Anabel Pantoja pasa página tras 'tocar fondo' por las polémicas que han empañado la boda de Susana Molina

La polémica rodea una vez más a Anabel Pantoja. El que prometía convertirse en uno de los días más felices de su vida, el de la boda de su mejor amiga Susana Molina con Guille Valle, ha acabado por enturbiarse hasta el punto de haber 'tocado fondo' en redes sociales y reconocer que las críticas que ha recibido tras el enlace le han hecho mucho daño.

Por un lado, por su look. Un vestido negro de escote halter y espalda descubierta que a sus haters le pareció de "hortera" y de "chachona", comentando que "parece la pollera del mercadillo" y atacándola por haber optado por llevarlo sin sujetador con dardos como "estás para cargar sacos en la espalda" o "que no eres Kate Moss".

"Hoy sí. Hoy habéis ganado el juego. Vuestro premio: hacerme daño. Hoy lo habéis conseguido y solo leí los primeros porque tuve que parar. Jamás imaginé que las redes se pudieran convertir en una guerra con bombas y metralletas. Sois malignos y encima os veo algunos las caras... vuestras familias y no sé por qué llegáis a expresar tantísima inquina con mi físico y mi vida" respondía rota en lágrimas en Instagram.

No es el único asunto que ha afectado de lleno a Anabel tras la boda de Susana. Y es que muy activa durante toda la celebración, la sobrina de Isabel Pantoja compartía en redes un carrusel de imágenes y, en una de ellas, se podía vislumbrar a su amiga, revelando así su vestido de novia, guardado celosamente para protagonizar este miércoles la portada de una conocida revista.

Aunque se daba cuenta de su error y eliminaba rápidamente la fotografía, las críticas le han llovido una vez más y, harta, ha dado la cara ante las cámaras de Europa Press: "Sí, soy muy mala amiga, la tranquilidad que tengo es que mi amiga sabe cómo soy y aparte no se ve nada, el miércoles saldrá en 'Semana' todo" ha sentenciado con ironía.

Antes de regresar a Gran Canaria para reencontrarse con su hija Alma, Anabel ha acudido a una conocida clínica estética en la capital y, lejos de pronunciarse de nuevo sobre esta doble polémica que le ha 'arruinado' la boda de Susana, ha optado por guardar silencio.

Intentanto pasar página y olvidar cuanto antes las críticas, la influencer ha hecho oídos sordos a las preguntas de la prensa, dejando en el aire cómo se encuentra y hasta qué punto le han afectado los ataques que ha recibido en redes sociales.

Muy seria, Anabel se ha limitado a dar los "buenos días" y tampoco ha querido hablar sobre su tía Isabel, también en el ojo del huracán después de protagonizar la portada de la revista 'Diez Minutos' llorando desolada tras haber visitado a la Virgen del Rocío en su regreso al Rocío después de años de ausencia. A pesar de que estuvo con ella en la aldea almonteña, la prima de Kiko Rivera ha evitado lanzar un mensaje tranquilizador sobre el estado anímico de la tonadillera.

Una actitud esquiva y soberbia ante las cámaras que también ha repetido en el aeropuerto antes de coger el vuelo a Las Palmas sin David Rodríguez, dejando en el aire si ha hablado con Susana tras filtrar su vestido de novia y si cree que su error le pasará factura a su amistad.