llegó a ser primer ministro en 1994.

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Y finalmente, en su testamento del 19 de junio de 2022, sellado cuando el también presidente del AC Milán parecía estar perdiendo la batalla contra la leucemia, heredó 100 millones de euros Marta Fascina, su última pareja sentimental, y otros 100 a su hermano Pablo.

Pues bien, a comienzos de octubre parece sumarse a la lista el empresario italiano Marco Di Nunzio, con domicilio en Colombia, que habría sido amigo de Berlusconi durante varios años.

Así lo dio a conocer la prensa italiana luego de que Di Nunzio presentará una notaría de Napóles otro testamento, del 21 de septiembre de 2021, supuestamente firmado por el tres veces primer ministro.

Según comentó su abogado, Erich Grimaldi, al ser depositado y publicado, “el documento ha adquirido validez en todos los aspectos y tiene que ser considerado oficialmente e incluirse en la práctica sucesoria de Silvio Berlusconi”.

El documento indica que el excandidato por el Movimiento Bunga Bunga a la presidencia de Lombardía –región del norte de Italia– pasará a tener el 2% de las acciones del grupo Fininvest, que cuestan alrededor de 26 millones de euros.

Además, su amistad con el magnate de los medios de comunicación europeos le habría otorgado la totalidad de las acciones de la sociedad propietaria de Berlusconi en Antigua y Barbuda, así como algunas embarcaciones, entre las que se encuentra la célebre Principessa VaiVia.

Tras batallar durante tres meses con la leucemia, Silvio Berlusconi falleció la mañana del lunes 12 de junio en las instalaciones del hospital San Raffaele de Milán.

A sus 86 años, ingresó el viernes 9 de ese mes para realizarse los “controles programados de su conocida patología hematológica”, que, para entonces, no respondían “a ningún aspecto crítico o alarma”.

Sin embargo, a raíz de una infección pulmonar su estado de salud fue desmejorando hasta producirse su deceso, luego de recibir en su habitación del San Raffaele a sus cinco hijos, a su querida novia –53 años menor– y a su hermano Pablo.

Según su médico de confianza, el doctor Alberto Zangrillo, el político italiano estaba en tratamiento por “una condición hematológica crónica de la que es portador desde hace tiempo: la leucemia mielomonocítica crónica”, que, sin embargo, no evitó hiciera dos últimas apariciones en video.

La primera, invitando a sus votantes a apoyar a la derecha en las elecciones regionales, y la segunda, celebrando que pronto podría salir del hospital para asistir a la convención de su partido.

Durante su etapa como empresario desarrolló la primera red de canales privados que superaron en raiting a la televisión pública italiana; adquirió la empresa publicitaria más grande del país, y varios medios de comunicación, entre ellos Il Giornale, La Repubblica y L’Espresso.

Mientras tanto, en su faceta como político ocupó varias veces el cargo de primer ministro, senador y diputado, empezando con partidos de derecha, como Forza Italia y ganando en 2006 con una coalición de centro-izquierda.

Y su amor por el fútbol lo llevó a incursionar en el deporte, comprando el AC de Milán y utilizando a jugadores de renombre para ganarse el cariño de los italianos antes de ir a las urnas, motivo por el que también, fue conocido por la prensa internacional como el hombre que politizó el calcio.