Roncaglia, tras ser nombrado al frente de la Policía Federal: "Hoy, el vaso está medio lleno"

El nuevo jefe de la fuerza habló con Infobae de cara al comienzo de su gestión. El desafío del traspaso, la relación con la Justicia y el Gobierno, y el factor DEA, entre los temas más relevantes

Compartir
Compartir articulo
  162
162

En el Prode de comisarios que comenzó el jueves por la noche en la frecuencia baja de la Policía Federal tras la renuncia de Román di Santo, Néstor Roncaglia no estaba precisamente entre los favoritos. Mabel Franco, cabeza de Asuntos Internos, ocupaba ese lugar y Liliana Velázquez, a cargo de la Superintendencia de Personal, era rumoreada como su potencial segunda.

Roncaglia, con rango de comisario mayor y 55 años, superintendente de Drogas Peligrosas desde 2012 , una de las mayores áreas de la Policía y un eje de la era Berni, dejó su casa a las 8 de mañana con rumbo al Ministerio de Seguridad en Gelly y Obes como un aparente tercero en la lista, convocado por la ministra Patricia Bullrich y el secretario Eugenio Burzaco sin saber qué le iba a tocar. O jefe, o subjefe. Roncaglia sabía que podía ser alguna de las dos. Terminó siendo la nueva cabeza de la PFA, Mabel Franco se convirtió en su segunda. Muchos otros, sin embargo, no estaban sorprendidos.

Abogado con un posgrado en derecho constitucional y procesal penal, Roncaglia se había convertido en el mayor cuadro táctico disponible para comandar la fuerza. "Quedate tranquilo que sabe muy bien lo que es un allanamiento", apunta un oficial de alto rango que lo conoce bien. Esto, confían fuentes en el Gobierno, pesó en la balanza de Bullrich y Burzaco para designarlo. Un funcionario de peso en Comodoro Py acostumbrado a causas narco asevera: "Cuando era comisario inspector, el tipo iba a los allanamientos. Eso un comisario inspector muy rara vez lo hace. Lo mandabas con un oficio y te resolvía en el terreno, tomaba decisiones. Eso vale".

El álbum de fotos retro de Roncaglia incluye operativos como el "Delfín", con 300 kilos de cocaína incautados en Rosario, el "Luis XV", llevado a juicio oral con una banda de 30 colombianos, la captura de ladrones célebres como "Membrillo" Martínez Ruíz o capos narco como Henry Londoño, alias "Mi Sangre". También resolvió la participación de Juan José Zanola en la mafia de los medicamentos.

El nuevo jefe de la fuerza tiene un respeto de calle de parte del escalafón de seguridad que a Di Santo –hombre de Comunicaciones que entró como jefe máximo de la fuerza en parte gracias a un cambio de ley orgánica le costó conseguir. Pero a Bullrich y a Burzaco no solo les pesó que Roncaglia sepa ser policía, confían en los mandos de Cambiemos: gravitó que sepa hablar para no caer en la misma espada que su predecesor.

En diálogo con Infobae, a horas de su designación, el nuevo jefe de la PFA apunta sus lineamientos: "Hay que federalizar a la Policía Federal, trabajar de manera profesional y usar la tecnología. Y hay que evitar ser brutos e ir de la mano de la Justicia y de la Constitución. Los ejes van a ser el narcotráfico y el crimen organizado en todo el territorio del país. Hoy, el vaso está medio lleno".

Este viernes en Parque Patricios, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se puso al menos contento con la llegada de Roncaglia a la cabeza de la Federal. El traspaso de 17 mil hombres de 54 comisarías y divisiones críticas de investigación como Homicidios a la esfera de la Ciudad, en una fusión con la Metropolitana, probó ser una caldera de tensiones. El jefe de la Federal traspasada sería Guillermo Calviño, superintendente de Seguridad Metropolitana, con quien Di Santo tuvo una fuerte disputa de poder que se volvió vox populi. Roncaglia, en cambio, lo ve en términos neutros: para el nuevo jefe, el traspaso ya es un hecho. Su tarea, entonces, será llevar la PFA a un nivel nacional.

Una voz clave en Ciudad admite: "Se ve que tiene más onda para dialogar con nosotros que Di Santo, que era muy celoso con lo que pasaba y lo que no. Hubo comisarios que ascendieron este verano, pero habría sido una estrategia de reubicación para quedárselos él dentro de la esfera de la Federal. Te decía una cosa y después te la retaceaba. Hubo fondos trabados porque se necesitaba una habilitación, etcétera. Hubo cosas desprolijas, otras tenían un poco más de saña No fue fácil".

El fuero federal, a cargo de narcotráfico y trata, en su mayor medida, tiene buena relación con Roncaglia, algo que Bullrich y Burzaco saben bien. Hubo actuaciones significativas. El año pasado, por ejemplo, la división Antidrogas Urbanas, que pertenece a Drogas Peligrosas, ejecutó allanamientos de alto riesgo como la captura en la Villa 1-1-14 de "Roly" Huaura Antúnez, lugarteniente de "Marcos" Estrada González, una causa del juez Sergio Torres, que llevó al procesamiento de "Roly" y a una gran cantidad de droga incautada. Una prestigiosa fiscal que trabajó con el nuevo jefe lo elogia: "Es buen detective, metódico, diplomático, honesto, con muchos y buenos contactos entre fiscales y jueces". Otro fiscal clave en la lucha táctica contra el narcotráfico asevera: "Cien por ciento dedicado a su laburo, tiene experiencia y conocimiento. Es una buena noticia que sea el jefe. Te pone recursos, te resuelve".

Por otra parte, la llegada de Roncaglia al mando no vendrá sin movimientos en los escalafones de la PFA. Veteranos en la fuerza estiman desplazamientos y renuncias típicos de un cambio en el poder en los próximos días. "Será el turno de algunos comisarios mayores con mucha antigüedad de irse", dice un conocedor de las internas.

De vuelta a la balanza de Bullrich y Burzaco, hubo un vínculo del comisario mayor que para el nuevo Gobierno también pesa: la relación con la DEA, la agencia anti-drogas americana. El comunicado de esta mañana del Ministerio de Seguridad que oficializó el nuevo mando destacó los cursos tomados por Roncaglia con la Drug Enforcement Agency. En privado, Roncaglia no esconde el vínculo; lo cuenta como uno más en la lista de contactos internacionales. Lo cierto es que es un síntoma más general. En la provincia de Buenos Aires, a Cristian Ritondo no le pareció algo menor que el comisario Pablo Bressi tuviese el aval de la DEA, según informaron fuentes ministeriales, para que se convierta en el reciente nuevo jefe de la Bonaerense.