
La Ciudad de México esta dividida en 16 alcaldías, de las cuales, la más grande es la de Tlalpan, ubicada al sur de la Ciudad de México. A su vez, hay 207 colonias, de las cuales 11 son pueblos y 7 son barrios originarios.
Cada una de las alcaldías lleva un nombre particulares, los cuales tienen un significado y existen desde hace siglos. Tal es el caso de la alcaldía Iztacalco, ubicada al oriente de la Ciudad de México, y la cual colinda, al norte, con Cuauhtémoc y Venustiano Carranza; al sur con Iztapalapa, al poniente con Benito Juárez y al oriente con el Estado de México.
Uno de los datos más relevantes de Iztacalco, es que es una alcaldía aún más antigua que la misma ciudad de México-Tenochtitlan, pues la población de Iztacalco fue fundada en 1309, cuando Tenochtitlan se fundó en 1325. La ahora alcaldía fue un importante puerto de tránsito para las canoas y trajineras que surcaban en el Canal de la Viga para proveer de alimentos a la Ciudad de México. Su conformación urbana original, a base de chinampas y canales de agua, se traduce hoy en día en sus calles y estrecho callejones de trazo irregular.
Iztacalco tiene múltiples interpretaciones, aunque la más aceptada de ellas es “en la casa de la sal”. Viene del náhuatl: ixtatl=sal; calli=casa; y co= sufijo de lugar. Otras interpretaciones sugieren que el nombre de Iztacalco significa lugar de casas blancas. Anteriormente, se escribía con x en vez de z, sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, se popularizó la escritura con la segunda grafía, que es la que se emplea oficialmente.

La alcaldía se identifica por un emblema que representa una casa al estilo de los códices mexicas. En su techo hay un sol que irradia su luz sobre la casa, y en el interior de ella hay un grano de sal, y sobre la sal, dos glifos que representan sendas gotas de lluvia. Durante la década de 1980, este emblema era contenido por un escudo de color naranja, pero a partir de 1997, el escudo fue sustituido por un círculo y el emblema fue rediseñado, aunque en realidad incluye los mismos elementos.
Debido a la posición en medio de la laguna del valle de México, el territorio de Iztacalco fue ocupado tardíamente, en comparación con otras partes de la Ciudad de México. Sus primeros habitantes estaban relacionados con las tareas de extracción de sal, de las aguas saladas de Texcoco. Esto es algo que puede observarse en el mismo emblema delegacional, que es una copia del glifo que aparece en el códice Mendocino. En él, Iztacalco es representado por una casa con un filtro para la separación del agua y el mineral.
Durante el largo peregrinar de los mexicas por la cuenca de México, establecieron su penúltima residencia en el islote de Iztacalco, antes de fundar su ciudad principal, Tenochtitlan. Luego de la conquista, en 1521, Iztacalco perteneció políticamente a la parcialidad de San Juan de Dios, de la nueva Ciudad de México. En la época virreinal, los franciscanos evangelizaron este lugar, en el que fundaron el Templo y Convento de San Matías, hacia 1564, manejados solo por dos frailes, pues la población apenas era conformada por 300 indígenas. A finales de este periodo, y por la condición de pueblo chinampero, sus habitantes eran, sobre todo, agricultores, floricultores y productores de plantas de forraje. Aquí se daban chícharos, amapolas, claveles, azucenas, margaritas y rosas de Castilla.
Para el siglo XIX, Iztacalco dependió del distrito de Tlalpan, en el Estado de México. Para 1900, ya como municipio, formó parte de la prefectura de Guadalupe Hidalgo, una de las seis en que se dividió el Distrito Federal, y para 1929 se convirtió en Delegación Política.
SEGUIR LEYENDO:
Más Noticias
700 años de Tenochtitlan: cómo un pueblo errante y repudiado se convirtió en el poderoso imperio de América
La fascinante la historia de cómo un puñado de personas con un sueño buscaron su identidad, fueron obligados a vivir en un islote marginal y lograron alianzas poderosas en el continente

La mujer que dobló al sistema y llevó el feminicidio a la SCJN para hacer justicia por su hija, que no se suicidó
La incansable lucha de Irinea Buendía hizo que las autoridades judiciales reconocieran la negligencia del caso de su hija Mariana Lima, pero además la gravedad del problema y las omisiones de las autoridades

David Alfaro Siqueiros en la prisión de Lecumberri: vida y obra del muralista en el “Palacio Negro”
El artista fue detenido acusado de disolución social y del intento de asesinato de Trotski. Esta es la historia poco conocida de su etapa como interno en una de las prisiones más duras en la historia

Qué es la meningitis, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla
En algunos casos, esta enfermedad mejora sin tratamiento en algunas semanas, pero en otros pueden poner en riesgo la vida y requerir tratamiento con antibióticos de emergencia

Hermila Galindo: sufragista mexicana, activista feminista y primera candidata a diputada federal
La histórica activista feminista fue clave en la reforma al artículo 34 de la Constitución que permitió a las mujeres votar y ser votadas



