Frente a la crisis de gobernabilidad que atraviesa el país, Ipsos consultó cuál debería ser la ruta a seguir ante una eventual renuncia o vacancia de Pedro Castillo y Dina Boluarte. Los resultados señalaron que el 74% de encuestados prefiere una convocatoria de elecciones generales en la que se elija un nuevo presidente, vicepresidente y congresistas. Tras las tres últimas elecciones, ¿cómo castigó o recompensó la población a la clase política peruana?
Al asumir Pedro Pablo Kuczynski la presidencia de la república se encontró con una poderosa oposición en el Congreso representada en 71 congresistas de Fuerza Popular. Dicho Parlamento albergó a solo 18 congresistas oficialistas y fueron 35 quienes conservaron su curul. Tras la disolución del Poder Legislativo en el 2019 se esperaba que la oposición de PPK recibiera un castigo en las urnas por parte de la población.
Efectivamente, la bancada naranja se redujo en un 79% llegando a colocar solo 15 congresistas entre los que destacaron la fujimorista Martha Chávez y Diethell Columbus. Acción Popular que llegó en el 2016 con una bancada de 5 congresistas, ahora contaba con 25, la más numerosa de aquel Congreso. Alianza para el Progreso de César Acuña pasó de 11 a 22 representantes mientras que el Frente Amplio se redujo de 20 a 9 integrantes en su bancada. Ningún integrante del partido por el que postuló PPK logró un escaño.
La elección congresal extraordinaria del 2020 supuso la renovación de la clase política tras los cuatro años de enfrentamiento constante entre el poder Ejecutivo y Legislativo. Sin embargo, los roces no cesaron y fue mucho más difícil para el presidente Vizcarra lidiar con un Congreso donde no contaba con una bancada que lo respalde. La llamada “renovación” trajo consigo a cuestionadas figuras políticas del pasado como Omar Chehade (APP), José Vega (Unión por el Perú) y Manuel Merino (Acción Popular), quien asumió la presidencia por seis días tras la vacancia de Vizcarra.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Tras la delegación de la presidencia al congresista Francisco Sagasti las relaciones entre los poderes del Estado no mejoraron. Aunque hubo planes de vacancia, el mandatario logró terminar su mandato, pero fue sucedido por un Congreso donde su partido tiene una mínima representación. De los 9 congresistas que llegó a colocar el Partido Morado en el 2020, apenas logró mantener 3 escaños, cantidad que no le permite siquiera formar una bancada.
Acción Popular, partido protagonista de la crisis de noviembre del 2020, mantuvo 16 escaños. La misma tendencia la tuvo APP quien se redujo a una bancada de 15 mientras que Fuerza Popular se recuperó políticamente colocando 24 parlamentarios. Somos Perú que regresó al Congreso 2020 con 11 escaños solo mantuvo 5. Cabe recordar que esta agrupación fue una de las pocas de votó en contra de la vacancia contra Vizcarra. De la misma forma, Podemos Perú bajó de 11 a 5 escaños, aun contando con la presencia de su líder fundado, Pepe Luna, en su lista parlamentaria.
Aunque la opinión pública critique y se muestre en contra de ciertas agrupaciones políticas, lo cierto es que la población les vuelve a otorgar la confianza a través de su voto. Su representación varía dependiendo de la coyuntura política, pero finalmente consiguen un espacio en el Congreso. La ansiada “renovación” de la clase política recae en manos de los mismos partidos que son los encargados de formar y ubicar los mejores cuadros. Superado ese filtro, la población podrá elegir entre aquellos que verdaderamente podrán representarlos.
SEGUIR LEYENDO