Rafael López Aliaga: perfil del ultraderechista que inicia su mandato como alcalde de Lima

El hoy alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga, no es una figura nueva en el escenario político. Durante los últimos dos años fue el protagonista de diversos titulares a partir de sus polémicos comentarios en torno al feminismo, la eutanasia, la violación de menores de edad, entre otros. Aún así, logró el respaldo de poco más de 26% de limeños y limeñas en las recientes elecciones regionales y municipales de 2022.

Como una figura desapercibida, López Aliaga entró al ruedo político en el 2007 cuando bajo la Alianza Electoral Unidad Nacional se convirtió en regidor provincial de Lima. Aquel periodo de gobierno estuvo a cargo de Luis Castañeda Lossio, figura de quien el hoy alcalde de Lima heredó el partido Solidaridad Nacional. Posteriormente, la agrupación pasaría a llamarse Renovación Nacional y a ostentar el color celeste que le caracteriza.

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En el 2011 tentó una curul en el Congreso de la República, pero tan solo obtuvo 11,150 votos. Tras la disolución del Parlamento en el 2018, Rafael López Aliaga presentó su partido en las elecciones extraordinarias de la mano de integrantes del fujimorismo como Rosa Bartra y Yeni Vilcatoma. Sin embargo, los resultados no favorecieron a ninguno de sus candidatos pues no obtuvo escaño alguno.

Aún así, el nombre Rafael López Aliaga no resonaba entre la ciudadanía hasta que confirmó su postulación a la presidencia de la República para las elecciones generales del 2021. Su popularidad aumentó al mostrarse como un candidato conservador, que intentaba alejarse de la desprestigiada clase política y que, sobre la base de insultos, atacaba tanto a sus adversarios como a periodistas que cuestionaban su figura.

López Aliaga quedó tercero en las elecciones generales por detrás de Keiko Fujimori quien perdió la segunda vuelta frente a Pedro Castillo; sin embargo, el líder de Renovación Popular obtuvo un importante respaldo de la ciudadanía limeña. Este quedó segundo detrás de Hernando de Soto. Es así que, poco después de confirmarse su derrota, el autodenominado ‘Porky’ anunció su intención de ser alcalde de Lima.

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La campaña por la alcaldía de Lima fue breve, duramente poco más de un mes los candidatos procuraron hacer públicas sus propuestas, aunque también primó los ataques, sobre todo entre los que figuraban primeros en las encuestas. Tanto Rafael López Aliaga como Daniel Urresti de Podemos Perú buscaron la confrontación, hecho que los mantuvo en el foco de atención de la ciudadanía que estaba a punto de regresar a las urnas.

López Aliga fue duramente cuestionado por evitar confirmar si reconocería los resultados de las elecciones de resultar perdedor. Finalmente, el domingo 2 de octubre los primeros resultados oficiales lo perfilaban como el futuro alcalde de la ciudad y su llegada al Palacio Municipal no tuvo problemas pues su principal contrincante reconoció la derrota. Es así que hoy inicia una gestión liderada por un antiguo miembro de la clase política de la mano de rostros tan conocidos como cuestionados.

El nombre de Rafael López Aliaga se hizo más conocido durante los primeros meses de la pandemia del covid-19. Cuando el mundo celebraba la elaboración de las primera vacunas y el Perú la llegada de los primeros lotes, el líder de Renovación Popular cuestionó la eficacia de las dosis y anunció que no se las aplicaría. En algún momento llegó a calificar de “genocida” al expresidente Francisco Sagasti.

Sobre las mujeres que han sido violadas, López Aliaga indicó que una salida alterna al aborto es el envío de las afectadas por “nueve meses a un hotel cinco estrellas con alimentación y piscina” mientras que sobre Ana Estrada, activista a favor de la eutanasia que busca una muerte digna, recomendó que se tirase de un edificio si acaso quería morir. El rechazo de la población a lo dicho lo obligó a pedir disculpas públicas.

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