Muere a los 59 años Juan Carlos Formell, pujante heredero del legado musical cubano

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Especial para Infobae de The New York Times.

Juan Carlos Formell, aclamado cantautor que se estableció en Nueva York tras huir de Cuba y que con el tiempo remplazó como bajista a su famoso padre, Juan Formell, en Los Van Van, una de las orquestas más influyentes de la Cuba posrevolucionaria, falleció el sábado durante una presentación en la ciudad de Nueva York. Tenía 59 años.

Su muerte, causada por un infarto que sufrió sobre el escenario del Lehman Center for the Performing Arts del Bronx, fue confirmada por su pareja sentimental y musical, Danae Blanco. Formell, dijo, tenía presión arterial alta y arteriosclerosis.

Desde que huyó de Cuba a la ciudad de Nueva York en 1993, Formell había trazado su propio camino musical: lanzó cinco álbumes en solitario y obtuvo una nominación al Grammy en 2000 a la mejor interpretación latina tropical tradicional por su álbum debut, “Songs from a Little Blue House”.

Cuando su padre murió en 2014, Formell acordó continuar con su legado como bajista de Los Van Van, la orquesta de baile afrocubana cofundada por su padre. La formación actual de la banda también incluye a su hermano Samuel en la batería y su hermana Vanessa en las voces y coros.

La banda llevaba apenas unas pocas canciones de una actuación enérgica en el Lehman Center cuando Formell se alejó de su contrabajo, se inclinó como para recuperar el aliento y luego se dirigió dando tumbos hacia la parte trasera del escenario. Mientras la orquesta seguía tocando, Abdel Rasalps Sotolongo, el cantante de Los Van Van conocido como “Lele”, y Javier León Peña, ingeniero de sonido, lo asistían fuera del escenario cuando se desplomó cerca del telón.

La orquesta hizo una pausa de más de media hora y luego hizo un breve anuncio de que Formell estaba teniendo problemas de salud y regresó para terminar el set, tocando durante casi una hora, dijo en una entrevista telefónica un amigo, el músico Ned Sublette, quien estuvo presente.

Formell pertenecía a la cuarta generación de una de las familias musicales más famosas de Cuba. Su bisabuelo, Juan Francisco, fue un popular director de orquesta. Su abuelo, Francisco Formell, fue director de la Filarmónica de La Habana y arreglista de los Lecuona Cuban Boys, una popular orquesta a partir de la década de 1930.

Su padre, Juan Formell, junto con los otros gigantes de la música cubana, César Pedroso, conocido como “Pupy”, y José Luis Quintana, conocido como “Changuito”, fundaron Los Van Van en 1969, fusionando géneros afrocubanos tradicionales como el son cubano con elementos de rock, soul y disco.

Con la bendición del gobierno cubano, la banda recorrió el mundo durante décadas y ganó seguidores en todo el mundo. Obtuvo un Premio Grammy en 2000 a la mejor interpretación de salsa por su álbum “Llegó…Van Van”.

A pesar de su apellido, el camino de Formell hacia el éxito musical no fue fácil.

Juan Carlos Formell nació en La Habana el 18 de febrero de 1964. Fue el mayor de los tres hijos de Juan Formell y la cantante de cabaret Natalia Alfonso.

Cuando tenía 3 semanas de nacido, sus padres lo enviaron a vivir a las afueras de La Habana con sus abuelos paternos. Su abuelo, el director de orquesta, había sido condenado al ostracismo por el gobierno de Castro por ser parte de la vieja guardia. Formell le contó a Los Angeles Times en 2000 que otros niños solían burlarse de él por tener agujeros en los zapatos.

Aun así, fijó su rumbo hacia la música: estudió en los conservatorios Alejandro García Caturla y Amadeo Roldán de La Habana y más tarde en la Escuela Nacional de Arte de Cuba.

Formell ya componía en su adolescencia y estudiaba bajo con Andrés Escalona de la Orquesta Sinfónica de La Habana. Luego, pasó a tocar el bajo con el pianista de jazz Emiliano Salvador.

También era un guitarrista talentoso y esperaba labrarse una carrera como cantautor. Estuvo influenciado por el afrocubanismo, el movimiento artístico cubano que se centró en la identidad negra, así como por el movimiento negrista en la poesía, en particular la obra de Nicolás Guillén.‌ Pero se sentía incapaz de expresarse libremente bajo las restricciones de la industria musical cubana controlada por el gobierno, contó su exesposa, Dita Sullivan, en un correo electrónico.

“Cuando todavía tenía 20 años, en un momento en que la mayoría de los músicos están llenos de esperanza”, dijo en una entrevista radial de 2001, “estaba resignado a un futuro de marginación”.

En 1993, mientras estaba de gira con la orquesta de baile Rumbavana en México, Formell desertó, cruzó el río Bravo cerca de Laredo, Texas, y finalmente se instaló en la ciudad de Nueva York. La transición no fue sencilla.

“Cuando te vas de Cuba, no existes”, dijo Formell en una entrevista de 2005 con el Chicago Sun-Times. “Vienes aquí, eres invisible. Vienes aquí y a nadie le importa. Si quieres desertar, será mejor que tengas un sistema de apoyo”.

Aun así, construyó una carrera como solista y con varios conjuntos en clubes de jazz de Nueva York antes de lanzar su álbum debut nominado al Grammy. Formell siguió con “Las calles del paraíso” en 2002 y “Cemeteries & Desire”, una reflexión de 2005 sobre los sabores musicales latinos de Nueva Orleans, junto con “Son radical” (2006) y “Johnny's Dream Club” (2008), que según una reseña de Village Voice conjuró “un hechizo inolvidable”.

Su música, arraigada en el filin, un género romántico de la música popular cubana con influencias del jazz, así como en el son cubano, un estilo tradicional que mezcla influencias españolas y africanas, celebró la belleza natural de su tierra natal, así como su complicada historia.

“Aunque mis canciones no hablan específicamente de política”, dijo en una entrevista de 1996, “reflejan la realidad de Cuba desde mi perspectiva y no desde la perspectiva del sistema”.

Además de Samuel y Vanessa, Formell deja atrás otros familiares como sus otras hermanas, Elisa Formell Alfonso y Paloma Formell Delgado, así como otro hermano, Lorenzo Formell González. Sullivan y Formell se separaron en el 2012 y se divorciaron en el 2021.

En una publicación de Facebook que anunciaba su muerte, Los Van Van afirmaron que continuarían su gira por Estados Unidos, “rindiendo homenaje a Juan Carlos en cada actuación, cada nota musical, en cada elección de Vanvanero, tal como Juanca hubiera querido”.