La movilización por el 8M dejó en claro que no hay vuelta atrás en la sociedad respecto al espacio y reclamos femeninos. Más allá del debate por el aborto que genera una grieta en Cambiemos, en el acto en el que el Presidente presentó el proyecto de ampliación de licencias y de equidad salarial para varones y mujeres, reivindicó a su fuerza política por el lugar que le da a las mujeres.
Un día después, el viernes, en el encuentro nacional del PRO se habló de reelección, de un segundo mandato para Mauricio Macri pero también para María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. En ese marco quedaría descartada Vidal para compartir fórmula presidencial con Macri, hipótesis que algunos barajaban en función de la caída de imagen del Presidente y la fortaleza de la gobernadora.
En el Gobierno no habría dudas de que en sintonía con los tiempos actuales a Macri debe acompañarlo una mujer. ¿Gabriela Michetti otra vez? Jaime Durán Barba, que no la tenía entre sus favoritas, apoyaría repetir esa fórmula para el 2019. Otros creen que Macri necesita un refuerzo tras el desgaste que tendrá y que viene sufriendo sobre todo desde fin del año pasado con los debates en el Congreso.
El radicalismo hace rato que quiere funcionar como coalición y no como alianza. Probablemente insistan sus dirigentes para que un hombre de la UCR acompañe a Macri.
Sin embargo dicen que el Presidente y su círculo íntimo tienen in pectore un nombre de mujer, una mujer que como Michetti y Vidal creció en imagen por su empatía con la gente. De hecho en el acto de Macri en el Centro Metropolitano de Diseño las cámaras la mostraron varias veces. Suaviza la imagen del Presidente y tiene un diálogo fluído con los sectores más vulnerables, incluso con los piqueteros. Carolina Stanley podría ser la compañera de fórmula de Macri que cada tanto vuelve a ser visto como el jefe de Estado que tiene más amigos en sectores del poder que entre los más necesitados. Y lo que hay que ganar, una vez más, es el voto de la clase media y el del Conurbano…