Luca Attanasio, el embajador italiano que amaba África

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El diplomático italiano Luca Attanasio, quien murió este lunes en un ataque a un convoy de la ONU en la República Democrática del Congo (RDCongo), era uno de los embajadores más jóvenes de Italia, conocido por su amor por África y su compromiso con la paz.

Nacido en Saronno, al norte de Italia, a unos 30 kilómetros de Milán, el 23 de mayo de 1977, se incorporó al servicio diplomático en 2003.

Llegó a RDCongo en 2017 como jefe de misión y fue designado embajador extraordinario y plenipotenciario en 2019.

Su asesinato generó consternación e indignación en todo el país por el "cobarde" ataque armado contra un convoy del Programa Mundial de Alimentos (PMA), cerca de Goma, en el este de ese país, en el que murieron también el carabinero italiano que lo escoltaba y un conductor de la ONU.

"Hoy es un día oscuro y triste para Italia", reconoció el canciller Luigi Di Maio al lamentar la muerte violenta del embajador.

Graduado en la prestigiosa universidad Bocconi de Milán, Attanasio se había doctorado en política internacional y había sido consultor de negocios.

Sus primeras misiones en el extranjero fueron como secretario de Comercio en la embajada de Italia en Suiza, de 2006 a 2010, y cónsul en Casablanca, Marruecos, de 2010 a 2013.

Al servicio del 2013 al 2015 en la sede del ministerio de Relaciones Exteriores de Roma, fue secretario del responsable del departamento para la globalización y los asuntos globales.

En 2015 regresó a África como primer consejero de la embajada de Italia en Nigeria, y se mudó a Kinshasa, capital de la RDCongo, en septiembre de 2017.

El año pasado recibió el premio internacional Paz Nassiriya "por su compromiso con la salvaguarda de la paz entre los pueblos" y "por haber contribuido a la realización de importantes proyectos humanitarios, distinguiéndose por su altruismo, dedicación y espíritu de servicio en apoyo de las personas en dificultad".

Emanuela Del Re, viceministra de Relaciones Exteriores de 2018 hasta el mes pasado, rindió homenaje a "un hombre dotado de valor, humanidad y una profesionalidad poco común", escribió.

"Recuerdo su sonrisa contagiosa, su clase, su gran conocimiento de los asuntos africanos", recalcó.

Padre de tres hijos, el diplomático estaba casado con Zakia Seddiki, de origen marroquí, fundadora de la ONG  "Mama Sofia", que ayuda a madres solteras y sus hijos de las zonas más pobres.

bur-kv/mb