Si se tiene el objetivo de beber menos alcohol, en primer lugar es recomedable hacerse una imagen realista de cuánto se está consumiendo. Para esto puede ser de ayuda llevar un diario sobre la ingesta de alcohol, en el que hay que anotar durante varias semanas cuándo se beben bebidas alcohólicas y en qué cantidad. Este diario no solo permite tener un panorama claro de cuánto se consume. También hace que se puedan observar las costumbres a la hora de beber, es decir, en qué situaciones se opta por una cerveza o un vino. Muchas personas, por ejemplo, beben alcohol por la noche para bajar el nivel de estrés, cuando ya están en el sofá mirando televisión. Si se tiene un panorama del consumo, resulta más fácil reducir las cantidades. Los expertos enumeran algunos consejos prácticos: - Beber mucha agua y otras bebidas analcohólicas para acompañar bebidas que contienen alcohol. - Bebe lentamente, de a pequeños sorbos, y dejar el vaso o la copa sobre la mesa entre sorbo y sorbo. - Volver a servirse recién cuando se vació la copa. - Planificar actividades en las que no se puede beber alcohol. - Pasarse al agua apenas se empiezan a sentir los efectos de la ebriedad. dpa