Luchadores enanos, prostitutas y drogas: el asesinato que destapó una modalidad criminal que hizo estragos en la noche mexicana

El homicidio de los luchadores mexicanos “La Parkita” y “El Espectrito” en 2009 dejó al descubierto una red mafiosa que tiene como víctimas a hombres que buscan compañía

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El video que reveló detalles sobre las mujeres sentenciadas por el asesinato de los "luchadores mini"

La historia representa uno de los capítulos más bizarros, pero al mismo tiempo más dolorosos en la memoria criminal de México: dos famosos "luchadores mini" (de talla pequeña) fueron encontrados muertos en un hotel de mala reputación donde habían estado bebiendo en la compañía de prostitutas.

En el país, la lucha libre es uno de los deportes más populares. Recientemente fue declarada Patrimonio Cultural de Ciudad de México, pero el 1 de julio de 2009 se vistió de luto, luego de confirmarse que dos de sus máximos expositores mini (como se conoce a la categoria de luchadores enanos), "La Parkita" y "Espectrito Jr." habían muerto narcotizados por dos prostitutas que pusieron en su bebida una droga, que sólo tendría que dormirlos, pero por tratarse de hombres de una estatura menor al promedio no supieron calcular la cantidad exacta y así los llevaron a la muerte.

"No es muy común que dos luchadores se hayan metido a un lugar de ese tipo y otra cosa que te sorprende es que estaban en pleno apogeo de su profesión. Nadie podía creer que luchadores como ellos recurrieran a mujeres como esas y en un hotel de esos", señaló a Infobae Noé Alvarado, periodista policial, quien cubrió el caso.

Titulares de la época que reseñaron el crimen
Titulares de la época que reseñaron el crimen

Los cuerpos de Alberto Jiménez (La Parkita) y Alejandro Jiménez (Espectrito Jr.) fueron encontrados en el hotel Moderno en una céntrica zona rodeada de bares, cantinas y prostitutas.

Un video de seguridad mostró que habían llegado al lugar acompañados de dos mujeres con las que subieron a una de las habitaciones. Horas después, ellas salieron solas. Eso despertó la sospecha de los empleados del hotel, quienes al hacer una revisión del lugar encontraron a los luchadores muertos sobre la cama.

"Tenían muchos amigos en Garibaldi (una zona céntrica famosa por ser punto de reunión de grupos de mariachis), en cantinas, en restaurantes, con los que iban a convivir después de su trabajo. Se acercaron a esas damas que creen que porque son luchadores ganan mucha dinero…", señaló a Infobae José Luis Alcántar "El Fantasma", presidente de la Comisión de la Lucha Libre de Ciudad de México.

La muerte en el mejor momento de sus carreras

La película "La Calle de la Amargura", de 2014, revive el caso de los dos luchadores

Los dos luchadores, que en la vida real eran gemelos, estaban en un buen momento profesional y personal. Alberto estaba por iniciar una gira por El Salvador y tenía casi lista la firma de un contrato de publicidad con Telcel, empresa de telefonía móvil del magnate mexicano Carlos Slim.

Él era el más popular y gracias a ello, los hermanos ya conocían a promotores con los que arreglaban directamente sus presentaciones.

"'La Parkita' era el técnico (como se le conoce en la lucha al bando de los 'buenos') y 'Espectrito' era el rudo (los malos). A 'La Parkita' lo querían mucho los niños, que son un público importante de las luchas de minis porque se emocionan con ellos porque los ven más parecidos a ellos", explicó Alcántar.

Es recordado porque una vez un niño con cáncer le pidió ayuda y no sólo le dio dinero sino que también empezó a organizar luchas en su beneficio.

“La Parkita” era el consentido de los niños
“La Parkita” era el consentido de los niños

Entre los dos existía un juramento que consistía en no beber nunca más una gota de alcohol, debido a que su adicción a la bebida les había causado en el pasado serios problemas personales. De ahí que durante sus últimos meses de vida se hicieran inseparables, uno cuidaba al otro de no recaer.

"La Parkita" y "Espectrito Jr." estaban tratando de reconciliarse con sus esposas, de las que se habían separado por culpa de la adicción al alcohol.

La autopsia realizada a los cuerpos de los luchadores reveló que habían sido envenados con dos sustancias oftálmicas depositadas en sus bebidas, lo que les habría provocado depresión y posteriormente un paro cardíaco.

Una reconstrucción de los hechos señala que un día antes de que sus cuerpos fueran encontrados, los dos estuvieron bebiendo en una céntrico bar llamado La Nueva Revancha. Una vez que abandonaron el lugar encontraron en su camino a dos prostitutas: Estela González Calva "La Tía" y María de los Ángeles Sánchez Rueda "La Gorda", aunque las versiones de las mujeres se contradicen, las dos coinciden en que llegaron con ellos al hotel.

“El Espectrito Jr.” compartía una promesa con su hermano
“El Espectrito Jr.” compartía una promesa con su hermano

Según las declaraciones de "La Tía", además de no tener dinero, ya en el hotel los luchadores las empezaron a agredir verbalmente "diciéndonos pinches putas baratas", pero la otra niega que haya existido algún tipo de enfrentamiento y culpó a su compañera de los dos crímenes.

Aseguró que incluso "La Tía" se puso de acuerdo con la recepcionista del hotel para no pagar la habitación porque sabía que sus clientes no traían dinero y el objetivo de llevarlos al hotel era robarles sus móviles, por eso se encargo de ponerles las gotas en las latas de cerveza.

Algo que sorprendió es que los mini luchadores hayan contratado los servicios de la mujeres, ya que "La Tía" tenía entonces 65 años.

Las dos fueron condenadas a 47 años de prisión y al pago de 43.000 pesos (USD 2.283) como reparación del daño y para el pago de la ayuda psicológica de los familiares de los luchadores muertos.

Una mafia al descubierto

“La Tía” se habría puesto de acuerdo con la recepcionistas del hotel para que no cobrara la habitación
“La Tía” se habría puesto de acuerdo con la recepcionistas del hotel para que no cobrara la habitación

Más allá de lo bizarro y triste de la historia, a partir de la muerte de los luchadores mini, las autoridades empezaron a poner atención en la proliferación de las llamadas "goteras", como se le llama a mujeres que coquetean con hombres en lugares públicos para luego ponerles gotas de algún medicamento en sus bebidas y ya inconscientes robarles sus pertenencias.

“La Gorda” al igual que su compañera, fue sentenciada a 47 años de prisión
“La Gorda” al igual que su compañera, fue sentenciada a 47 años de prisión

Ya en 2007 se había detenido una banda dedicada a este delito, pero es a partir de la muerte de estos dos personajes que este modus operandi se hizo famoso y nueve años después aún hay hombres que caen en la misma trampa.

Incluso en 2007 se detuvo en una zona residencial del país a una banda de goteras que usaba chocolates para dormir a sus víctimas que contactaban a través de Tinder.

La historia de "La Parkita" y "Espectrito Jr." fue llevda al cine en 2014 en una cinta llamada "La Calle de la Amargura", del reconocido director mexicano Arturo Ripstein.

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