De acuerdo con el doctor Reyes Haro, especialista del sueño y ex director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México: “1 de cada 3 mexicanos tenemos un trastorno de sueño siendo los más comunes el insomnio y la somnolencia ocasionada por el ronquido principalmente”.
Pero dichos trastornos, además, están ligado directamente con el sobrepeso y la obesidad, que es un tema de salud pública ya que México ocupa el segundo lugar con mayor obesidad en el mundo, justo después de Estados Unidos.
Según el especialista son dos las condiciones que pueden generar sobrepeso: una fisiológica y metabólica y la otra conductual. De las cuatro etapas que tenemos al dormir, la tercera es la responsable de la restauración del cuerpo; dura un 20 por ciento de la noche y ahí se producen hormonas, neurotransmisores, nuevas células, se recuperan tejidos, músculos y se producen un par de hormonas que regulan la ingesta de alimentos y la saciedad llamadas leptina y grelina.
Si se duerme mal, o si se duerme menos tiempo del que el cuerpo requiere, se afecta este proceso. Entonces las personas que tienen dificultades en esta etapa no producen suficientes hormonas de la saciedad y por eso comen de más sin darse cuenta, lo que les genera subir de peso; esa es la relación que hay entre el mal dormir y el sobrepeso. Al mismo tiempo, al no dormir bien, se tiene somnolencia durante el día y para combatirla la gente toma estimulantes: café, refrescos, chocolates, hacen cualquier cosa para estar alerta y comen alimentos ricos en calorías para que les de energía.
En sus palabras: “A todos los que trabajamos de noche nos pasa, los que se desvelan mucho son personas que fácilmente ganan peso. Al ser uno de los países con más índice de sobrepeso y obesidad y por consiguiente, esos factores ser los principales para desarrollar ronquidos y apnea del sueño, somos un país con altos índices de ronquidos”, aseguró.
El doctor recalcó la importancia de dormir bien, pues es indispensable para que el organismo lleve a cabo todas las funciones de restauración, desde el punto de vista físico y mental; se refuerza el sistema inmunológico, se restaura el cerebro y con ello las funciones cognitivas, dormir bien te da un desempeño acorde a tus capacidades durante el día, te permite sentirte bien y hacer las cosas de la mejor manera posible.
Por otro lado, no sólo la gente puede ganar peso sino que se empiezan a enfermar. Problemas físicos como el aumento de la presión arterial, el colesterol, triglicéridos, glucosa, pero también dolor: tensión muscular, dolor de cabeza, de espalda, de cuello, son consecuencias de esto. Las personas que duermen mal o menos se enferman más seguido de vías respiratorias o tienen problemas digestivos, además de que en la última etapa, en donde se restaura todo lo que tiene que ver con el cerebro, ocasiona problemas cognitivos como la falta de atención, la falta de ejecución, todo se vuelve más lento y es más propenso procrastinar.
Mencionó que hoy en día gracias a las campañas de difusión las personas están poniendo más atención, pero se sabe que se está atendiendo más por la pandemia: el encierro, las complicaciones, las pérdidas, el temor de lo que puede pasar aumentó los trastornos del sueño poniendo la urgencia de atenderse.
Destacó que actualmente lo primero que se intenta para intentar mejorar el sueño son los remedios caseros, luego van donde el farmacéutico y toman medicamentos como antihistamínicos, o hechos a base de valeriana, les indican sin saber melatonina, “hoy está de moda que intenten con una copa de alcohol o el CBD (planta de cannabis), cuando nada de eso funciona ya van al médico”, explicó.
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