La historia de la detención de un joven con autismo en un centro comercial de Chile que llegó hasta la ONU

Salió por una puerta habilitada sólo para ingreso y un guardia lo increpó. Esto llevó a un altercado que aún está siendo investigado

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Según la investigación periodística, el Mall Marina no dio declaraciones por este caso (Foto www.mallmarina.cl)
Según la investigación periodística, el Mall Marina no dio declaraciones por este caso (Foto www.mallmarina.cl)

Una historia ha remecido a Chile después que se supiera de la detención de un joven dentro del espectro autista en un concurrido centro comercial. El caso tuvo tal impacto que incluso escaló hasta la ONU.

El hecho ocurrió el 10 de abril de este año cuando el joven de 21 años ingresó al centro comercial Mall Marina, ubicado en la ciudad de Viña del Mar, para ir a un supermercado, y después siguió a un grupo de personas que salían por una de las puertas sin saber que sólo estaba habilitada para acceso debido a los protocolos que se implementaron por la pandemia.

Al salir, según el medio de comunicación BioBioChile, el joven fue duramente increpado e insultado por uno de los guardias, a quien la víctima le solicitaba que moderara su lenguaje. Ante la falta de resultados, el joven admitió haber escupido al guardia, lo que generó que el guardia lo tomara del cuello y lo lanzara al piso.

Momentos después el joven se descompensó y llegaron más guardias para controlarlo. Tras el episodio, fue dirigido a un lugar “donde había algo como celdas enrejadas”, y allí lo dejaron hasta que llegara Carabineros de Chile. Solo en ese lugar, el joven llamó a sus padres para comunicar lo que había pasado.

Alertado por esta situación, el padre del joven fue en rescate de su hijo. Según BioBioChile, el lugar al que fue llevado su hijo era “una especie de calabozo, sin sillas o algún lugar donde sentarse, donde había rastros de sangre y excremento”. Al llegar al centro comercial, los guardias del recinto no le habrían dado información. Se puso a buscarlo hasta que llegó al cuarto piso donde golpeó una puerta. “Papá, te escuché golpear”, le dijo el hijo a su padre por teléfono, y ante la negativa de que alguien abriera, el hombre tumbó la puerta con una patada, sorprendiendo a los guardias que estaban ahí.

En el interior de este lugar el padre notó dos “celdas” y en una de ellas estaba su hijo con las bolsas del supermercado. Indignado por la situación, forzó la puerta para dejar salir a su hijo. No obstante, un guardia empujó al joven con autismo, lo que provocó que el padre perdiera el control, comenzando un forcejeo con los guardias.

Llegada de Carabineros

La situación continuó con el padre y el hijo al interior de la celda a la espera de Carabineros, quienes llegaron seis horas después del inicio del caso. Una vez que se hicieron presentes en el lugar el padre alcanzó a escuchar parte del diálogo en que la policía le informaba al fiscal de turno que el joven estaba dentro del espectro autista. Sin embargo, padre e hijo fueron trasladados a una comisaría. La madre los encontró y llevó medicación que requería su hijo con “anticonvulsivos y estabilizadores del ánimo”.

Padre e hijo pasaron la noche en el calabozo de la comisaría, y tuvieron que enfrentar a la Justicia a la mañana siguiente por daños simples y lesiones leves en el caso del padre, y el joven por el delito de lesiones leves. A pesar que el defensor público solicitó declarar ilegal la detención, el juez rechazó el pedido y hasta hoy siguen siendo investigados. Uno de los guardias tamién está siendo investigado.

Finalizada esta instancia, padre e hijo quedaron con medidas cautelares de prohibición de acercarse a las víctimas. Según BioBioChile, el caso ha tenido duras consecuencias para el joven, quien ha sufrido de “descompensaciones, crisis de angustia y alteraciones del sueño”. Además, lo que le sucedió le habría generado un retroceso “en su tratamiento y en su autonomía para andar solo en la calle”.

Demanda y ONU

El centro comercial presentó una querella por el derribo de la puerta, lo que fue avaluado en $193.750 (USD 211). El joven “reconoce que se equivocó, que fue un error haber salido por esa puerta y que no debió escupir al guardia. Él sabe que no puede quedar impune, tiene que tener respeto por las autoridades, eso se lo expliqué y lo entendió”, dijo el padre.

El caso llegó hasta la abogada de Derechos Humanos Karinna Fernández, quien presentó una queja al fiscal de turno, Pablo Bravo, quien ordenó detener al joven a pesar de su condición. Pero la fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich, no hizo caso al recurso manifestando que “sus fiscales no sabían de la condición” del joven. Incluso Fernández acudió al fiscal nacional Jorge Abbott, quien rechazó iniciar un sumario administrativo.

Por eso, Fernández ingresó un recurso ante el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, que depende de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos porque, a su juicio, “no debería haber ordenado la detención”, menos aún cuando Carabineros habría informado que el joven tiene autismo. Desde la fiscalía chilena se defendieron manifestando que el joven fue detenido por agredir al guardia y que “tratándose de una persona imputable, no había razones jurídicas para dejar sin efecto la detención ya practicada, sin perjuicio de la obligación que pesaba sobre Carabineros de Chile de tomar todas las medidas de resguardo necesarias para evitar cualquier tipo de autolesión o atentado contra su integridad física, medidas que entendemos fueron adoptadas pues no hubo alegaciones a este respecto en la audiencia”.

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