La OMC convoca a los ministros en busca de un acuerdo sobre la sobrepesca

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La Organización Mundial del Comercio (OMC) convocó este jueves a los ministros para avanzar en las difíciles negociaciones sobre la sobrepesca, frenadas por los desacuerdos sobre la fiscalidad de los combustibles y el tratamiento de los países en desarrollo.

Los ministros de 164 miembros de la OMC discutirán sobre la base de un texto propuesto por el colombiano Santiago Wills, que dirige las negociaciones sobre esta espinosa cuestión que, según el calendario previsto por Naciones Unidas, debería haberse cerrado como máximo en 2020.

Debido a la pandemia del covid-19, la directora general de la OMC, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, decidió que la reunión, que no es pública, fuera en línea.

La nueva dirigente de este organismo se ha marcado como prioridad finalizar estas negociaciones, que ya se alargan desde hace 20 años, y reclama un acuerdo para finales de año.

"Tras dos décadas de negociación en la OMC y discusiones maratonianas este año, estamos ante un proyecto de texto de acuerdo que va a concretar la ambición mundial de poner fin a las subvenciones a la pesca perjudicial", dijo Okonjo-Iweala.

"Estamos a punto de concluir un acuerdo en la OMC que es histórico en más de un sentido. Demostrará que los países miembros pueden reunirse y actuar ante cuestiones de interés común. La salud de nuestros océanos y nuestro planeta está en juego", añadió.

Al terminar las intervenciones de los ministros, previstas hasta las 17H00 GMT, la OMC informará del avance de las discusiones, aunque pocos esperan progresos significativos.

"Espero sinceramente que todos aborden este texto con la perspectiva de encontrar un posible compromiso para que las negociaciones terminen con éxito", dijo Wills.

El camino del acuerdo está repleto de obstáculos que hacen crecer la desconfianza de las oenegés ecologistas.

"Es esencial que los miembros de la OMC no sacrifiquen la cuestión medioambiental en nombre de la rapidez" para cerrar un acuerdo, dijo a la AFP Isabel Jarrett, de la oenegé Pew Charitable Trusts.

- Ejércitos de pesca chinos-

La OMC busca prohibir las subvenciones a la pesca ilícita, no declarada y no reglamentada, aquella que afecta a bancos sobreexplotados y aquella que contribuye a la sobrepesca.

En los dos últimos casos, el texto prevé autorizar ayudas si estas incentivan la reconstitución de los bancos de peces a niveles biológicamente sostenibles.

Uno de los principales escollos en estas conversaciones es cómo tratar a los países en desarrollo.

Los países desarrollados ven con buenos ojos que los países más pobres se beneficien de cierta flexibilidad, pero no aceptan excepciones para países en desarrollo que poseen de verdaderos ejércitos de pesca, como China.

Y en la OMC, son precisamente estos países los que se autodeclaran "países en desarrollo".

"Sería muy útil que China, que es la principal nación pesquera del mundo, dijera claramente que está preparada para asumir plenamente sus obligaciones sin un trato especial ni diferenciado. Eso sería una señal política muy importante", afirmó un responsable europeo.

El trato especial y diferenciado "no puede dar carta blanca a un país que se declara en desarrollo para continuar subvencionando" todo, añadió.

El alcance del acuerdo también está bajo disputa: si bien parece haber consenso para excluir la acuicultura y la pesca continental del ámbito de aplicación, algunos países en desarrollo piden que las ayudas al combustible, incluidas las exenciones fiscales, se restrinjan. La UE rechaza este punto.

El texto corre el riesgo de no satisfacer tampoco aquellos que, como Estados Unidos, desean que el acuerdo aborde el trabajo forzado en los buques de pesca.

Además del factor humano, "el trabajo forzado da a los navíos de pesca que cometen estas prácticas una ventaja comercial injusta", señaló en mayo la oficina de la representante estadounidense de Comercio, Katherine Tai.

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