EEUU: la Justicia rechazó que un mono tenga derechos de autor por una selfie

En un veredicto preliminar del tribunal federal de San Francisco, el juez de distrito William Orrick indicó que el macaco llamado Naruto no puede considerarse propietario de la autoría de las imágenes

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Naruto, el mono que se tomó una selfie con la cámara del fotógrafo británico David Slater 163
Naruto, el mono que se tomó una selfie con la cámara del fotógrafo británico David Slater 163

"Si bien el Congreso y el presidente pueden extender la protección de la ley a los animales además de a los humanos, no hay indicios de que lo hicieran en la ley de Derechos de Autor", indicó el letrado.

Luego de la difusión lograda por las selfies tomadas por un mono de seis años identificado como Naruto, el grupo People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) realizó una demanda solicitando representar al mono y permitirle que gestionara todos los beneficios de las fotos en interés del simio.

"Nuestro argumento es sencillo: la ley de derechos de autor de EEUU no prohíbe que un animal sea dueño de 'copyright' y, como Naruto (nombre del macaco) hizo la foto, el 'copyright' es suyo, como ocurría con cualquier humano", indicó PETA en un comunicado difundido en septiembre de 2015.

La polémica por la autofoto tomada por el macaco David Slater 163
La polémica por la autofoto tomada por el macaco David Slater 163

Las autofotos del macaco negro crestado que vive en una reserva en la isla indonesia de Sulawesi, fueron tomadas durante un viaje 2011 en una cámara que había dejado sin supervisión el fotógrafo británico de naturaleza David Slater.

A raíz de la polémica, Slater pidió al tribunal que desestimara el caso y señaló que los derechos de autor registrados por su empresa, Wildlife Personalities Ltd., deberían respetarse en todo el mundo.

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PETA demandó a Slater y a su empresa de autoedición con sede en San Francisco Blurb, que publicó un libro llamado "Wildlife Personalities" que incluye las imágenes del mono.

El británico, quien se describió como un fotógrafo de naturaleza con una profunda preocupación por el bienestar de los animales, dijo que debía ser el Congreso de Estados Unidos y no un tribunal federal quien decidiera si la ley de derechos de autor se aplica a animales aparte de los humanos.