Macron ensalza el legado de Brigitte Bardot, a quien describe como "una leyenda de este siglo"

El mandatario francés expresa dolor por la muerte de la famosa artista, destacando su influencia en el cine, su defensa de los animales y el impacto en la cultura nacional mientras El Elíseo resalta su papel en la memoria colectiva

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El Elíseo subrayó que Brigitte Bardot “fue aquella a través de la cual Dios creó a la mujer”, frase que remite de manera directa a su protagonista en la película ‘Y Dios creó a la mujer’, dirigida por Roger Vadim. La institución oficial difundió un comunicado tras la noticia de su fallecimiento, en el que remarcó el papel de Bardot como figura esencial tanto del cine francés como del internacional y describió su imagen como parte del imaginario nacional, además de resaltar su carácter y sus ideales. En este tono, el Elíseo indicó que Bardot representó a la perfección el arquetipo de un espíritu comprometido y libre, así como una voz destacada y comprometida con causas sociales.

Según consignó el medio, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó públicamente su pesar por la muerte de la actriz y cantante, quien tenía 91 años. En su mensaje, reproducido por la prensa internacional, Macron utilizó su cuenta en la red social X para definirla como “una leyenda de este siglo”. Describió su trayectoria a través de diversos elementos simbólicos: “Sus películas, su voz, su fama deslumbrante, sus iniciales, sus penas, su generosa pasión por los animales, su rostro que se convirtió en Marianne: Brigitte Bardot encarnó una vida de libertad”. Para el mandatario, la celebridad fallecida fue también una “existencia francesa” y un “resplandor universal”, señalando que conmovió a la nación y que su partida deja en duelo a quienes la consideraban una leyenda contemporánea.

El mensaje difundido por el presidente hizo hincapié tanto en la carrera artística de Bardot como en su activismo social durante las décadas en que mantuvo una alta visibilidad pública. El Elíseo agregó que “Brigitte Bardot fue una estrella absoluta del cine francés e internacional, la figura de la mujer en el imaginario nacional, y una voz libre y comprometida”, declaración con la que amplió el enfoque más allá de lo artístico para incluir su impacto en la cultura nacional y el debate sobre los derechos de los animales. Según el mismo comunicado, Bardot asumió un papel destacado tras retirarse del cine en 1973, momento en que, según informó el gobierno francés, optó por dedicar su vida a la defensa de los animales, identificada desde entonces como “la gran lucha de su vida”.

El texto oficial destacó, según publicó la misma fuente, que Bardot fue “una mujer libre” y que, al dejar atrás su carrera cinematográfica, inspiró a millones de seguidores y voluntarios comprometidos con la protección animal. También se hizo referencia a su influencia en la memoria colectiva nacional y a su capacidad de adherir simpatizantes a la causa del bienestar animal, representando una idea de progreso para diversos sectores sociales. De acuerdo con el comunicado, para muchos franceses y para millones de miembros y voluntarios, Brigitte Bardot constituyó un símbolo de ese avance.

La reacción del presidente y su esposa incluyó un reconocimiento público enfocado en la trascendencia internacional de Bardot y en la manera en que su imagen y sus acciones formaron parte de los ideales culturales franceses. En la misiva oficial, la pareja presidencial rindió homenaje a quien definieron como “una gran actriz, un espíritu libre, un icono que conmovió al mundo y encarnó el sueño francés”. A esta declaración, según reportó el Elíseo, se sumaron las “más sinceras condolencias” enviadas a la familia, allegados y a todos quienes valoraron la trayectoria y el legado de la artista.

Brigitte Bardot nació en París en 1934 y se consolidó internacionalmente como una de las figuras más importantes del cine francés, logrando relevancia a partir de los años 50 y 60. Su participación en películas emblemáticas —con especial foco en ‘Y Dios creó a la mujer’— marcó una nueva etapa para el cine europeo y consolidó su retrato como la Marianne moderna, símbolo de la República. Según detalló el Elíseo, su rostro e imagen pública acompañaron procesos de transformación social en Francia y la convirtieron en punto de referencia para generaciones enteras, tanto en el arte como en la cultura popular.

La carrera de Bardot abarcó no solo el cine, sino también la música y una notoriedad mediática asociada a su vida privada. En la década de 1970, cuando decidió abandonar la actuación en la cúspide de su fama, la artista dedicó sus esfuerzos a la protección de animales, fundando posteriormente la Fundación Brigitte Bardot. El Elíseo vinculó esta etapa con una redefinición de su figura pública, trasladando su notoriedad a la defensa medioambiental y de los derechos de los animales, cuestión que mantuvo hasta avanzada edad.

Entre las menciones del comunicado oficial, el gobierno francés también reconoció la persistencia y el compromiso de Bardot con asuntos sociales, y la describió como una personalidad que, desde la cultura y el activismo, contribuyó a redefinir la percepción de la mujer en la sociedad francesa y mundial. Su papel en el imaginario colectivo, según remarcó el Elíseo, se mantuvo vigente durante décadas y continúa siendo emblemático en la memoria del país.