Los europeos, dispuestos a cambiar sus hábitos alimenticios por el medio ambiente

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La mayoría de los consumidores europeos están dispuestos a cambiar sus hábitos alimenticios en pro de una alimentación más sostenible, pero el precio y una menor variedad de productos frenan el cambio, según un estudio de la Oficina Europea de Unión de Consumidores (BEUC).

Más de la mitad de las personas consultadas aseguran que la protección del medio ambiente influye en sus hábitos alimenticios (en parte para un 42,6% o mucho para un 16,6%), según el estudio difundido el miércoles y realizado en 11 países.

Italia, Portugal, España, Austria y Eslovenia registran el mayor número de respuestas favorables a este cambio de hábito, mientras que Bélgica, Lituania, Países Bajos y Eslovaquia presentan el menor número. Grecia y Alemania completan el estudio.

Aunque quieren un cambio, los consumidores tienden no obstante a "subestimar el impacto de sus propios hábitos alimenticios en el medio ambiente".

Más del 63% de los consultados no están de acuerdo en que su manera de comer tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Un 48% piensa que sus hábitos alimenticios tienen al menos el mismo impacto que el uso del auto.

Pero, como recuerda la BEUC, según la Comisión Europea, "el consumo alimenticio es de hecho la principal fuente de efectos negativos en el medio ambiente generados por los hogares europeos, seguida de la vivienda (sobre todo la calefacción) y la movilidad (sobre todo el uso de vehículos privados)".

Para la mayoría de los consumidores, el principal escollo para el cambio es el precio, pero también "la falta de conocimientos, la información poco clara y la elección limitada".

El estudio también aborda el consumo de carne roja en la Unión Europea (UE).

Entre las personas encuestadas, un consumidor de cada tres se dice dispuesto a reducir su consumo de carne, salvo en Italia, el único de los 11 países donde la proporción de aquellos que quieren reducir su consumo (45,1%) supera a quienes no quieren (26%).

El estudio tuvo lugar en el otoño boreal de 2019, por lo que no tiene en cuenta una eventual influencia del nuevo coronavirus en los deseos de los consultados.

mla/tjc/mar