Reino Unido sanciona a la agencia rusa de Inteligencia Militar por el envenenamiento de los Skripal

El Ejecutivo británico impuso medidas punitivas contra oficiales vinculados con el uso de Novichok en Salisbury en 2018, tras responsabilizar al GRU de la muerte de Dawn Sturgess y reiterar la condena internacional por acciones rusas en territorio europeo

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El primer ministro británico, Keir Starmer, sostuvo que los hechos de la muerte de Dawn Sturgess permanecen como un recordatorio tras la publicación de una investigación oficial que atribuyó responsabilidad al servicio de Inteligencia Militar de Rusia (GRU). Según detalló el medio, el Gobierno del Reino Unido decidió imponer sanciones dirigidas tanto a altos miembros del GRU como a agentes implicados, luego de confirmar que la sustancia tóxica Novichok jugó un papel central en el intento de envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia Skripal en Salisbury en 2018. El ataque, atribuido a Moscú, derivó en el fallecimiento de Sturgess, quien entró en contacto de manera accidental con el agente tóxico.

De acuerdo con la información publicada, las sanciones del Gobierno británico afectan a ocho oficiales vinculados a la división cibernética del GRU, señalados por operar en relación con Yulia Skripal cinco años después del ataque inicial. Además, otros tres agentes rusos han recibido medidas punitivas como consecuencia de su participación en acciones recientes contra infraestructuras civiles en Ucrania. El Ejecutivo del Reino Unido informó que también convocó al embajador ruso en Londres a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, con el propósito de expresar formalmente el malestar británico en relación a los resultados de la investigación y recalcar la gravedad del caso.

Tal como consignó el medio, el comunicado oficial de Downing Street incluyó declaraciones en las que el primer ministro Keir Starmer insistió en la seriedad de los acontecimientos ocurridos en Salisbury, refiriéndose a la muerte "innecesaria" de Dawn Sturgess y calificando la operación como una muestra del "desprecio del Kremlin por las vidas inocentes". Starmer afirmó que el suceso "conmocionó a toda la nación" y recalcó la implicación del Estado ruso en el uso del agente nervioso Novichok en territorio británico.

Según publicó la fuente, la ministra del Interior de Reino Unido, Shabana Mahmood, también se pronunció sobre la situación tras la imposición de las sanciones. Mahmood indicó: "El uso de Novichok en Salisbury fue un ataque no sólo contra un grupo de personas, sino contra nuestro país y nuestros valores. Demostró el total desprecio del Estado ruso por la vida humana y el Derecho Internacional". Las autoridades británicas subrayaron que la operación, vinculado de manera directa con Moscú a través del GRU, representa una violación significativa de las normas internacionales y constituye una respuesta directa del Reino Unido a las actividades atribuidas al organismo de inteligencia militar ruso.

La nueva batería de sanciones del Gobierno británico se da tras la revelación de los detalles que rodearon el fallecimiento de Dawn Sturgess. De acuerdo con la publicación, la investigación determinó que Sturgess resultó expuesta accidentalmente al agente Novichok, que originalmente estaba destinado al exespía ruso Sergey Skripal y a su hija en el episodio registrado en 2018. Reino Unido ha reiterado en distintas instancias su condena internacional a las acciones perpetradas por agentes rusos en territorio europeo, defendiendo la postura de que tales actos constituyen amenazas directas a la seguridad y a la integridad tanto británica como continental.

El medio detalló que la notificación formal al diplomático ruso en Londres se produjo como una parte de la respuesta diplomática, destinada a manifestar la gravedad de la situación al Gobierno de Rusia y la posición firme del Reino Unido frente a episodios que atentan contra la vida y la legislación internacional. Las fuentes del Gobierno británico remarcaron que la imposición de sanciones y la condena pública buscan enviar una señal clara contra futuras acciones similares y fortalecer el rechazo que la comunidad internacional mantiene frente al uso de agentes químicos en conflictos o acciones extraterritoriales.

Las sanciones forman parte de las acciones que el Reino Unido ha puesto en marcha frente a las actividades atribuidas al GRU. Las medidas recientes incluyen la prohibición de viaje y la congelación de activos de los once oficiales identificados por las autoridades británicas, como parte del esfuerzo para frenar las operaciones rusas dirigidas contra objetivos europeos. Según la información difundida, la postura oficial británica destaca que el caso Salisbury actuó como catalizador de una serie de acciones diplomáticas y judiciales para exigir cuentas a los responsables de operaciones clandestinas que afectan a ciudadanos y residentes en Europa.

La reacción de Londres, informada por los hallazgos presentados tras la investigación, agrega presión sobre las autoridades rusas y sus organismos de seguridad en el contexto de un deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Expresiones similares de condena se han registrado previamente desde otros países europeos y organismos internacionales que han denunciado el uso de armas químicas o biológicas en incidentes extraterritoriales.

La decisión del Gobierno británico de sancionar a individuos vinculados directamente con el GRU no solo aborda el caso de los Skripal y la muerte de Dawn Sturgess, sino también conductas relacionadas con operaciones rusas en Ucrania, ampliando el alcance de las medidas en respuesta a preocupaciones por la seguridad europea y el cumplimiento de normas internacionales por parte de actores estatales.