Asesinos del periodista Luis Enrique Ramírez no han sido identificados: Fiscalía de Sinaloa

El subsecretario de Seguridad federal dijo en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador que ya había indicios para responsabilizar a supuestos autores contra el comunicador asesinado en Culiacán

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La Fiscalía de Sinaloa negó que ya hayan identificado a los supuestos responsables del asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez, aunque la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) del gobierno federal afirmó que habían reconocido a los participantes del crimen en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Hasta el momento no se cuentan con datos de prueba para afirmar la responsabilidad penal de personas o persona alguna”, precisó la fiscal del estado, Sara Bruna Quiñónez Estrada.

Me permito comentar que pese a lo anunciado este día en La Mañanera no se han concluido las investigaciones en el esclarecimiento de estos hechos

Y es que en la llamada conferencia mañanera, el subsecretario de la SSyPC, Ricardo Mejía Berdeja, presentó datos sobre la identificación de quienes estarían detrás de privar de la libertad y después cometer el crimen contra el columnista, incluso sugirió que no había elementos para vincular el asesinato a su actividad periodística.

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La fiscal de Sinaloa corrigió al funcionario federal al explicar que aún siguen las investigaciones para conocer quiénes fueron los autores materiales de este hecho cometido entre la madrugada del 4 de mayo y cuyo cadáver se localizó hasta las 10:30 horas del día siguiente en Culiacán.

Este asunto en particular es de atención prioritaria por tratarse de una privación de la vida contra un profesionista dedicado al periodismo y por ende en sí mismo un atentado contra la libertad de expresión al acallar una pluma que daba voz a las y los ciudadanos en sus escritos

Quiñónez Estrada. aclaró que están abiertas líneas de investigación que se están explorando con avances importantes, los cuales se mantienen reservados por el debido proceso y para asegurar el éxito en la indagatoria.

Reconoció que atenderá con celeridad el tema con el apoyo de la SSyPC, Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, así como informes a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión. Aunque esta última dependencia podría atraer el caso, la Fiscalía de Sinaloa tiene las intenciones de resolver sin que llegue a las instancias federales.

(Captura de pantalla)
(Captura de pantalla)

La fiscal enfatizó en que en el asesinato del periodista no descartará ninguna línea, esencialmente, aquella vinculada con sus labores. Sin embargo, la presentación de Mejía Berdeja reiteró que Luis Enrique Ramírez no había denunciado amenazas en su contra ni manifestado temer contra su seguridad recientemente.

Hasta ahora, la Fiscalía de Sinaloa ha establecido que el periodista originario de la entidad fue privado de la libertad de manera forzada antes de ser asesinado y su cuerpo localizado envuelto en plástico en un camino de terracería en Culiacán.

Las autoridades han recabado testimonios de quienes vieron cómo se llevaron al comunicador entre detonaciones de arma de fuego. El columnista de El Debate fue retenido durante varias horas y tras su hallazgo se determinó que presentaba un disparo en la pierna izquierda.

En un inicio, Quiñónez Estrada había mencionado que el sinaloense salió de casa y sus familiares se percataron de eso, sin embargo, no presentaron ninguna denuncia.

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Medios locales han consignado que Luis Enrique Ramírez discutió con un grupo de hombres armados y ellos fueron quienes lo secuestraron. Presuntamente, estos sujetos le causaron múltiples golpes en el cuerpo y finalmente lo asesinaron con golpes en la cabeza para causarle traumatismo craneoencefálico.

La Fiscalía de Sinaloa no ha reportado cuántos conformaban el grupo de agresores, sin embargo, agentes periciales recolectaron indicios en el sitio donde fue levantado. Ahí se localizaron restos de sangre que corresponderían a lesiones del periodista, casquillos percutidos, un huarache y un teléfono celular con la pantalla destruida, equipo del cual no se ha determinado el propietario.

Las autoridades igual buscaban cámaras de videovigilancia que puedan mostrar recorridos del auto en que privaron de la libertad y después abandonaron el cuerpo del columnista de 59 años.

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