Israel y el béisbol olímpico: el sueño americano en Japón

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El béisbol puso a Israel en el mapa de los deportes de equipo en los Juegos Olímpicos 45 años después de la última vez. ¿Su secreto? La importación masiva de atletas de la cuna de esta disciplina: Estados Unidos.

De hecho, su última gran incorporación con vistas a Tokio-2020, el intermedista Ian Kinsler, fue campeón con la selección Estados Unidos en el último Clásico Mundial de Béisbol en 2017.

Solo cuatro de los 24 jugadores de la selección israelí nacieron en Israel: Alon Leichman, Shlomo Lipetz, Tal Erel y Assaf Lowengart.

"Es un honor representar mi herencia, la tradición de mi familia", dijo Kinsler en una entrevista con la AFP en vísperas del debut del jueves del seleccionado israelí ante Corea del Sur, la nación que ganó la medalla de oro en Pekín-2008, última ocasión previa en la que el béisbol había estado en el programa olímpico.

Israel no competía en deportes de conjunto en la mayor cita del deporte desde que lo hizo con el fútbol en Montreal-1976.

Con su base de jugadores estadounidenses de la comunidad judía, el equipo del manager neoyorquino Eric Holtz reúne a siete jugadores que han estado en las Grandes Ligas, entre ellos el cuatro veces All-Star Kinsler y los lanzadores Josh Zeid y Jon Moscot.

Kinsler jugó en las Mayores entre 2006 y 2019 y ganó una Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston.

Evita, sin embargo, considerarse el hombre a seguir. "Mi rol es jugar en la segunda base (...). Solo espero ofrecer mi experiencia al equipo y tal vez con suerte ayudar a los muchachos ganar", comentó vía videoconferencia.

- ¿Cómo comenzó? -

La fórmula de agrupar peloteros estadounidenses nacionalizados dio a Israel tres victorias en primera ronda en el Clásico Mundial de 2017, una de las cuales fue, precisamente, frente a Corea del Sur.

"Yo los vi jugar con energía. Nunca se rindieron", recuerda Kinsler.

Por eso cuando Danny Valencia, otro de los viejos grandeligas de Israel, le llamó por teléfono para preguntarle si estaba interesado en unirse a la selección, no dudó: "Claro que estaba interesado (...). ¡Era la oportunidad de ir a unos Juegos Olímpicos!".

Migrantes estadounienses introdujeron este deporte en Israel en la década de 1920, pero no fue hasta 1986 cuando la Asociación de Béisbol Israelí (IAB por sus siglas en inglés).

Hoy, la IAB rige una liga de seis equipos en su máxima categoría, la punta de una pirámide de competiciones formativas que tienen 74 equipos repartidos en cuatro renglones distintas. La IAB fundó en 2014 la Academia de Béisbol de Israel, un programa para jóvenes peloteros de 14 a 21 años que tiene reconocimiento de la Major League Baseball (MLB).

Su participación olímpica será en un país, Japón, que adora el béisbol.

Kinsler jugará por primera ocasión fuera de Estados Unidos, con la excepción de los juegos de la MLB en Canadá. "He jugado con japoneses en las Grandes Ligas y he visto la pasión con la que ellos viven este deporte. Ellos adoptaron el béisbol como parte de su cultura. Amo eso", expresa.

- Asunto serio -

Holz fue como pelotero, a los 41 años, uno de los fundadores de la liga.

Ganó en 2007 la primera temporada del campeonato israelí con el club de Bet Shemesh, ciudad al oeste de Jerusalén. Diez años después, ya retirado, inició su trayectoria como mánager de la selección nacional.

¿Se puede tomar en serio al equipo israelí?

"No deberían", bromeó Holz en declaraciones al The Forward, publicación estadounidense dirigida a la comunidad judía.

"Prefiero que nadie nos tome en serio (como en el Clásico Mundial), que nadie nos dé una oportunidad, y veremos dónde caen las fichas", agregó.

Kinsler es tajante: "No siempre el mejor equipo gana. Cualquier cosa puede pasar y nadie mejor que nuestro equipo entiende eso".

erc/psr