Nacho: “Siento que Venezuela necesita un cambio espiritual”

El artista venezolano estuvo en la Argentina donde hablo de la actualidad de su pais, de sus nuevos proyectos y de la idea de vivir sin expectativa

Compartir
Compartir articulo

El cantante venezolano Miguel Mendoza, mejor conocido como 'Nacho" se encuentra en un gran momento profesional, ya que esta de gira por latinoamerica y con varios sencillos sonando en la radio.

"Nacho"nació en el estado Anzoátegui, Venezuela. Estudió Comunicación Social, dos años de Derecho y de Ingeniería electrónica. Antes de debutar como parte del dueto Chino & Nacho, formó parte del grupo Calle Ciega. Hoy se encuentra cantando como solista y en esta nota retala sus comienzos.

Con ustedes: Nacho.

—¿Pensaste que ibas a llegar tan lejos en tu carrera?

— En realidad no, yo sé que muchas personas me preguntan y les parece raro, pero yo siento que yo todo el tiempo he entendido que no es tan buena la expectativa, entonces siempre he hecho las cosas por pasión y porque las disfruto en el momento de hacerlas y ese disfrute y esa pasión puedan traer sus bonitos resultados, pero nunca pensé que algún día voy a estar delante de no sé cuántas personas, o algún día me van a ver. Siempre amé la música porque en mi familia sobre todo por parte de mamá, todos cantan, todos tocan algún instrumento y cada vez que nos reuníamos era cantar, cantar y cantar y todo el mundo se pasa la pelota, y todos veían quién iba a cantar en el momento y los demás estábamos hablando…

—¿Estudiaste algo previo a tu desempeno en la musica?

— Tres semestres de ingeniería y después hice tres de leyes porque cuando llegué a la ciudad donde vivía mi mamá empecé a cantar y me decía: por favor, estudia algo, y yo le decía: pero estoy haciendo algo, estoy haciendo música. Y me decía: no, yo quiero que tú estudies y te gradúes de algo y que tengas un diploma, un título. Estudia leyes, me decía, tú tienes mucha labia.Y en eso te va a ir bien y yo le dije a tu hermana que estudiara odontología y ella no quería y ahora ama su carrera; y empecé a estudiar y ahí también dure tres semestres más.

— Me quedo con algo que dijiste esto de no vivir con expectativa, ¿cómo haces?

— Me disfruto la vida, es lo que trato de hacer, siento que uno se busca muchos compromisos con el qué dirán y se busca muchos compromisos con uno mismo, entonces si quieres llegar hasta allá, llegaste hasta allá, entonces tienes que empezar desde ese punto a planificar nuevas metas, entonces todo el tiempo estás… así sean buenas o malas las expectativas siento que son límites también, quizás podría ir más arriba de las nubes y si tu limite es el cielo quizás no puedes ir más de eso…

— Estuviste en Venezuela hace poco ¿no?

—Sí, estuve en Venezuela.

— ¿Y, cómo fue eso?

— Bueno, ahí me hizo daño la expectativa, fijate. Porque llegué con la intención de aportar algo positivo en mi país, yo siento que por encima del desastre político que existe en Venezuela el pueblo con el pueblo necesita reconciliarse, porque tú no puedes pretender hacer caer en razón a una señora izquierdista de 85 años y deberías tener odio hacia esa persona en tu corazón porque piensa distinto y porque dentro de tus razones está que esa ideología ha llevado a Venezuela en la crisis en la que se encuentra, siento que hay rencor, que hay más resentimiento, envidias; y todos los cambios comienzan en el corazón de cada quién, entonces yo llegué, caminé, me tomé fotos con muchísimas gente…

— ¿Te recibieron bien?

— Me recibieron con mucho amor y se despidieron con mucho amor. Pero salieron fotografías de gente que imaginate, que éste se tomó una foto con un chavista, entonces las mismas personas que apoyo y las mismas personas por las que grito, se resintieron y en algún momento me dieron la espalda. Yo siento que fue un aprendizaje también, pasar por ahí, y ese aprendizaje es algo que yo estoy todo el tiempo vociferando, que es eso de andar sin expectativas y de hacer sin esperar nada a cambio.

— ¿Hiciste un show ahí, tocaste?

— No. Ya tengo como tres años sin poder hacer música dentro de Venezuela.

— ¿Y como fueron esos tres días?

— Fue un viaje express de dos días, fue un viaje en el que yo no sabía qué iba a esperar porque yo tengo amplias diferencias con el gobierno venezolano, entonces fue un riesgo, fue llegar allá y tratar de poner como fortaleza el poder mediático que muchos de los artistas tenemos, y la exposición que tenemos para llegar allá y decir: por encima de que yo esté en contra de tu ideología y de tu manera de hacer las cosas y defienda mis razones, soy venezolano y debería tener el derecho y la libertad de poder circular mi territorio sin problemas, sin sentirme perseguido y siento que al principio se logró el cometido, que fue la primera entrada, recibí escolta y custodia de parte del gobierno venezolano, porque obviamente estaban tratando de resguardar mi seguridad y que no se fuera a volver una complicación mi estadía en el país.

— ¿Y no te dio miedo ir?

—Estaba como ansioso en realidad, más que con miedo, yo confío mucho en que en Venezuela la gente me ha visto crecer, desde que soy niño, la gente me conoce popularmente desde que tengo 19 años y ya tengo 35, entonces me vieron sin cabello, sin barba, sin hijos, ahora tengo cuatro hijos, como que presenciaron todas mis etapas, entonces confío mucho en eso, me siento muy hijo de mi país, entonces eso me genera muchísima seguridad para no sentir miedo, pero es un riesgo, un riesgo de que en realidad hubiesen personas dentro del chavismo que tuvieran la gallardía y la valentía de decir: bueno, tirale los ganchos y ya. Como que espósalo.

— Claro, porque podría haber pasado…

— Pero no pasó. Y gracias a Dios para mí esa era una puerta que se abría para muchos otros compatriotas artistas que también tienen una lucha activa a través de redes sociales y a través de su arte, son protestantes y abrí esa puerta para decirles: pasen, el país por esta misma puerta que se abrió, pasen al país, no se sientan perseguidos. Y no solamente actuemos con voz de crítica, que obviamente tenemos que mantenernos en esa fuerza para poder recuperar lo que nosotros consideramos democracia, pero entrar al país a utilizar los recursos que nosotros mismos hemos ganado a través del trabajo duro y a través de nuestro arte y talento, para aportarle al país. Porque hay muchísima gente que en crisis que pasa hambre, muchísimas gente que no tiene hogar, que no está esperando por nuestras protestas, que nuestras protestas no los alimentan, no les dan un techo, mientras pasa el tiempo y nosotros decimos no, yo no voy más nunca a Venezuela, hay personas que están deseando que tú por lo menos llegues y le den un bocado todo el tiempo, que por lo menos llegues y le digas te voy a ayudar con esto y te voy a ayudar con lo otro, y era mi filosofía. Pero me salió un poquito mal.

—¿Volverias a ir?

— No, ya no quiero ir porque me siento frustrado, siento que nuestro país necesita un cambio espiritual, un cambio energético que comienza por nosotros, un cambio que una de las bases es el respeto y el temor a Dios, las ganas de ver al prójimo bien, la alegría de ver sonrisas en caras ajenas, el hecho de limar todos esos sentimientos amargos y de reconocerlos en nosotros y poder empezar a desembolsarlos, entonces me sentí como con rabia y siento que me sume a esos sentimientos, sabes que me dejé contaminar también de eso, entonces dije no, lo que vaya a ser lo tengo que seguir haciendo de corazón por encima de quién reciba golpes, yo no puedo regresar golpe con golpe, porque odio por odio es odio doble.

— Bueno, te cambio de tema, y te llevo a la paternidad ¿cómo te cambió cuatro hijos?

— Sí, 35 tengo yo. Pero mi papá tuvo nueve, nosotros somos nueve, yo soy el menor de nueve y vivimos una infancia muy rara porque éramos de tres vientres distintos, y nunca entendimos cuál era la dinámica, pero lo que sí te puedo decir es que fue muy divertido y tengo unos hermanos y unas hermanas que son increíbles, y nos unimos y nos damos fuerzas el uno con el otro, yo creo que el más despegado de todos soy yo por mi trabajo, y muchas veces entiendo que mis hermanos se ponen un poco molestos conmigo por mi ausencia pero yo sé que yo cuento mucho con ellos y a la hora de una emergencia yo voy a estar siempre para ellos también.

— ¿Donde vas a estar tocando?

— En Chile hice un concierto, pero como te dije voy a estar 31, 1, 2 y 3 creo que vamos a estar recorriendo lugares nocturnos en Chile, vamos a tratar de utilizar mis ventanas de redes sociales para mostrarles cosas que uno tiene que ver, que uno ve gracias a este trabajo, y muchas personas en el mundo no tiene la posibilidad de ver para que entiendan que el mundo es como un libro y si tú te quedas en un solo lugar es como que nada más leíste la portada.