El reverendo Al Sharpton, polémico e incansable luchador por los derechos civiles en EEUU

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El reverendo Al Sharpton, que el jueves defendió de manera apasionada la justicia racial en el funeral de homenaje a George Floyd en Minneapolis, es un infatigable pero polémico luchador por los derechos civiles en Estados Unidos que ha estado al frente de los choques raciales más explosivos en el último medio siglo.

Sus defensores alaban al reverendo baptista de 65 años por su activismo contra el racismo, pero sus detractores lo recuerdan como un provocador divisivo.

Mediático a más no poder, hoy en día elegantemente vestido, Sharpton se ha calmado con los años y ha adoptado un estilo más considerado y reflexivo.

"Estados Unidos, es el momento de abordar la rendición de cuentas en el sistema de justicia penal", dijo en el homenaje a Floyd, fallecido el 27 de mayo luego de que un policía blanco le oprimiera el cuello con la rodilla por cerca de nueve minutos.

"No pararemos", agregó Sharpton, refiriéndose a las protestas multitudinarias que han convulsionado a Estados Unidos. "Vamos a seguir hasta que cambiemos todo el sistema de justicia".

Nacido el 3 de octubre de 1954 en Brooklyn -donde tuvo lugar otro funeral de homenaje a Floyd simultáneo al de Minneapolis-, Sharpton se destacó por sus habilidades retóricas durante sus sermones en la iglesia desde que tenía solo cuatro años.

A los nueve años fue ordenado ministro pentecostal y, cuando todavía era un adolescente, fue elegido por el reverendo Jesse Jackson como director juvenil en Nueva York de una iniciativa nacional para atacar la pobreza en los barrios negros.

Cuando Martin Luther KIng fue asesinado en 1968, tenía 13 años.

Su vida sufrió un giro radical en 1973 cuando conoció al cantante de soul James Brown en un concierto y terminó pasando varios años de gira junto al entorno del músico.

Al mismo tiempo conoció a su futura esposa, Kathy Jordan, una de las integrantes del coro de Brown.

- Polémica -

El activismo político de Sharpton explotó a comienzos de los años 80, junto a la escalada de las tensiones raciales en Nueva York.

En 1985 alcanzó los noticieros a nivel nacional, como líder de las protestas contra Bernard Goetz, quien le disparó a cuatro adolescentes negros que lo molestaban en el metro, y que fue absuelto por actuar en defensa propia.

El éxito de las manifestaciones marcaron una tendencia, y Sharpton encabezó a partir de entonces otras protestas en incidentes similares, incluido luego de que un rabino atropellara a un joven negro, lo que desembocó en choques violentos entre negros y judíos de Nueva York.

Sus críticos han dicho que sus tácticas fueron divisivas, oportunistas e inflamatorias, y destacan especialmente el caso de Tawana Brawley, en 1987, quien dijo haber sido violada por seis oficiales de policía blancos.

Sharpton se convirtió en el principal defensor de Brawley y acusó al fiscal adjunto del distrito de estar involucrado en la violación.

El jurado investigador posteriormente determinó que Brawley inventó el incidente y Sharpton fue obligado a pagarle al fiscal 65.000 dólares por difamación.

Sin embargo siempre se negó a pedir perdón por su papel en el escándalo.

"Para algunos, ese caso define mi carrera y es la única razón por la cual no debería ser apoyado por nadie en este país", escribió en su libro de 2002, "Al On America".

"Para mí define mi carrera porque me negué a inclinarme o arrodillarme a pesar de las presiones. Creí en la palabra de una joven y si tuviera que volver a hacerlo, lo volvería a hacer", agregó.

Al crecer su notoriedad, fue acusado de mal uso de fondos, y tuvo problemas con las autoridades impositivas.

Sharpton asegura que su nuevo estilo, más calmo, comenzó en 1991, cuando fue apuñalado y casi murió cuando se preparaba para liderar una marcha de protesta.

"Después de eso sentí que quería ser más sustantivo, ser más que un eslogan que la gente grita en las calles", dijo. "Tenía que ser menos frívolo y más sobrio en mi estilo", agregó.

Sharpton se postuló sin éxito para el Senado por Nueva York en 1992 y 1994, a alcalde de Nueva York en 1997 y a precandidato presidencial demócrata en 2004. No logró votos para ganar, pero tuvo los suficientes como para ser tomado seriamente por sus rivales.

El presidente Donald Trump lo ha descrito como "un estafador, un agitador".

"A los intolerantes les causo problemas", respondió Sharpton.

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