Luis Alberto Flores Medina, el primer fascista peruano de la historia

Este personaje intentó un modelo de gobierno basado en las ideas de Benito Mussolini, pero fracasó en su disparatada gesta

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Luis A. Flores en la imagen, con traje negro y haciendo el saludo fascista. (ancestors.familysearch.org)
Luis A. Flores en la imagen, con traje negro y haciendo el saludo fascista. (ancestors.familysearch.org)

El fascismo junto al nazismo llevaron a la humanidad al borde de la destrucción entre 1941 y 1945. Esta doctrina es una ideología convertida en movimiento político y una forma de gobierno de carácter totalitario, antidemocrático, ultranacionalista y de extrema derecha que tiene como finalidad poner a un país por encima del resto basándose en criterios como los biológicos, culturales y / o históricos.

Si bien uno creería que estas ideas estaban lejos de un país como el Perú -el fascismo se propagó en Italia por el dictador Benito Mussolini-, lo cierto es que en esta parte del continente tuvo sus adeptos y hasta lograron ocupar algunos puestos en los gobiernos de turno.

Esta es la historia del piurano Luis Alberto Flores Medina, considerado por la historia como el primer fascista peruano.

Primeros años

Dibujo de Luis A. Flores en la portada de la revista fascista del partido Unión Revolucionaria (Cthulhu666)
Dibujo de Luis A. Flores en la portada de la revista fascista del partido Unión Revolucionaria (Cthulhu666)

Flores Medina nació un 11 de octubre de 1899 en Ayabaca (Piura). Tras cursar sus estudios escolares en su tierra natal, luego se trasladó a Lima para estudiar leyes en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en donde se graduaría de abogado.

Fue enviado a prisión por ser un férreo opositor al gobierno de Augusto B. Leguía, pero fue liberado tras el discurso que el teniente coronel Luis Sánchez Cerro diera en Arequipa y que ayudaría a darle fin al gobierno de Leguía. Ya en libertad, se afilió al partido Unión Revolucionaria.

Fue en este proceso electoral que el piurano fue elegido diputado por Lima en el Congreso Constituyente en 1931.

Con tan solo 32 años, se convirtió en uno de los ministros más jóvenes que había tenido el Perú hasta ese momento luego que fuera nombrado en la cartera de Gobierno y Policía. Para 1932, se hizo cargo de la presidencia del Consejo de Ministros tras la renuncia de Francisco Lanatta.

Tengo la camisa negra

Luis A. Flores tuvo una agitada vida política.  (repositorio.pucp.edu.pe)
Luis A. Flores tuvo una agitada vida política. (repositorio.pucp.edu.pe)

Tras el magnicidio de Sánchez Cerro tomó el liderazgo de la Unión Revolucionaria (UR), que ya había mostrado ciertas tendencias fascistas al estilo de Mussolini. Pero con Flores Medina el partido tomó un nuevo rumbo y ahora sus seguidores comenzaron a usar camisas negras, entonaban himnos y saludaban alzando el brazo derecho.

El UR era en toda ley un movimiento ultraconservador, ultranacionalista, católico y extremadamente totalitario y se enfrentó de manera abierta a apristas y comunistas.

“El Perú necesita el fascismo porque el fascismo significa religiosidad, conservatismo y conducta derechista, porque el fascismo comporta una posición anticomunista eficaz y asegura el bienestar y la armonía”, solía decir el piurano.

Entre las ‘hazañas’ de este nuevo fascismo peruano estaban los ataques con discursos cargados de xenofobia contra los migrantes asiáticos. Tanto era su odio y desprecio por esta comunidad que llegó crear la Liga Antijaponesa y la Sociedad Antiasiática.

Lo que algunos expertos historiadores como José Ignacio López Soria todavía ponen en tela de juicio es que si Unión Revolucionaria era un partido en verdad fascista o solo simpatizaba con algunas de sus ideas. Pero no está de más recordar que este singular movimiento llamó la atención de una parte, aunque muy pequeña, de la burguesía, empleados, burócratas, clases populares y jóvenes de la oligarquía limeña.

Yo quiero ser presidente

Luis A. Flores  con su traje de postguerra (repositorio.pucp.edu.pe)
Luis A. Flores con su traje de postguerra (repositorio.pucp.edu.pe)

Al mando de la Unión Revolucionaria, este emulo peruano de Mussolini pretendió llegar a la presidencia de la República en las elecciones de 1936, pero dicho proceso fue anulado por el presidente Óscar R. Benavides ya que el ganador de esos comicios, Luis Antonio Eguiguren, recibió ‘ayuda’ de los votantes apristas por lo tanto su victoria era ‘ilegitima’.

Al verse perjudicado por esta decisión, Luis Flores planeó un golpe de Estado en contra del gobierno de turno. Sin embargo, esta conspiración fue descubierta, por lo que el fascista fue expulsado a Chile.

Recién puede regresar al Perú en 1944 y al encontrar su partido fracturado se dedicó a su reorganización. Este esfuerzo no encontró eco para el país debido a la derrota de los países fascistas en la Segunda Guerra Mundial y al triunfo de la democracia en la mayoría de países del mundo.

En 1947 postula para senador por Piura, pero luego de ganar la alegría le dura poco debido a un nuevo golpe de Estado. Esta vez del general Manuel A. Odría. Posteriormente fue embajador del Perú en su añorada Italia y Paraguay. Tras lo cual volvió para pasar los últimos años de su vida para finalmente dejar de existir el 28 de mayo de 1969. Como no podía ser de otra manera, su tumba está al lado del general Luis Sánchez Cerro.

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