Cuatro países europeos limitarán ingreso de ciudadanos rusos

Compartir
Compartir articulo

COPENHAGUE (AP) — Cuatro países europeos que limitan con Rusia tomarán medidas este mes para limitar el ingreso de ciudadanos rusos por tierra a la zona libre de visa porque “están cada vez más preocupados por la afluencia sustancial y creciente de ciudadanos rusos”.

“Creemos que esto se está convirtiendo en una seria amenaza para nuestra seguridad pública y para el espacio Schengen compartido en general”, dijo el jueves la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas. “Viene gente con el objetivo de socavar la seguridad de nuestros países”.

Polonia y los tres países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) acordaron un enfoque regional común con la “voluntad política y la firme intención de introducir medidas temporales nacionales para los ciudadanos rusos que tienen visas de la UE”.

Dichas medidas deberían entrar en vigor en los cuatro países antes del 19 de septiembre.

“Hacemos hincapié en que esta no es una prohibición total de entrada y que se mantendrán las excepciones legítimas comúnmente acordadas”, dijo Kallas, y agregó que las excepciones incluyen disidentes, casos humanitarios, familiares y titulares de permisos de residencia, entre otros.

“Viajar a la Unión Europea es un privilegio, no un derecho humano”, dijo Kallas, y agregó que es “inaceptable que los ciudadanos del Estado agresor puedan viajar libremente en la UE, mientras que al mismo tiempo la gente en Ucrania está siendo torturada y asesinada”.

En Polonia, uno de los más firmes defensores de Ucrania en su lucha contra la invasión rusa, el gobierno dijo que el objetivo era “prevenir amenazas directas al orden público y la seguridad”.

Estonia y Letonia limitan con la parte continental de Rusia, mientras que Lituania y Polonia comparten fronteras con el enclave ruso de Kaliningrado en el Mar Báltico.

En una cumbre de la Unión Europea el mes pasado, los 27 miembros del bloque estaban divididos sobre si imponer una amplia prohibición de visas a los ciudadanos rusos, divididos entre el deseo de aumentar la presión sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, y la preocupación por castigar a los rusos comunes que no apoyan la guerra contra Ucrania.