Quién es ‘Lady al-Qaeda’, la mujer que inspiró el secuestro en la sinagoga de Texas

Se trata de una científica paquistaní que lleva más de una década detenida en EEUU bajo cargos de terrorismo

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Aafia Siddiqui, conocida como Lady al-Qaeda o como la hija de Pakistán.
Aafia Siddiqui, conocida como Lady al-Qaeda o como la hija de Pakistán.

El secuestro de 11 horas ocurrido el fin de semana en una sinagoga de Texas tenía como objetivo pedir la liberación de Aafia Siddiqui, conocida como ‘Lady al-Qaeda’ o como ‘la hija de Pakistán’.

Malik Faisal Akram, un ciudadano británico de 44 años, ingresó el pasado sábado al templo Beth Israel y secuestró a punta de pistola al rabino y a tres personas más para pedir la libertad de Siffiqui. Gracias a una valiente actuación del rabino, los rehenes lograron liberarse, el agresor terminó enfrentándose a los tiros con las autoridades que tenían rodeado el templo y finalmente murió. El hecho fue catalogado por el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como un acto de terrorismo.

El lugar del hecho (AFP)
El lugar del hecho (AFP)

Pero el caso vuelve a poner en boca de muchos el nombre de Siddiqui, quien está cumpliendo una condena de 86 años en una prisión de Fort Worth, muy cerca de donde se encuentra la sinagoga, tras haber sido encontrada culpable en 2010 en una corte federal de Nueva York de haber intentado matar miembros del servicio estadounidense en Afganistán.

Siddiqui, de 49 años, vivió en Estados Unidos entre 1991 y 2002. Durante esos años esta neuro-científica completó estudios de postgrado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y recibió un doctorado de la Universidad de Brandeis. También se sabe que en esos años se entrenó en el uso de armas y, aparentemente, este fue el período en el que radicalizó sus ideas.

Es madre de tres hijos y se casó dos veces. La primera en 1995, con Mohammad Amjad, y la segunda en 2003 con Ammar al Baluchi, conocido por ser el sobrino de Khalid Sheikh Mohammed, el cerebro detrás de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

En 2008 fue arrestada por la policía de Afganistán bajo sospechas de intentar matar al gobernador de la provincia de Gahzni. Desde entonces Estados Unidos la tiene en su lista de terroristas.

Al momento de su arresto, se encontró que tenía en su posesión notas escritas a mano que hablaban de planes de ataques con bajas masivas en objetivos específicos de los Estados Unidos como el edificio Empire State de la ciudad de Nueva York, el puente de Brooklyn, la estatua de la libertad y Wall Street. También tenía instrucciones para armar bombas sucias.

Protestas para pedir la libertad de Aafia Siddiqui en Afganistán en 2021 (REUTERS/Akhtar Soomro)
Protestas para pedir la libertad de Aafia Siddiqui en Afganistán en 2021 (REUTERS/Akhtar Soomro)

Ya estando detenida por las autoridades estadounidenses, Siddiqui logró arrebatar un rifle M-4 de un oficial y disparar contra varios agentes, hiriéndolos pero sin matar a nadie.

A lo largo de los años su nombre se ha hecho conocido por las comunidades extremistas terroristas y es vanagloriada por grupos como ISIS, al-Qaeda y los talibanes paquistaníes. Una versión de que habría sido violada en prisión por un oficial estadounidense elevó su imagen de heroína y víctima entre estos grupos que en más de una ocasión han ofrecido la liberación de rehenes estadounidenses y europeos a cambio de que Estados Unidos perdone la condena de terrorismo de Siddiqui y le deje volver a Pakistán, algo que el gobierno estadounidense jamás consideró y que iría contra todas las leyes de este país.

En 2010 su condena generó protestas en Pakistán y por algunos grupos en Estados Unidos. Yousuf Raza Gilani, quien en aquel entonces era primer ministro de Pakistán, condenó públicamente la sentencia y la llamó ‘la hija de Pakistán’, término que luego retomó el senado de ese país cuando en 2018 aprobó unánimemente una resolución que instaba al gobierno a tomar medidas concretas para la repatriación de Siddiqui.

En 2019, el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, visitó al entonces presidente Donald Trump en la Casa Blanca y le ofreció que su gobierno podía liberar al médico paquistaní Shakeel Afridi, detenido por colaborar con la CIA en un intento de identificar por ADN a Osama Bin Laden, a cambio de la liberación de Siddiqui. La Casa Blanca nunca dio una respuesta.

Sin embargo, la familia de Siddiqui condena los hechos violentos en nombre de esta científica, indicando que hechos como el del sábado en la sinagoga de Texas afectan la imagen de la pakistaní.

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