Aeropuerto de Saná cerrado para ayuda humanitaria tras ataques sauditas en Yemen

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El aeropuerto de Saná, la capital de Yemen en manos de rebeldes, ya no puede recibir a los aviones de organizaciones humanitarias y de la ONU a raíz de los ataques aéreos de la coalición militar liderada por Arabia Saudita, declaró este martes un responsable aeroportuario.

La coalición interviene en Yemen desde 2015 para apoyar a las fuerzas gubernamentales contra los hutíes, rebeldes respaldados por el gran rival de Riad, Irán. Los hutíes conquistaron Saná en 2014, dando inicio a una guerra que ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo.

A raíz de los ataques de la coalición contra los rebeldes, "el aeropuerto ya no está en condiciones de recibir a los aviones de Naciones Unidas y organizaciones humanitarias internacionales", dijo a la AFP el responsable que no quiso revelar su identidad.

El responsable instó a la ONU a "hacer cesar" los ataques para que el aeropuerto pueda funcionar nuevamente.

El lunes por la noche, la coalición afirmó que lanzó "ataques aéreos precisos y limitados contra objetivos militares legítimos en el aeropuerto internacional de Saná".

"La operación se llevó a cabo en respuesta a la amenaza y el uso de la infraestructura del aeropuerto para lanzar ataques transfronterizos", añadió en un comunicado citado por la agencia oficial saudita SPA.

Las fuerzas de la coalición atacaron seis lugares del aeropuerto, incluidos aquellos donde se colocaban los "drones bomba" y donde se "entrenaban elementos terroristas" en los dispositivos, añadió.

La coalición dijo que no era probable que las incursiones sauditas "afectaran la capacidad operativa" del aeropuerto y que eran "coherentes con el derecho internacional humanitario".

Además, añadió que los aeropuertos saudíes estaban listos para recibir vuelos humanitarios hacia Yemen y que la ayuda se podía entregar a través de "puntos de acceso" bajo la supervisión de la ONU, según un comunicado difundido por la televisión estatal saudí El-Ekhbariya.

Pero la ONU reiteró su llamamiento a mantener abierto el aeropuerto de Saná.

"Pedimos a todas las partes que mantengan el aeropuerto abierto para las operaciones humanitarias", declaró a la prensa el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, quien añadió que "el equipamiento necesario para mantener los vuelos humanitarios debe preservarse para que siga estando operativo".

Según la ONU, la guerra en Yemen habrá cobrado la vida de 377.000 personas antes de fines de 2021, unas 227.000 de esas muertes como consecuencia indirecta del conflicto, como la falta de agua potable, el hambre y las enfermedades.

El conflicto ha sumido a Yemen en lo que la ONU considera como la peor crisis humanitaria del mundo, arrasando con la atención sanitaria en el país, donde más del 80% de los 30 millones de habitantes requiere ayuda.

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