Culturas mesoamericanas: cómo funcionaba su calendario y cada cuánto celebraban el año nuevo

Las culturas mesoamericanas, como la maya y la mexica, medían el tiempo de manera diferente a como lo medimos ahora, y llevaban dos calendarios: uno civil y uno relacionado directamente con la élite gobernante

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Las culturas maya y mexica, tenían sus propias formas de medir el tiempo. (Foto: Instagram)
Las culturas maya y mexica, tenían sus propias formas de medir el tiempo. (Foto: Instagram)

Cada 31 de diciembre, se conmemora, en el mundo entero, el final de un ciclo. Se termina un año, y comienza uno nuevo, en el que vemos diversas oportunidades para mejorar ciertos aspectos de nuestras vidas, y reflexionamos sobre lo bueno y lo malo que pasamos a lo largo del año que concluyó.

Alrededor del mundo, se tiene la costumbre de reunirnos con nuestros seres queridos, brindar por el inicio de un mejor año, y darnos buenos deseos. Sin embargo, estas tradiciones llegaron a México con la llegada de los españoles a América, en 1519. Tras la conquista de México, la cual fue liderada por el español Hernán Cortés, hubo una mezcla de tradiciones y conmemoraciones tanto españolas como mexicanas. Una de estas tradiciones, traídas de Europa, fue precisamente el celebrar el año nuevo con el calendario gregoriano. Anteriormente, las culturas mesoamericanas, tenían otra forma de celebrar el inicio y el fin de un ciclo, además, llevaban un calendario diferente al que ahora conocemos.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explica, en su portal de internet, que la cultura Mexica, una de las más representativas de Mesoamérica durante la época prehispánica, celebraban el año nuevo en honor al Dios del Fuego Xiuhtecuhtli, quien era el encargado de la regeneración del mundo. Por otra parte, señala la dependencia en su portal, los mayas, otra de las culturas mesoamericanas más importantes, efectuaban una gran fiesta durante el mes Pop, que era hacia julio.

El INAH menciona que, resulta interesante observar cómo, a pesar de la geografía del país, tan amplia y diversa, los ritos para dar la bienvenida a un nuevo año se repite en diferentes culturas, e incluso, trascienden en el tiempo. Entre las culturas mexica y maya las festividades, al igual que ahora, comprendían la preparación de platillos especiales, ritos corporales, limpieza del hogar, bailes ceremoniales y, en general, el deshecho de lo viejo.

Alan Montellano es historiador egresado de la FFyL de la UNAM.
Alan Montellano es historiador egresado de la FFyL de la UNAM.

Allan Job Montellano Jiménez es historiador egresado de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha participado en algunos coloquios, como en los Encuentros de Estudiantes de Historia, desde el 2014 hasta el 2019; también ha participado en eventos de talla internacional, como el Congreso Internacional de Mayistas, entre otros, y ha colaborado con diversas publicaciones.

El historiador explica, en entrevista para Infobae México, que las culturas mesoamericanas tenían un calendario completamente diferente al gregoriano, que es el que manejamos en la actualidad. “En el aspecto maya y mexica, que son las culturas más populares, pues desafortunadamente se invisibiliza a muchos pueblos, pero si hablamos de calendarios, podemos hablar de un calendario mesoamericano, este era una combinación de varios calendarios, por así decirlo”, menciona.

Dice que en nuestro caso, tenemos los días, las semanas, el mes, y el año, y de ese año, puede ser un lustro, una década, un siglo, un milenio, etc. “Más o menos así tenían el calendario mesoamericano, los mayas, por ejemplo, se llamaba Tzolkin, que era un calendario de 260 días, era un calendario ritual, que estaba relacionado directamente con la élite gobernante y con los astros”, explica.

Dice que los investigadores aún no pueden descifrar por qué dicho calendario duraba 260 días, aunque hay conjeturas que señalan que tal vez sea porque es un periodo muy cercano al de gestación, que son nueve meses, aunque no son exactamente 260 días. Otra hipótesis que se tiene, es que puede estar relacionado con las temporadas agrícolas, aunque tampoco coincide del todo. “Otros decían que era la órbita de mercurio, pero tampoco coincide exactamente, entonces aún hay varias dudas”, menciona.

El otro calendario, era el Haab, el cual estaba destinado a la parte civil, a la población en general. “Este sería de 360 días, más cinco días que se les conoce como cinco días nefastos, dependiendo el autor, pero eran cinco días, conocidos como nemontemi, en los que no se hacía absolutamente nada, esos son los dos calendarios principales, Tzolkin de 260 días, y Haab, de 360 más cinco”.

Los calendarios de las culturas mesoamericanas eran muy distintos al calendario gregoriano que manejamos en la actualidad.  (Archivo digital MNA / IG: mnantropologia)
Los calendarios de las culturas mesoamericanas eran muy distintos al calendario gregoriano que manejamos en la actualidad. (Archivo digital MNA / IG: mnantropologia)

Montellano menciona que, juntos, los calendarios van a formar algo conocido como Rueda Calendárica, y con la unión de los dos ya se puede hablar de un calendario completo. “Nosotros podemos decir: hoy es 21 de diciembre de 2021, y podemos hablar de un 21 de diciembre de 1999, sin embargo, si solo tiene estas ruedas calendáricas por sí solas, como son ciclos, no sabes qué ciclo es, eso es ya lo complicado, por ejemplo, yo te puedo decir, para los nahuas, un año uno caña, ¿Pero uno caña cuál? Porque se va a repetir cada 260 días, eso es lo complejo, por eso tienen que unirse estos dos calendarios”, recalca el historiador.

Dice que “las ruedas se repiten cada 52 años, y cada 52 años, los investigadores lo conocen como el Siglo Mexica, o el siglo mesoamericano, porque cada 52 años se vuelve a repetir y vuelven a coincidir estas ruedas calendáricas”.

El experto señala que cada una de las culturas tenía un sistema que partía en diferentes fechas para el inicio de un año nuevo. “Se ha presupuesto que una fecha de inicio, o sea, donde inicia prácticamente todo, es un 13 de agosto de 3114 A.C., y ahí lo marcan como el inicio del calendario, que en este caso sería muy maya, inclusive es una fecha mítica, pues si nos remontamos a esa fecha arqueológicamente no existen civilizaciones en este tiempo, diríamos que las primeras civilizaciones serían la zona Olmeca, esta parte de Tres Sapotes, La Venta, San Lorenzo, muy cerca del Golfo de México, y eso es como del 2500 A.C., entonces esa fecha es mítica, que solo está como en la idea de los sacerdotes y de la élite”.

Menciona que el inicio de un año no existe como tal, pues es cada cierto tiempo que se reinicia este ciclo, y eso es dependiendo. “Ellos (las culturas mesoamericanas) no tenían como la percepción de un año nuevo, ellos lo que entendían era que se reiniciaba un cierto ciclo”.

El historiador pone de ejemplo lo que sucedió en el año 2012, cuando la gente pensaba que sería el fin del mundo, pues pensaban que los mayas así lo habían predicho. “Realmente lo que hacen los mayas o los grupos mesoamericanos, son ciclos, entienden el tiempo de manera distinta como nosotros lo vemos, nuestra percepción del tiempo es hacia arriba o hacia adelante el futuro, pero para los grupos mesoamericanos el pasado, por ejemplo, está hacia adelante y el futuro hacia atrás, porque en su percepción el pasado lo conocen, lo ven, está en su campo visual, pero el futuro no, está a tus espaldas, a tu nuca”.

La forma en la que medían el tiempo las culturas mesoamericanas eran muy diferentes a como lo medimos ahora.
La forma en la que medían el tiempo las culturas mesoamericanas eran muy diferentes a como lo medimos ahora.

Continúa explicando que para estas civilizaciones el tiempo era un ciclo que nunca terminaba como tal. “En el 2012, fue un reinicio, lo que tenemos por ejemplo, para los mayas, miden el tiempo de manera distinta, nosotros lo medimos contando años, ellos lo miden contando días, por ejemplo, un día es un Kin, y van sumando de 20 en 20, en este caso, en 2012 fue un final de Baktún, estamos hablando de un periodo larguísimo de tiempo en donde se reiniciaba”.

Dice que algo que se puede rescatar de estos ciclos, y que era algo muy famoso para los mexicas, eran las veintenas. “Los mexicas lo que hacían era celebrar cada 20 días, que era un periodo, a cierta deidad, como nosotros a un mes, entonces cada 20 días estaba dedicado a un patrón, que podía ser una deidad, podía ser una celebridad, etcétera, y hacían sacrificios en estas veintenas”, relata Montellano.

También dice que uno de los lugares en donde más se hacían estos rituales era el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa. “No está de más que ahí mismo se instaura este evento de la Pasión de Cristo, justamente como una especie de sincretismo religioso entre la religión nueva que llega de Europa y la religión que predomina, pues al final de cuentas decían, aquí hacen el sacrificio, pues vamos a modificarlo y eso ayudó mucho a que adoptaran mucho esta nueva religión, que al final de cuenta ahí también se hace un sacrificio, que es el de Jesús, simbólico, pero hay un sacrificio”, recalca.

Respecto a los ciclos calendáricos de los astros, el historiador comenta que si había una relación con el movimiento de la tierra alrededor del sol, tal como es ahora.

En relación a los festejos y celebraciones, explica que dependía del poblado, por ejemplo, los mexicas hacían fiestas. “Cada Fuego Nuevo, que era la fiesta más grande, el Fuego Nuevo era cada 52 años, entonces había fiestas, tomaban mucho pulque, varias bebidas, en el área maya hay una bebida que se llama balché, no es pulque, que es igual una bebida en la que se fermenta la corteza de árbol, y te embriaga.

La celebración del año nuevo como actualmente la conocemos, fue traída por los españoles tras la conquista de México. (Incendio, Adelaida) EFE / EPA / KELLY BARNES AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDA FUERA
La celebración del año nuevo como actualmente la conocemos, fue traída por los españoles tras la conquista de México. (Incendio, Adelaida) EFE / EPA / KELLY BARNES AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDA FUERA

“Hacen fiestas, en el área de los mexicas están muy relacionados con Xipe Tótec, esta deidad que se conoce como el “descarnado” o los frailes hablaban de él con este sobrenombre, porque a los cautivos tenían que quitarles la piel, y el sacerdote tenía que ponérsela como si fuera un disfraz, Xipe Tótec está muy ligado con celebraciones del Fuego Nuevo, o de un inicio de ciclo”, relata.

Por su parte, en el portal del INAH, se lee que en la cultura mexica, jóvenes de distintos barrios o calpullis, iban de caza y entregaban lo obtenido a los sacerdotes, quienes a su vez ofrendaban al fuego. También solía estirarse a los niños, con la idea de que, con esto, llegarían a ser adultos grandes y fuertes. También se les practicaba una ceremonia de oradación, o sea, perforación de las orejas, y les daban a beber pulque en tazas pequeñas. Esto era una especie de bautizo, pues incluso contaban con “padrinos”.

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