De la queja por el "piripipí" a un particular elogio para Sica

El detrás de escena de la queja de un empresario al escuchar la conferencia del ministro de la Producción

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Dante Sica y José Urtubey (Gentileza Rotary Club Buenos Aires)
Dante Sica y José Urtubey (Gentileza Rotary Club Buenos Aires)

La expectativa que generó la presencia del ministro de la Producción Dante Sica obligó a agregar mesas en el salón del subsuelo del hotel céntrico. Mientras los mozos servían el primer plato, el fundador de la consultora ABECEB ingresaba y se sentaba en la mesa principal con el presidente del Rotary Club Buenos Aires, Ubaldo Aguirre; con el ex presidente Luis Ovsejevich; con socios como Guillermo Hang; el empresario Martín Cabrales; Gerardo Della Paolera; Oscar Cecci; Jorge Rosales, presidente del Automóvil Club Argentino invitado especialmente y el integrante de la UIA, José Urtubey, además del socio y gerente de Relaciones Institucionales de La Rural Juan Pablo Maglier.

Tras la ensalada verde con palmitos, atún y tomates cherry confitados, el secretario Juan Javier Negri invitó a disertar a Sica. Le advirtió, un poco en broma y un poco en serio: "Lo que nos diga de bueno será música para nuestros oídos".

Sica se ganó a sus anfitriones al recordar que fue presidente de Interact Club en La Plata, la versión rotaria de adolescentes y jóvenes, aunque no recibió más aplausos que los formales al terminar.

El ministro intentó llevar tranquilidad sobre la economía, la producción, el costo laboral y el futuro de la Argentina. Sin embargo, al responder una de las últimas preguntas de Clara Mariño, coordinadora de las conferencias del Rotary, se lo notó ofuscado. "No es piripipí", retrucó al médico Gustavo Criscuolo, titular de Medical's, aunque tal vez sin saber a quién le respondía porque apenas se oyó el reclamo desde esa mesa. Con firmeza y un poco molesto, el funcionario explicó los esfuerzos que hace mientras algunos comensales se miraban sin entender. "Es fácil hablar desde un Excel, lo difícil es estar acá", siguió Sica que acababa de reconocer que el mayor ajuste lo hicieron los privados y no el Estado.

Cuando Sica se retiró sin hacer declaraciones a los medios presentes, el "piripipí" siguió en debate. Mientras Criscuolo explicaba que cree que el Gobierno ya debería tener respuestas y "no promesas a futuro", otros rotarios, empresarios varios de ellos, defendían al ministro. "Pone el cuerpo", decía uno que le reconoce el esfuerzo.

Urtubey, industrial salteño e integrante de la UIA, acompañó su elogió con una crítica: "Dante es un gran ministro. Lástima que está condicionado por la macroeconomía. Está sin margen de maniobra", se lamentó.

Cerca del hermano del gobernador Juan Manuel Urtubey, Cabrales intentó bajarle el tono al roce y recordó cuando producía y vendía alpiste para canarios con la marca "Piripipí" que años después cedió a un colega.