La visita del primer ministro indio a un territorio disputado con China desata acusaciones

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Nueva Delhi, 12 mar (EFE).- La visita del primer ministro de la India, Narendra Modi, a un estado controlado por Nueva Delhi pero disputado por Pekín provocó este martes un intercambio de acusaciones cruzadas entre ambas potencias nucleares.

Modi visitó Arunachal Pradesh el pasado viernes, como parte de una gira en el noreste de la India durante la que inauguró millonarios proyectos de desarrollo incluyendo un túnel estratégico a 3.000 metros de altura en la disputada región. Un viaje completamente natural, según el Ministerio de Exteriores indio.

"Líderes indios vistan Arunachal Pradesh ocasionalmente, como lo hacen en otros estados de la India. Oponerse a estas visitas o a los proyectos de desarrollo de la India no es razonable", afirmó hoy Exteriores en un comunicado.

Nueva Delhi rechazó así los comentarios ayer del portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin, que defendió que el territorio controlado por la India pertenece a su país.

Zangnan, que significa 'sur del Tíbet' y que es como se refiere Pekín a Arunachal Pradesh, "es territorio chino" y la India no tiene derecho a "desarrollar esta zona arbitrariamente", afirmó Wenbin.

El portavoz afirmó que China comunicó su protesta, y recordó que ambos países mantienen una serie de disputas fronterizas que han estallado en el pasado.

"Las medidas recientes de la India solo complicarán la cuestión fronteriza y perturbarán la situación entre ambos países", señaló Wenbin.

La soberanía de Arunachal Pradesh es reclamada por la India y China desde prácticamente la creación del Estado indio en 1947, mientras que ambos países mantienen una histórica disputa por otras regiones del Himalaya, como el Aksai Chin administrado por Pekín y que la India reclama.

Las relaciones bilaterales entre los dos países más poblados del mundo se encuentran en uno de sus puntos más bajos en décadas, especialmente tras un choque fronterizo en el valle de Galwan en junio de 2020, en el Himalaya occidental.

Al menos 20 soldados indios murieron y 76 resultaron heridos, mientras que Pekín reconoció cuatro muertos y un herido de gravedad, en el peor incidente de este tipo entre las potencias nucleares.

Desde entonces, la India y China han llevado a cabo numerosas rondas de conversaciones militares para rebajar la tensión a lo largo de la frontera, aunque ocasionalmente resurgen incidentes diplomáticos.

El último de estos encontronazos en la frontera ocurrió el pasado abril, cuando China renombró unilateralmente once lugares de la región de Arunachal Pradesh.