Uno de los puntos destacados tras el control del ébola en la República Democrática del Congo (RDC) es la decisión de las autoridades sanitarias de iniciar una vigilancia intensificada durante los próximos 90 días, en una estrategia orientada a evitar la reaparición del virus, mientras los equipos de salud redistribuyen sus esfuerzos hacia el fortalecimiento generalizado de la respuesta ante otras enfermedades. Según consignó el medio Europa Press, la comunicación oficial sobre el cierre del brote la realizó el ministro de Sanidad, Samuel Roger Kamba, quien anunció la interrupción de la cadena de transmisión tras valorar todos los indicadores científicos y operativos disponibles.
Según informó Europa Press, Kamba declaró oficialmente la conclusión del decimosexto brote de ébola que afectó a la RDC, luego de que las autoridades confirmaran que se han completado 42 días desde la recuperación del último caso confirmado, cifra que corresponde a dos ciclos completos de incubación del virus. Este periodo de seguimiento es el umbral definido por protocolos internacionales para considerar extinguido un brote, y fue cumplido en la zona de Bulapé, provincia de Kasai, que estuvo en el centro de la emergencia.
De acuerdo con Europa Press, el brote de ébola en Kasai provocó la muerte de 45 personas y acumuló un total de 64 casos en una región caracterizada por importantes limitaciones de acceso, tanto a nivel vial como en la infraestructura de telecomunicaciones. Estas dificultades supusieron un obstáculo adicional para los equipos sanitarios, que debieron desplegar recursos y esfuerzos en condiciones adversas.
Durante la intervención, la Organización Mundial de la Salud (OMS) colaboró estrechamente con el gobierno congoleño. Europa Press detalla que más de un centenar de expertos de la OMS se movilizaron en el país para potenciar la respuesta sanitaria, proporcionando conocimientos técnicos y logísticos en el terreno. La OMS también distribuyó más de 150 toneladas de insumos y equipamiento médico, destinados a proteger tanto a los trabajadores sanitarios como a las comunidades expuestas al virus.
El director regional de la OMS para África, Mohamed Janabi, remarcó ante Europa Press que se logró controlar y dar fin al brote en solo tres meses, valorando la reacción rápida de las autoridades, del personal médico y de las comunidades locales. Janabi explicó que las intervenciones desplegadas permitieron superar la emergencia en una de las áreas de más compleja accesibilidad del país.
En su comunicado, Janabi destacó que la OMS apoyó no solo la contención inmediata del brote, sino también el fortalecimiento de sistemas de salud más robustos, incluidos el suministro de agua potable y mejoras en la seguridad de la atención sanitaria. El directivo enfatizó que estos avances beneficiarán a la población aún después del fin oficial del brote, ayudando a prevenir futuros episodios de la enfermedad y otras amenazas sanitarias.
Según publicó Europa Press, durante el operativo se introdujo por primera vez en un brote en este país un módulo específico para el tratamiento de enfermedades infecciosas, configurado con el objetivo de proteger a los profesionales de la salud y de ofrecer una atención eficaz y adaptada a las necesidades de los pacientes. Esta innovación contribuyó a optimizar la contención y el tratamiento de los afectados.
El proceso de respuesta incluyó una campaña de vacunación masiva dirigida a las poblaciones en riesgo: más de 47.500 personas recibieron la inmunización contra el ébola durante este periodo, conforme detalló Europa Press. La vacunación masiva se coordinó en paralelo a las actividades de vigilancia epidemiológica, rastreo de contactos y educación comunitaria enfocada en el reconocimiento temprano de los síntomas.
Con la declaración del fin del brote, las acciones se concentran ahora en un intenso seguimiento epidemiológico durante tres meses, con el fin de identificar y abordar de manera inmediata cualquier indicio de reaparición de la enfermedad. Además, según consignó Europa Press, las autoridades reorganizan los recursos y personal capacitado hacia el refuerzo general del sistema de respuesta a otras patologías con potencial epidémico.
El brote en Kasai constituye el decimosexto episodio de ébola computado en la RDC, país que, como recuerda Europa Press, ha enfrentado repetidas emergencias vinculadas a enfermedades infecciosas. En cada ocasión, los desafíos logísticos y de acceso, junto con la limitada infraestructura sanitaria, han condicionado la capacidad de respuesta y subrayado la necesidad de inversiones sostenidas en sistemas de salud pública. La finalización del brote en Kasai agrega un nuevo capítulo en el historial de la RDC y deja como resultado mecanismos de vigilancia y atención reforzados. Según el balance publicado por Europa Press, las lecciones y herramientas desarrolladas durante esta intervención forman parte del legado del operativo conjunto entre organismos internacionales, autoridades nacionales y comunidades locales.
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