Debate por propuesta de eliminar las notarías en Colombia

Mientras que algunos proponen acabar con esas dependencias, otros sostienen que hay que mejorarlas, pero no acabarlas

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Cada una de las 911 notarías del país deberá ser verificada para que pueda ofrecer sus servicios de manera electrónica. Vía Notaría 25 de Medellín
Cada una de las 911 notarías del país deberá ser verificada para que pueda ofrecer sus servicios de manera electrónica. Vía Notaría 25 de Medellín

Si bien la eliminación o reforma de las notarías en Colombia ha sido un tema espinoso y propuesto en diversas ocasiones en los últimos años, lo cierto es que la más reciente campaña al Congreso logró llegar nuevamente el tema al centro del debate, debido a la proposición del congresista Mauricio Toro de unificar las notarías en una sola entidad y reemplazar algunos roles de estas a través de la tecnología blockchain.

Aunque para algunos resulta una propuesta necesaria para el escenario de digitalización que vive el país, para otros se trata de un proyecto que desconoce la realidad de muchos colombianos, ya que la conectividad a internet es un asunto al que no todos pueden acceder.

Para Luis Miguel González, director general de AutenTIC, plataforma especializada en procesos de autenticación digital y firma electrónica, “reemplazar a los notarios puede sonar hasta bonito para muchos, pero lo cierto es que blockchain no los sustituye. Aunque esta sin duda debería ser una herramienta que los notarios utilicen para mejorar el ejercicio de su función”.

Pero, además de eso, ¿cuáles son las razones por las que no se deben eliminar las notarías en Colombia? González expuso:

  • Las notarías no sólo ponen sellos: Si bien sí hay muchos trámites que representan costes y desgastes innecesarios que deben ser revisados, lo cierto es que en los notarios los ciudadanos encuentran asesoría y acompañamiento, sobre todo en los municipios más pequeños.
  • Blockchain no soluciona todo: Aunque es una tecnología revolucionaria que cambiará el mundo debido a que garantiza integridad y transparencia de la información, hay negocios y contratos complejos que requieren la intervención de un jurista experto. Es reduccionista afirmar que la automatización completa de servicios jurídicos como el notarial responde al sólo uso de esta tecnología.
  • El notario, representante del Estado en las regiones: En aquellas poblaciones más alejadas, el notario, sin duda, es la representación del Estado, es el jurista que asesora en asuntos de familia y de negocios a las personas. Centralizar esa función en un sistema, podría funcionar en un contexto donde haya internet para todos y una democratización adecuada de servicios jurídicos, cosa que no ocurre en Colombia.
  • La vacuna para la tramitología debe ser estructural. El problema de la tramitología excede a los notarios y tiene que ver con un andamiaje en el que ellos son sólo un eslabón de la cadena. La Superintendencia de Notariado y Registro en los últimos dos años ha avanzado como nunca en la historia en la digitalización de todo el sector. Ya existe una base jurídica para avanzar en la digitalización, es necesario entonces que se redoblen esfuerzos en promover el uso de la tecnología, los usuarios debemos exigir trámites remotos, los notarios deben apropiar las normas existentes y el Gobierno debe continuar estructurando el ecosistema.
  • Eliminación vs educación: La prestación de servicios notariales digitales ya es posible desde el punto de vista técnico y jurídico. Sin embargo, en Colombia existe el reto de promoverla, hacer campañas en las que se entienda que ya es posible realizar trámites sin ir a la notaría ni hacer largas filas allí.

De acuerdo con Carlos Abet Toro, notario 17 de Bogotá, si bien la Cuarta Revolución ha despertado la urgencia de implementar y cambiar los servicios tecnológicos notariales, Colombia necesita poner en marcha una mayor pedagogía en las notarías, para que sus funcionarios entiendan la utilidad de las tecnologías que se implementan.

“Se debe dar un cambio fundamental en términos de formación. Es decir, en lo posible, generar cursos, capacitaciones constantes, estudios especializados y todo lo que permita que el funcionario que tiene dentro de sus funciones la atención al público tenga los conocimientos necesarios y suficientes para brindar toda la ayuda y el apoyo necesario”, explicó Toro.

Asimismo, añade que al país le urge una mayor integración de las notarías con las diferentes Oficinas de Registro de Instrumentos Públicos, ya que se necesita acortar los términos que existen en todos los trámites que las une. “En la actualidad, el usuario se ve desafortunadamente afectado grandemente por esa independencia e incomunicación constante en que viven estas dos instituciones”, concluyó.

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