Los métodos por los cuales puede obtenerse el control de otra persona (sea directa o sutilmente) son el foco de estudio de psicólogos, neurocientíficos y sociólogos. Sucede que no hay una sola forma de manipular e interferir en los pensamientos o sentimientos de otro individuo.
La manipulación no debe confundirse con tener poder de convicción. Tampoco con la capacidad de generar empatía en el otro. Se trata de buscar que otros actúen de acuerdo con las necesidades, gustos y expectativas de uno a fuerza de engaño, o imponiendo siempre el criterio propio, sin respetar el ajeno.
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