La Justicia de Malasia halla culpable al ex primer ministro Najib Razak de abuso de poder

El tribunal confirmó que existen pruebas contundentes contra el exmandatario, en medio de uno de los mayores escándalos financieros del país, rechazando además su petición reciente de cumplir la sentencia en casa

Guardar

Najib Razak, quien entre 2009 y 2018 asumió la jefatura del gobierno malasio, permanece en prisión desde agosto de 2022 mientras espera el contenido completo del fallo judicial que sostiene que existen suficientes pruebas para considerarlo responsable de abuso de poder. La Justicia de ese país, según publicó la agencia Europa Press, ha rechazado también recientemente su solicitud de cumplir el resto de su condena en su domicilio, por lo que continuará encarcelado.

De acuerdo con Europa Press, la decisión adoptada este viernes por la Justicia malasia se inscribe en el contexto del escándalo vinculado al fondo estatal 1Malaysia Development Berhad (1MDB), considerado uno de los mayores casos de corrupción en la historia de Malasia. El juez Collin Lawrence Sequerah indicó en la audiencia que existen “claros indicios” respecto al abuso de poder por parte del ex primer ministro en torno al manejo de los fondos de 1MDB. Durante el proceso, Sequerah señaló que la idea de que Najib Razak fuese blanco de una persecución política no se corresponde con las pruebas presentadas contra él. “La idea de que existe una caza de brujas contra el acusado y de que este caso está motivado políticamente choca con las pruebas irrefutables que apuntan a que abusó de su posición en el caso del fondo 1MDB”, expresó el magistrado, según consignó Europa Press.

La investigación sobre el desvío de fondos públicos tomó fuerza en 2015, tras la publicación por parte del diario estadounidense The Wall Street Journal de transacciones que señalaban una transferencia de 681 millones de dólares (578 millones de euros) a una cuenta personal atribuida a Najib Razak. El entonces primer ministro negó las acusaciones, aunque posteriormente la Justicia malasia dio curso a múltiples causas vinculadas al fondo estatal. Najib fue derrocado en 2018 tras perder las elecciones ante una coalición liderada por Mahathir Mohamad, mientras el caso 1MDB acaparaba la atención internacional.

Según informó Europa Press, en agosto de 2022 el Tribunal Supremo de Malasia confirmó una condena de doce años de prisión contra Najib Razak, dictada por siete cargos relacionados con corrupción. Más tarde, la pena fue reducida, aunque el exmandatario permanece en la cárcel y, hasta la fecha, enfrenta otros tres cargos de abuso de poder en el contexto del mismo expediente judicial. El juez Sequerah ha remarcado que los elementos recogidos durante el proceso refuerzan la hipótesis del abuso de autoridad, además de otras prácticas ilícitas financieras que pesan en la acusación.

El ex primer ministro solicitó a la Justicia la posibilidad de cumplir el resto de la condena bajo arresto domiciliario, petición que fue rechazada hace apenas cuatro días, de acuerdo con Europa Press. El tribunal determinó que Razak debía permanecer en régimen penitenciario hasta que se resuelvan todas las acusaciones que aún pesan sobre su figura.

El caso 1MDB ha contado con la atención de la opinión pública tanto en Malasia como en el extranjero, dadas las dimensiones del dinero implicado y el entramado internacional que facilitó el flujo de fondos a cuentas personales y diferentes inversiones. Parte de las revelaciones periodísticas llevó a que instituciones financieras y autoridades extranjeras también abrieran investigaciones sobre las ramificaciones internacionales del entramado, según información difundida por Europa Press y otros medios internacionales a lo largo de estos años.

Najib Razak, de 72 años, aguarda que la Justicia haga pública la totalidad del veredicto, mientras sus abogados preparan los siguientes pasos legales. El proceso simboliza uno de los hitos del combate a la corrupción en el sector público malasio, marcando un precedente para investigaciones similares futuras, todo bajo la mirada de la sociedad y de organismos regionales e internacionales, detalló Europa Press.

El impacto de la causa se hizo visible tanto en la esfera política como judicial de Malasia, donde el caso derivó en la caída de una administración que gobernó durante casi una década y alteró el escenario político del país, planteando nuevos desafíos institucionales. Los próximos movimientos judiciales definirán tanto el destino del ex primer ministro como las conclusiones finales de uno de los escándalos financieros más amplios registrados en la región, aseguró Europa Press en su último despacho.