, catalogado por la FIFA como uno de los cuatro mejores jugadores del Siglo XX y el mejor del continente europeo,
que le habían diagnosticado en una clínica de Barcelona en octubre del año pasado.
El crack lanzado a la fama en las filas del Ajax, que posteriormente se convirtiera en uno de los íconos del fútbol mundial con las camisetas del Barcelona y la Selección de Holanda, murió a los 68 años.
El cigarrillo fue el enemigo seductor que lo puso contra las cuerdas en reiteradas oportunidades: en 1991 fue operado del corazón por un infarto que le dejó dos by-pass como resultado. Lo obligaron a dejarlo, pero los avances significativos de la enfermedad terminaron con la vida de un auténtico fenómeno. "En mi vida he tenido dos grandes vicios: fumar y jugar al fútbol", fue una de sus frases preferidas para describirse.
Cruyff fue galardonado en tres ocasiones con el Balón de Oro (1971, 1973 y 1974) al mejor jugador europeo, además de colaborar a la obtención de tres Copas de Europa con el Ajax entre 1971 y 1973. Pero también se erigió como uno de los máximos exponentes de la escuela del buen fútbol de iLa Naranja Mecánica/i. Su única cuente pendiente fue ganar el Mundial, ya que participó en los siete encuentros de la edición 1974, cuando fue subcampeón por la derrota en la Final ante Alemania.
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