La investigación encabezada por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por su sigla en inglés) mostró la enorme popularidad de los paraísos fiscales entre los máximos representantes del poder global. Políticos y empresarios de todo el mundo tienen o tuvieron cuentas y sociedades offshore (en países distintos al propio, con exigencias legales y fiscales más laxas). En la mayoría de los casos, no las habían declarado.
La revelación es particularmente sensible para América Latina, donde la capacidad recaudatoria del Estado suele ser muy inferior a la de Europa y Estados Unidos. Esto abre algunos interrogantes: ¿cuál es la magnitud de la evasión fiscal en la región? ¿Cuánto de lo que se fuga termina en paraísos fiscales? ¿Todas las operaciones offshore son fraudulentas, o algunas están permitidas?
Adriana Verónica Hinojosa, contadora pública especialista en impuestos, y profesora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México, aseguró que no se puede hacer un cálculo exacto de cuánto dejan de recaudar los estados latinoamericanos por evasión, lo que técnicamente se conoce como erosión de la base imponible. "Hay una estimación mundial que realizó la OCDE y que ronda entre el 4 y 10% de la recaudación global por los impuestos a las sociedades, que en monto significa entre 100 y 240 mil millones de dólares", dijo a iInfobae/i.
"Cerca de un tercio de los depósitos bancarios del mundo podrían estar en entidades radicadas en paraísos fiscales"
Igualmente complejo es determinar qué proporción de lo que se esconde al fisco termina en cuentas offshore, que se rigen por el secreto y la opacidad. Pero también existen algunas estimaciones.
"Es muy difícil asegurar cifras que puedan probarse fehacientemente, ya que justamente el fin de todo esto es ocultar, pero algunos estudios serios indican que cerca de un tercio de los depósitos bancarios del mundo podrían estar en entidades radicadas en paraísos fiscales. Otra cifra que ayuda a entender la magnitud de este problema la brinda el Fondo Monetario, que dice que aproximadamente se lava por año un monto equivalente al 5% del PIB mundial. El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) entiende que ese porcentaje está subvaluado", explicó Daniel Perrotta, consultor internacional en prevención del lavado de activos para la firma Decisio, en diálogo con iInfobae/i.
"Esto tiene un agravante —continuó—, ya que se estima que aproximadamente la mitad de ese monto proviene del narcotráfico y más de un 35% de la corrupción estatal. Ya no hablamos de elusión impositiva, sino de delitos graves, que justifican la preocupación de las autoridades, más allá de la recaudación impositiva".
La delgada línea que separa lo legal de lo ilegal
La denominación técnica de los paraísos fiscales es "estados de baja o nula tributación". Son países soberanos que deciden no cobrar impuestos y establecer restricciones mínimas a determinadas inversiones y actividades financieras. Estas características los vuelven muy atractivos para empresarios y financistas de todo el mundo. Muchos los usan para negocios legítimos, pero otros, para actuar al margen de la ley sin ser descubiertos.
"La línea que separa la legalidad de la ilegalidad es delgada y difusa —dijo Perrotta—, por eso es importante entender que no todo lo revelado por los Panamá Papers es delito. La constitución de una sociedad en un paraíso fiscal no es a priori ilegal, siempre que la misma sea debidamente declarada ante las autoridades competentes del país de origen. Luego debe analizarse el objetivo por el cual se abrió y la actividad que se canaliza a través de ella".
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