Cristina Pedroche a 24 horas de las campanadas: "Si fuera una despedida, que sea mi mascletá"

La presentadora cierra un ciclo lleno de expectativas y emociones al frente de la tradicional transmisión desde la Puerta del Sol, anticipando un look que promete sorprender y manteniendo la incógnita sobre su permanencia en futuras ediciones

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Mientras la cuenta atrás para la celebración de las campanadas se acerca a su fin, Cristina Pedroche ha compartido reflexiones sobre la posibilidad de que esta edición marque un cierre de etapa. Según detalló Atresmedia en el programa 'Y ahora Sonsoles', la presentadora expresó: “Nunca se sabe si las voy a volver a dar. Si fuera una despedida, quiero que sea como si fuera mi mascletá”, una comparación que alude a la intensidad y espectacularidad de ciertos eventos típicos en las fiestas españolas. De esta forma, Pedroche introdujo la incertidumbre sobre su continuidad al frente de este tradicional evento televisivo.

En la edición de 2025, Pedroche conducirá las campanadas desde la Puerta del Sol de Madrid, según publicó Atresmedia. Este año representa el duodécimo consecutivo en que la comunicadora lidera la transmisión para dar la bienvenida al año nuevo, una cifra que la propia presentadora calificó como “la de la suerte”. Durante su intervención en el espacio televisivo, Pedroche manifestó un elevado nivel de entusiasmo, mencionando que es “el año que más ganas tengo de que llegue mañana”, según reportó Atresmedia, subrayando el carácter especial que rodea esta ocasión tanto por la cifra como por las expectativas generadas en torno a su participación.

El medio Atresmedia subrayó que Pedroche no descarta continuar en futuras ediciones, pues la propia comunicadora declaró que no cierra la puerta a “seguir siendo la cara visible de las campanadas doce años más”. Con esto, si bien existe la posibilidad de un cambio, también deja abierta la opción a prolongar su presencia en el emblemático evento, siempre generando expectación en el público sobre su permanencia.

Como ya es habitual, el look elegido por Pedroche se ha convertido en uno de los elementos más esperados de la transmisión, cuestión que denominaron un fenómeno recurrente donde tanto seguidores como críticos prestan atención a su vestuario. Según consignó Atresmedia, la presentadora evitó ofrecer demasiados detalles acerca del vestido que lucirá al despedir el año, aunque sí compartió parte del proceso creativo que llevó a la elección del diseño. Pedroche relató que fue Josie, su habitual colaborador en temas de estilismo, quien le planteó la propuesta inicial en febrero, etapa en la que ella se encontraba embarazada, motivo por el que manifestó ciertas reticencias. “Le dije que no lo veía y que no lo iba a hacer. Me dejó parir y en agosto ya empezó otra vez pico y pala con la misma idea”, explicó la comunicadora en el programa.

De acuerdo con la explicación de Pedroche reproducida por Atresmedia, el proyecto le pareció inicialmente “excesivo”, hasta el punto de advertir a Josie que “la gente no lo iba a entender”. Sin embargo, la insistencia del estilista, quien resaltó que solo ella podría llevar a cabo esa propuesta, finalmente la llevó a replantear su opinión y aceptar el reto de defender la idea en público. Pedroche concluyó que el desenlace de esta colaboración y el impacto visual del atuendo se revelarán esta Nochevieja, invitando a la audiencia a esperar hasta la aparición televisiva para conocer el resultado final.

La tradición instaurada por Pedroche ha trascendido la pequeña pantalla, generando comentarios tanto a favor como en contra en redes sociales y espacios mediáticos cada año que le ha tocado protagonizar la despedida del año desde la Puerta del Sol. El medio Atresmedia recordó que su esposo, el chef Dabiz Muñoz, consolidó otra costumbre en torno a este evento: una vez pasada la transmisión, él mismo se prueba el vestido que su pareja utilizó y comparte la experiencia con sus seguidores en redes sociales, dando continuidad al fenómeno más allá del directo televisivo.

El fenómeno mediático en torno a Cristina Pedroche engloba tanto la expectativa por el vestuario como la incertidumbre sobre su futuro como presentadora de las campanadas. Según Atresmedia, la edición número doce simboliza una etapa de madurez y a la vez un momento de posibles cambios para Pedroche, quien durante la última aparición pública reiteró su deseo de que, si se tratara de una despedida, fuese recordada con la fuerza de una gran celebración popular.